Ejército de exiliados

6 de enero de 2003

El gobierno húngaro aceptó la petición de Estados Unidos de rehabilitar una base militar norteamericana en ese país para convertirla en el centro de entrenamiento de 3.000 exiliados iraquíes. El ejército norteamericano los entrenará para que en caso de una posible acción militar en Irak puedan conformar una nueva administración que reemplace la de Saddam Hussein. Los oficiales aseguraron que los exiliados no participarán en ningún combate y que sólo apoyarán las fuerzas como traductores, aprenderán a utilizar armas cortas, defensa personal y tendrán un entrenamiento táctico. Hungría aceptó el pedido del gobierno estadounidense como parte de una colaboración a la "guerra contra el terrorismo". La base contará con la protección no sólo de las fuerzas norteamericanas, también estará custodiada por el ejército, la policía y los servicios secretos húngaros.