IGLESIA
Francisco, el tercer papa en Colombia
La primera visita de un máximo jerarca de la Iglesia Católica a Latinoamérica fue la que hizo Paulo VI a nuestro país en 1968. El papa Juan Pablo II visitó 10 ciudades colombianas en 1986.
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La confirmación de la visita del papa Francisco a Colombia, prevista para el primer semestre del 2017, llenó de júbilo a millones de católicos en el país. Serán tres o cuatro días, según el presidente de la conferencia episcopal colombiana, monseñor Luis Augusto Castro, que seguramente paralizarán el país y provocarán una movilización de fieles de todos los rincones de América Latina. El Vaticano definirá la agenda del sumo pontífice, aunque ya parece definido que el epicentro de su visita será el departamento de Chocó, uno de los más pobres del país.
Fue una visita de tres días. En la segunda jornada, el viernes 23 de agosto, visitó al presidente Lleras, se reunió con campesinos en la población de Mosquera (Cundinamarca) y presidió la eucaristía para la gran concentración de trabajadores, empresarios y universitarios en el campo eucarístico, construido para la ocasión. En Bogotá, por esos días, se celebraba el Congreso Eucarístico, motivo principal de la visita del santo padre.
El segundo papa en visitar el país fue el polaco Juan Pablo II, en 1986. Su estada fue más prolongada, siete días en los que, en un maratónico periplo, recorrió diez ciudades del país.
La visita del llamado papa viajero se produjo meses después de dos de los episodios más trágicos y dolorosos de la historia de Colombia: la cruenta toma al Palacio de Justicia y la avalancha en Armero, que cobró las vidas de por lo menos 25.000 personas. Ambos hechos se produjeron en noviembre de 1985, con escasos siete días de diferencias entre ambos episodios.
Juan Pablo II llegó a Bogotá el primero de julio. Fue recibido por el presidente Belisario Betancur y, al igual que Paulo VI, besó el suelo colombiano. Miles de personas volvieron a concentrarse por toda la Avenida El Dorado, por donde atravesó el papamóvil que lo llevó hasta la plaza de Bolívar.
La gira papal continuó en Chiquinquirá, el 2 de julio, donde celebró su primera eucaristía en Colombia, pues se declaró fiel de la Virgen de Chiquinquirá, la patrona de los colombianos. El 3 de julio llegó a Cali, donde cerca de 18.000 niños lo recibieron en el Parque de la Caña. El 4 de julio visitó Popayán (Cauca) y Tumaco (Nariño), donde sorprendió al romper las previsiones de seguridad y visitar la vivienda de una familia de escasos recursos. En la noche regresó a Cali y ofreció una misa en el sector de las piscinas Panamericanas.
El 5 de julio aterrizó en Medellín y cerca de 20.000 personas lo recibieron en el estadio Atanasio Girardot, que para entonces tenía menor capacidad que ahora.
EL 6 de julio fue uno de los días más intensos. Según registran las crónicas de prensa de la época, es día se subió 14 veces a un medio de locomoción: tres aviones, seis helicópteros y cinco coches, incluido el papamóvil. Bucaramanga fue la primera ciudad que visitó ese día.
Pero quizás el acto más emotivo de esa jornada fue su visita a las ruinas de Armero, en Tolima, pueblo que prácticamente quedó convertido en un camposanto tras la avalancha del volcán Nevado del Ruiz, siete meses antes. Esa noche celebró una misa en Cartagena, ciudad donde visitó el santuario de San Pedro Claver, el santo de los esclavos.
El 7 de julio, último día de recorrido, el pontífice ofreció una liturgia en la plazoleta de la Catedral de Barranquilla, para luego ser despedido a las 11:20 de la mañana en el aeropuerto Ernesto Cortissoz.