Estados Unidos
Alarma en EE. UU. por agua contaminada: riesgos ocultos que afectan a millones de mascotas
Un estudio reveló que el agua potable de algunos hogares podría estar altamente contaminada, lo cual representa un peligro para las personas y, principalmente, a las mascotas.
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En Estados Unidos se han emitido alertas recientemente por la presencia de una peligrosa bacteria que está presente en el agua o en algunos alimentos, y que podrían afectar la salud de las personas y de los animales, que corren especial peligro si beben agua contaminada.
“Analizamos el agua potable de las casas de dueños de perros que dependen de pozos privados y descubrimos que cada muestra contenía minerales o metales detectables, algunos en niveles superiores a las pautas de salud establecidas por la EPA (Agencia de Protección Ambiental)”, aseguró Audrey Ruple, profesora veterinaria de la universidad Virgina Tech, en entrevista con Newsweek.

Un análisis dirigido por Ruple indicó que, actualmente, cerca de 15 millones de hogares en Estados Unidos se abastecen del agua de pozos privados, sobre los cuales no recae ninguna supervisión por parte de la EPA, por lo que las personas están ajenas de los posibles riesgos que enfrentan al beber o usar el agua.
La información del estudio demuestra que las mascotas beben más agua por litro que la cantidad que toma un humano, por lo que son los principales afectados por la presencia de plomo o arsénico, presente en las tuberías.
“La fuente de plomo y cobre casi siempre es la infraestructura de plomería, mientras que el arsénico y otros componentes suelen estar presentes de forma natural en las aguas subterráneas”, explicó Marc Edwards, profesor de ingenieria civil y ambiental de Virginia Tech, al medio mencionado.

“Los consumidores pueden analizar su agua a través de programas de extensión universitaria o contactando con laboratorios locales de análisis de agua. Existen filtros o dispositivos de tratamiento que pueden eliminar todo tipo de contaminante”, continuó
De acuerdo con un reportaje del medio SciTechDaily, el estudio de la universidad de Virginia demostró que, de los hogares analizados, al menos 13 superaron los niveles de plomo, cobre y arsénico aprobados por la Agencia de Protección Ambiental.
Y destacó que, pese a que los perros corren mayor riesgo de infecciones o enfermedades a raíz del consumo de estos elementos, gracias a su rápido metabolismo pueden presentar más rápido los síntomas, en comparación con los humanos.

Al mismo tiempo, la investigación arrojó que el 64 % de los pozos que fueron analizados exceden las recomendaciones sanitarias sobre la cantidad de metales pesados en las infraestructuras, los cuales además se ven alterados por las condiciones climáticas o la ubicación del pozo.
“Si su hogar utiliza un pozo privado, una medida práctica es que un laboratorio certificado analice el agua para detectar metales como plomo, arsénico y cobre”, recomendó Ruple, basada en los resultados de la investigación que codirigió.
“Las pruebas son relativamente económicas y fáciles de realizar. Si se detectan contaminantes, instalar un sistema de tratamiento o filtración puede reducir el riesgo de impactos negativos en la salud”, complementó.