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Este es el estado actual de la obra. | Foto: Cortesía Revista Digital Metro

CARTAGENA

La obra que tiene con los pelos de punta a los cartageneros

Un puente y un semideprimido se han convertido en un verdadero problema.

29 de octubre de 2014

El anillo vial de Crespo, obra concebida hace cuatro años para resolver el problema de movilidad en el congestionado barrio que conecta con la salida de la ciudad y que sirve como principal acceso al aeropuerto Rafael Núñez, se ha convertido en un quebradero de cabeza para las autoridades. Pero también es motivo de malestar para la ciudadanía que observa estupefacta cómo las obras en la ciudad terminan mal o siempre tienen inconvenientes y retrasos inexplicables.

En este caso se diseñó un túnel o semideprimido en la playa del barrio Crespo para evitar el ingreso al barrio de quienes se dirigen hacia Barranquilla o hacia la zona norte de las Américas. Para poder hacerlo había que ganarle terreno al mar construyendo espolones, luego construir un túnel y después cubrirlo para que los habitantes del barrio no perdieran el acceso a la playa con la construcción de una vía rápida de dos calzadas, con dos carriles de ida y dos de regreso.

Pero la construcción de la solución se ha vuelto más larga de lo esperado. Ahora, que falta solo un año para que entre en funcionamiento, descubrieron que el túnel presentaba filtraciones, producidas quizá porque los materiales no fueron protegidos contra la salinidad. Los expertos dicen que, posiblemente, las rocas con las se construyó el túnel tuvieron una reacción que produjo las filtraciones.

De todas maneras, sea cual sea el origen del daño, se conformó una comisión integrada por un representante de la Agencia Nacional de Infraestructura, otro de la Secretaría de Infraestructura de Cartagena, un miembro de la sociedad colombiana de ingenieros, un representante del consejo gremial, dos concejales de la ciudad y un representante del Consorcio Vía al Mar que son los constructores de la obra.

Y, como si fuera poco, a la construcción le salió otro problema que terminó de rebozar la paciencia de los cartageneros. Todo cuando se dieron cuenta que, además de la filtración, a la altura de las playas de Marbella donde empalma el anillo vial con la Avenida Santander, se construía un puente sobre una loma, que muchos consideran un adefesio porque rompe con el paisaje y crea una estructura ‘peligrosa’ en mitad de la vía.

Los más críticos han sido los miembros de la sociedad colombiana de ingenieros, quienes a través de su presidente Alfredo Pineda han dicho que inicialmente no estaba contemplado el puente sino un empalme o conexión a nivel.

Esto coincide con lo afirmado por el concejal David Múnera, quien ha sido un duro crítico de la calidad de las obras y las diferencias entre lo construido y lo aprobado. Otro concejal que ha destapado las presuntas anomalías de esta construcción es Pastor Jaramillo.

Voceros de la ciudadanía, en representación de los barrios vecinos, realizaron marchas para pedir la demolición de la loma. Piden que se haga un puente sobre pilotes o viaducto. Se trata de una solicitud que apenas se está considerando. La ciudadanía también reclama que les incluyan acceso a las playas, pues las nuevas obras limitan el ingreso.

El pasado jueves el gobierno nacional anunció que los sobrecostos en la obra del túnel (semideprimido) del anillo vial de Crespo y el puente que empalma con la Avenida Santander deberán ser asumidos por la Concesión Vial, a la que se le giraron 154.000 millones de pesos para esa y otras obras.

Pero el retraso por lo que está ocurriendo implicará reforzar y revestir las estructuras del túnel para controlar las filtraciones del mar, la pérdida de resistencia del concreto y la reactividad de los materiales con la salinidad. Los constructores pidieron 18 meses para terminar, pero el Gobierno les dio un año de plazo. Un problema más para los cartageneros que ven cómo las obras de infraestructura hacen agua.