Estados Unidos
Un preso, que será ejecutado en Alabama con gas nitrógeno, demandó al estado. “La horca o la muerte asistida son mejores alternativas”
Los abogados de la persona condenada alegan que el método es cruel.
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Anthorny Boyd, un prisionero de 53 años condenado por un asesinato ocurrido en 1993, será ejecutado con gas nitrógeno en las instalaciones de Montgomery, Alabama.
La gobernadora del estado, Kay Ivey, fijó la fecha del procedimiento para el lunes 23 de octubre de 2025.
Alabama usa nitrógeno gaseoso desde el año pasado para algunas ejecuciones, para un total de cinco. En septiembre tiene planeada otra sentencia similar.
Sin embargo, Boyd presentó una demanda alegando que el uso de gas de hipoxia nitrogenada es “inconstitucionalmente cruel”.
En los alegatos, el representante del reo sugiere el fusilamiento, la horca o la muerte asistida como mejores alternativas.

Para revisar este concepto, un juez federal de la zona programó una audiencia que se llevará a cabo el 4 de septiembre.
La crueldad de este tipo de ejecución
El reverendo Jeff Hood, asesor espiritual que presenció la primera ejecución con nitrógeno y ahora trabaja con Boyd, aseguró que estaba “horrorizado” por lo que vio en esa ejecución, que describió como “muerte asfixiada”.
La persona condenada había elegido el nitrógeno como su método de ejecución en 2018, sin embargo, hasta ese momento Alabama no tenía protocolos establecidos para ese procedimiento.

En la demanda presentada en julio, los abogados citaron cómo los reclusos, que habían sido dados de baja de la misma manera, temblaban en la camilla a medida que el nitrógeno penetraba en su organismo.
“Cada prisionero previamente ejecutado según el Protocolo del Estado mostraba signos de asfixia consciente, terror y dolor”, enfatizaron en los argumentos.
Por su parte, la fiscal general de Alabama instó al juez federal del caso para que desestime la demanda, ya que “hay evidencia sustancial de que la hipoxia de nitrógeno es una forma indolora de morir”.

La contraparte afirma que los movimientos descritos en ejecuciones anteriores eran reclusos que se resistían activamente, o eran “movimientos involuntarios asociados con la muerte”.
El caso por el que Boyd fue sentenciado a la pena capital
Anthorny Boyd Boyd es uno de los cuatro hombres condenados por el asesinato de Gregory Huguley en Talladega en 1993. La fiscalía declaró que la víctima murió quemada tras no pagar cocaína por valor de 200 dólares.
El cuerpo quemado de la persona fue encontrado el 1 de agosto de 1993, en un estadio rural del condado de Talladega.
Un testigo del juicio, que testificó como parte de un acuerdo de culpabilidad, dijo que Boyd le vendó los pies a Huguley antes de que otro hombre lo rociara con gasolina y le prendiera fuego.
En el juicio, la defensa de Boyd sostuvo que él estaba en una fiesta esa noche y no cometió el delito.
Un jurado condenó a Boyd por asesinato capital durante un secuestro, y recomendó por 10 votos a 2 que recibiera la pena de muerte.
Así bien, Boyd ha estado el “corredor de la muerte” desde 1995, en una espera de más de 30 años para que se resuelva su situación penal.
*Con información de Associated Press