Home

Nación

Artículo

Armando Benedetti. | Foto: Archivo SEMANA

ENTREVISTA

“Sé que me van a tratar de homicida”

Armando Benedetti pide al Congreso aprobar la reglamentación de la eutanasia.

5 de noviembre de 2014

Armando Benedetti (la U) ha perdido la cuenta de sus intentos para que el Congreso colombiano reglamente la eutanasia. “Creo que son cinco”, dice. Ahora, después de la controversia mediática que generó la decisión de la joven estadounidense Brittany Maynard de poner fin a su vida dignamente, tras padecer varios años de una enfermedad terminal (cáncer en el cerebro), vuelve a presentar el proyecto. Aunque admite la dificultad para que este parlamento la apruebe, dice que con desmontar la ignorancia que hay alrededor del tema se sentirá satisfecho.

Benedetti dice que más allá del tema sobre la posibilidad de morir dignamente, este tipo de proyectos, incluso el del matrimonio gai, que él también ha liderado, son la oportunidad para que el Congreso por fin legisle a favor de las minorías. “La Constitución dice que todos somos iguales ante la ley, pero actualmente no todos somos iguales para la ley”.   

El proyecto pretende modificar el código penal para que no se establezcan penas de prisión a los médicos que ayuden a una persona a morir dignamente. Hoy, quienes incurran en homicidio por piedad o suicidio asistido están expuestos a prisión de entre uno y seis años de cárcel.

Semana.com: ¿Por qué insistir en un proyecto para reglamentar la eutanasia?

Armando Benedetti: Lo que la gente no sabe es que la eutanasia existe hoy en Colombia gracias a una sentencia de la Corte Constitucional del año 1997, pero no está reglamentada. Yo quiero reglamentarla. Cada vez que se da este debate, ahora con motivo del caso de Brittany Maynard que decidió morir mediante el suicidio asistido, por lo único que sirve es porque se da mucha información y baja la ignorancia sobre el tema. Se crea un clima de nueva información, de entender qué es lo que pasa con este tema, y por eso he querido volver a presentar la reglamentación.

Semana.com Según su propuesta, ¿quienes podrían ejercer el derecho a morir dignamente?

A. B.: Si uno vive dignamente, debe también tratar de morir dignamente, la vida no es solamente respirar. Sólo pueden usarla aquellas personas que tengan una enfermedad terminal, que tienen un intenso dolor, que la ciencia médica dictamina de que no hay cura para su enfermedad y por lo tanto la persona pueda tomar la determinación de que su vida sea digna y que quiere terminar de una forma digna.  

Semana.com: ¿Por qué esa oposición histórica a este proyecto?


A. B.: Este proyecto pasó el primer debate, después llegamos a segundo debate y no hubo los votos para hundirlo pero tampoco hubo los votos para pasarlo, recuerde usted que en aquella época había un presidente (Roy Barreras) que había firmado un pacto con unos cristianos. El argumento que siempre acaba este proyecto es el tema religioso, que el único que puede quitar la vida es Dios, que la vida sólo es de Dios. Hay unas personas que creen que la vida no es de Dios e incluso no tienen creencias religiosas, por lo tanto hay que legislar para las dos. Este tipo de proyectos tiene que ver con la filosofía de cómo se entiende el Estado, que es el Estado al servicio del hombre, y que es el hombre el que puede determinar sus actuaciones libremente hasta la muerte, si quiere que la muerte sea digna, ¿por qué no puede hacerlo?  

Semana.com: ¿No cree que el actual Congreso, ahora con el centro Democrático, es mucho más ‘godo’ que el de hace cuatro años?

A. B.: Veo este Congreso más liberal, pero debido al clima de información que ha existido, estoy seguro de que mucha gente y líderes de opinión querrán estar encima de este proyecto para que siga adelante. A eso es a lo que le apuesto. No se si este tenga futuro o no, pero creo que puede ayudar muchísimo el tipo de información que se presente porque esto sólo se ha manejado con ignorancia y con argumentos religiosos.

Semana.com: ¿Qué decirles a los que anteponen los argumentos religiosos?

A. B.: Es demostrarles que hay personas que piensan diferente, que no sólo actúan con dictamen religioso, hay algunos que ni siquiera tienen una creencia religiosa y para ellos hay que empezar a legislar, y que la igualdad es para todos, para los católicos, cristianos, o como se llamen, y los que no creen en ningún Dios. Todos somos iguales ante la ley y actualmente no todos somos iguales para la ley.

Semana.com: ¿Qué ha conseguido en casi una década impulsando este tipo de proyectos?

A. B.: En siete años hemos avanzado en argumentos, en inteligencia, en respeto, y eso es a lo que yo le apuesto con este tipo de debates, a generar un clima de información para que la gente se le baje la ignorancia y el país empiece a entender realmente qué consiste la eutanasia. Muchas veces me han tratado de homicida, por presentar este tipo de proyectos, y sé que ahora también me tratarán de homicida.