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Bogotá, ejemplo para el mundo

Naciones Unidas escogió los últimos 10 años de gobierno de la capital como una experiencia ejemplar de gestión urbana para América Latina.

28 de octubre de 2002

Que Bogotá ha cambiado del cielo a la tierra en los últimos años no es un secreto. Tampoco que los nuevos proyectos, como el Transmilenio o las ciclorrutas, han calado tanto en los bogotanos que han afianzado su sentido de pertenencia con la ciudad. Lo que sí es novedoso es que un organismo internacional como el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud) escoja las últimas cuatro administraciones capitalinas como un ejemplo de gobierno para otras 300 ciudades y municipios en 19 países de América Latina.

Experiencia Bogotá es el nombre del evento en que el Pnud, en asocio con la Alcaldía Mayor, presentará los distintos logros en gestión urbana los primeros días de diciembre próximo. En actividades académicas, rondas de negocios y recorridos por la ciudad los protagonistas de la transformación urbana explicarán qué y cómo se hizo, cuáles fueron los logros y cuáles son los desafíos.

Este es un claro reconocimiento al gobierno de los alcaldes Jaime Castro, Antanas Mockus y Enrique Peñalosa. Para el Programa de Gobernabilidad Local del Pnud, Bogotá ha promovido "un modelo de ciudad y de sociedad para el desarrollo humano sostenible, cimentado en un marco de relaciones constructivas entre los diferentes actores políticos, económicos y sociales, e impulsado por una fuerte capacidad institucional y liderazgo".

En otras palabras, los cuatro gobiernos de la capital han construido un aparato de gobierno capaz de crear y continuar políticas y de comunicar a los habitantes un sentido de ciudad. Y, como lo confirma el Pnud con su escogencia, este es un capital técnico, de conocimiento y de recursos humanos "exportable". En resumidas cuentas, Experiencia Bogotá será una feria internacional en la cual distintas experiencias, como Metrovivienda, la transformación del transporte urbano, la defensa del espacio público y la cultura ciudadana, entre otras, estarán "a la venta" para que otras ciudades latinoamericanas las adquieran.

Pero, ¿qué tan ejemplar ha sido la experiencia de Bogotá en los últimos 10 años? Más allá de la decisión del Pnud, las cifras hablan por sí solas. En los últimos siete años los programas de la Alcaldía han ampliado la cobertura de educación básica al 98 por ciento. Las políticas de respeto a la vida han disminuido las tasas de homicidios desde 1995 de 94 por cada 100.000 habitantes a 31. En transporte la entrada en operación del sistema Transmilenio, junto a otras decisiones, ha reducido a 35 minutos diarios los tiempos de desplazamiento en promedio.

No obstante es preciso no olvidar la vulnerabilidad de estos modelos de gestión, en especial, en entornos tan conflictivos como el colombiano. ¿Qué garantiza que, ante el crecimiento de la población desplazada y el recrudecimiento de la guerra, las coberturas, por ejemplo, en salud o en educación, empiecen a deteriorarse? El reto no es fácil y distinciones como la de Naciones Unidas no hacen más que recordar a los bogotanos que el buen gobierno depende de la selección de los gobernantes.