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Aurelio Iragorri y el nuevo emblema del Partido de la U | Foto: Fotomontaje SEMANA

ELECCIONES 2018

La U, el nuevo chicharrón que asume Aurelio Iragorri

El exministro de Agricultura asume la jefatura del partido de Juan Manuel Santos. Estos son sus retos.

19 de octubre de 2017

Si por algo se caracterizó Aurelio Iragorri Valencia en el Gobierno de Juan Manuel Santos fue por apagar incendios. Durante siete años, a este payanés, hijo del excongresista Aurelio Iragorri Hormaza y nieto del expresidente Guillermo León Valencia, le cayeron en sus manos verdaderas papas calientes. Paros campesinos, de transportadores, y hasta le cayó la peste de la fiebre aftosa.

También fue gobernador encargado del Valle del Cauca, Magdalena y Casanare, y cuando fue viceministro del Interior y secretario de Casa de Nariño tuvo que aceitar la maquinaria de la Unidad Nacional en el Congreso.

Ahora Iragorri asume un nuevo chicharrón. Este viernes se posesionará como nuevo presidente del Partido de La U. Un cargo al que había sido propuesto por el senador Armando Benedetti el pasado mes de junio, y aunque se resistió a afrontarlo, tuvo que ser el propio fundador del partido, el presidente Juan Manuel Santos, el encargado de convencerlo para que no dejara morir a la colectividad.

Iragorri, quien desde el 7 de agosto de 2014 fue el titular del ministerio de Agricultura, terminó por aceptar el reto, una vez superada la crisis agropecuaria generada por el brote de aftosa en algunos departamentos del país. Conjurada esta peste, Santos procedió al relevo. Nombró en su reemplazo a Juan Guillermo Zuluaga, y le deseó todos los éxitos a Iragorri en su nueva misión.

Este viernes, la U adelantará en Bogotá su Asamblea extraordinaria. Será instalada por el mismísimo presidente Juan Manuel Santos y los dirigentes del partido posesionarán a Iragorri como jefe único.  

Desde ese momento empezará un reto muy complejo para este delfín. El partido de la U fue fundado en 2005 y desde entonces se convirtió en el campeón de las elecciones. Su debut fue en las del 2006, lideraron la coalición que consiguió la reelección de Álvaro Uribe Vélez (del que se inspiraron para bautizar el partido), y se convirtieron en la bancada más numerosa en el parlamento, condición que mantuvieron hasta este año. En 2010 ganó las presidenciales con Santos y en 2014 alcanzaron la reelección. Ahora el panorama es incierto, a tal punto que la vocación de poder y las mayorías parlamentarias están seriamente comprometidas.   

El partido que recibe Iragorri es muy distinto al de aquellas épocas. Para comenzar, carece de candidato presidencial propio, circunstancia que tiene confundidos y desorientados a los congresistas de la colectividad. “Todos opinan, todos señalan cuál debería ser el camino. Iragorri tiene que llegar a unificar criterios”, explica el expresidente de la Cámara, Hernán Penagos.

Sobre las elecciones presidenciales, la U apuesta a ser una de las fuerzas que incline la balanza. En ese sentido, el senador Armando Benedetti le anticipó a SEMANA que se adoptará la decisión de definir a qué candidato apoyará la colectividad hasta el próximo mes de marzo, mes en el que se definirán las coaliciones que llegarán a la primera vuelta en el mes de mayo.

El otro reto, mayúsculo, son precisamente las elecciones de Congreso. Iragorri asume las riendas de la U en un momento en el que no hay claridad sobre la conformación de listas de candidatos a Senado y Cámara. En algunos departamentos hay preocupación de que la U no pueda alcanzar el umbral, y para el Senado no se advierten candidatos nuevos, y las principales cartas son las maquinarias de los actuales parlamentarios.

Por si fuera poco, la U perdió a sus dos máximos electores. Bernardo ‘Ñoño’ Elías y Musa Besaile, los senadores de Sahagún, aportaron cerca de 300.000 votos en el 2014. Ahora ambos están fuera del juego electoral, el primero por el caso Odebrecht y el segundo por el cartel de la justicia. Aún es incierto hacia dónde se irán sus votos, pues quienes quieran heredarlos están en libertad de buscar aval en cualquier partido.

Lo que va a encontrar Iragorri es un partido dividido y polarizado en el que cada quién piensa en sus intereses particulares y en su superviviencia. El reto del exministro será reagrupar todas las fuerzas.

Puede que por su condición de bombero Santos haya pensado en su nombre para salvar a la U de un incendio. La era Iragorri comienza este viernes, y tendrá por delante meses cruciales para mantener al partido como la primera fuerza política del país.