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Aída avella alega que inexplicablemente a su movimiento le habían sido deducidos 1.990 votos. | Foto: Archivo SEMANA

DECISIÓN

UP pierde su última batalla para llegar al Concejo de Bogotá

El Consejo de Estado rechazó la demanda que interpuso la dirigente Aída Avella en contra de las elecciones regionales del año pasado.

10 de mayo de 2016

La Unión Patriótica (UP) perdió la última oportunidad que tenía para ocupar una curul en el Concejo de Bogotá, luego de que el Consejo de Estado rechazó la demanda por medio de la cual la colectividad buscaba impugnar los resultados de las elecciones regionales de octubre del 2015.

Con ponencia de la magistrada Rocío Araújo, la Sección Quinta ratificó el rechazo de la acción que interpuso la presidenta de ese partido de izquierda contra los resultados de la contienda en los que resultó derrotado su movimiento.

Casi dos décadas llevaban la UP y sus dirigentes aislados del debate electoral, por cuenta de la cancelación de su personería jurídica, cuando el Consejo de Estado decidió devolvérsela por considerar que al daño sufrido por la purga que había sufrido ese partido por los asesinatos y desapariciones de cientos de sus militantes no se le podía sumar la desaparición de la colectividad por decisión de la propia institucionalidad.

Tras esa decisión, el movimiento logró reagruparse y convocar a sus dirigentes y sus bases para volver a la pelea por el poder en las elecciones de gobernadores, alcaldes, concejales, diputados y representantes de las otras autoridades locales.

La golpeada UP esperaba retomar toda la fuerza electoral que alguna la vez la situó en lugares envidiables del poder local. Sin embargo, los sufragantes mostraron sus preferencias por otros sectores políticos, lo que dejó a la UP sin una sola curul en el Concejo Distrital de Bogotá.

Para su presidenta, Aída Avella, la derrota en los comicios no fue enteramente adjudicable a la incapacidad de los candidatos del movimiento por conquistar a los votantes. Según ella, hubo irregularidades en el conteo de los votos que generaron que el partido no obtuviera los resultados esperados.

Por eso interpuso una demanda ante el Tribunal Administrativo de Cundinamarca, en la que alega que inexplicablemente a su movimiento le habían sido deducidos 1.990 votos.

Sin embargo, esa corporación judicial no admitió estudiar el recurso, por algunos errores en la sustentación, y les dio tres días a Avella y a los abogados para corregirlo. No obstante, la accionante se tomó más tiempo que el que la ley otorga para presentar el nuevo escrito, lo que llevó al Tribunal a rechazar la demanda.

Como último recurso, la dirigente buscó convencer al Consejo de Estado de la necesidad de admitir la demanda, pero fracasó, pues la entidad opinó lo mismo que el Tribunal.

Eso significa que la excandidata y su partido perdieron la última oportunidad que tenían para llegar al Cabildo Distrital, al menos por la vía judicial, por culpa de un error de cálculo que ellos mismos cometieron al tomarse más tiempo del que debían en corregir la acción.