Estados Unidos
La “viuda perfecta”: mujer fingió un asesinato para conmover a su barrio y ocultar un plan meticuloso contra su esposo
El caso en Dallas expone cómo una aparente viuda desconsolada habría armado un plan criminal junto a su expareja.

El vecindario de Oak Cliff, en Dallas, fue escenario de un impactante hecho. Jennifer Faith, con aparente desconsuelo y manos atadas, lloró frente a las cámaras como si hubiese acabado de perder a su esposo en un acto violento injustificado.
Durante meses recibió solidaridad, ayuda financiera y palabras de consuelo de toda la comunidad. Pero aquella actuación era la fachada de un guion cuidadosamente ensayado: según el Departamento de Policía, no fue una víctima indefensa, sino una mente calculadora que simuló un crimen para encubrir su propio plan para matar a su esposo, elaborado con ayuda de su expareja.
La investigación reveló que los gestos de dolor fueron parte de una estrategia para desviar sospechas de las autoridades, mientras en un segundo plano se tejía una conspiración que rompía cualquier expectativa de tragedia real. Expertos en criminología indican que manipular emociones colectivas suele permitir a los criminales ocultar sus intenciones bajo capas emocionales y de credibilidad pública.

Al revisar los registros del caso, se descubrió que Jennifer planeó todo con precisión. Desde el lugar del crimen hasta los objetos para simular una agresión, como la cinta que ataba sus muñecas, todo preparado para que pareciera un asalto fatal. Las cámaras de seguridad captaron escenas clave que confirmaron su montaje con precisión quirúrgica.
La implicación de su ex, quien habría facilitado recursos o asesoramiento, añadió una complejidad emocional al caso. Por la mezcla de traición, resentimiento pasado y cálculo criminal.
Esta doble complicidad subraya cómo en ocasiones el vínculo afectivo puede transformarse en un instrumento para ejecutar planes perversos y macabros con apariencia de espontaneidad.
Fuentes consultadas en medios estadounidenses coinciden en que situaciones similares han ocurrido, aunque con motivaciones distintas. Por ejemplo, Lindsay Shiver, exreina de belleza en Georgia, enfrentó cargos por conspirar para eliminar a su exmarido, un exjugador de la NFL, con ayuda de su amante.

También es conocida la figura de Maje, la “viuda negra de Patraix” en España, quien aparentó un duelo dramático ante la prensa mientras coordinaba el asesinato de su esposo con su amante, hecho que inspiró series y documentales en todo el mundo.
Estas referencias permiten entender que el caso de Oak Cliff no es único, sino parte de un patrón oscuro donde la apariencia de víctima oculta una planificación criminal calculada.
La Fiscalía se amparó en el informe del Departamento de Policía de Dallas, que documenta taquicardias, contradicciones en los primeros relatos y el papel clave del ex para diseñar la puesta en escena. Esta documentación constituye la prueba reina de la acusación formal que enfrenta Jennifer Faith en este momento.