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“Algo se va a firmar el 23 de marzo”

La canciller María Ángela Holguín dijo en España que la fecha se mantiene, pero abre la puerta a que no se firme el acuerdo definitivo entre el Gobierno y las FARC, sino un acuerdo parcial.

7 de marzo de 2016

Faltan 20 días para el 23 de marzo, el día prometido por el presidente Juan Manuel Santos para poner punto final al proceso de paz, y al que pareció comprometerse el jefe de las FARC, ‘Timochenko’, en ese apretón de manos que se dieron en La Habana, hace casi seis meses. La expectativa se mantiene, pero cada vez hay versiones de que ese día no sería el de la firma definitiva de la paz.   

Este lunes, la canciller María Ángela Holguín, una de las plenipotenciarias del Gobierno en La Habana, entregó unas declaraciones en las que dejó abierta la posibilidad de que el 23 de marzo no sea el día en que se firme el acuerdo definitivo, pero muy probablemente se declare el silenciamiento de los fusiles.

La ministra Holguín se encontraba en Madrid, en una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de España, José García-Margallo. Hablaron sobre el tesoro del Galeón San José y del proceso de paz. Y en las declaraciones a la prensa, la canciller colombiana aseguró que el 23 de marzo “algo” pasará en La Habana.

“Muy seguramente el 23 de marzo habrá algo. Vamos a ver si es la firma total del acuerdo o si es la firma de alguna parte del acuerdo. Pero aquí lo que queremos es realmente después de todo este esfuerzo de cuatro años es que lleguemos seguros de los  compromisos adquiridos y que sea una paz estable y duradera para el país”, afirmó la ministra María Ángela Holguín.

La versión que crece con insistencia es que el 23 de marzo, con alta probabilidad, no se alcance a poner punto final al proceso de paz. Pero sí se podría firmar un acuerdo para decretar el cese al fuego bilateral, que no significaría cosa distinta al silenciamiento de los fusiles o, como muchos lo interpretan, la antesala de la paz.

Para la ministra, la fecha parece no ser el asunto relevante. "El proceso de paz ha sido un proceso en el que se ha trabajado muy al detalle, sin dejar nada que vaya a quedar pendiente ni que el día de mañana vaya a dejar dificultades. Entonces lo relevante es que sigamos a ese ritmo".

Y es que faltan apenas tres semanas y aún quedan varios asuntos por definir en la Mesa de La Habana. El pasado 19 de febrero, el presidente Juan Manuel Santos envió una especie de ultimátum a las FARC para que se resolvieran cuatro puntos aún pendientes.

El primero, el mecanismo de refrendación. El Gobierno está jugado por el plebiscito, y la Constituyente que proponen las FARC “no es negociable” para él. El segundo punto es el cese al fuego y hostilidades definitivo y un cronograma preciso para la dejación de las armas, con verificación de la ONU.

También se espera la definición de un número razonable y práctico de las zonas donde se ubicarán las FARC durante el proceso de dejación de armas. Así como el sistema para la elección de los magistrados del Tribunal Especial de Paz.

Para definir estos puntos, según el presidente Santos, “se requiere decisión política”, y por eso dijo que si no se definía el 23 de marzo, los colombianos deberían entender que las FARC “no estaban preparadas para la paz”. Lo dijo en La Guajira, después del impasse de Conejo, donde, según se vio, las FARC hicieron proselitismo con hombres armados mezclados con la población.   

Además de voluntad política, parece que lo que faltará es tiempo. Pero tras el compromiso de que el 23 de marzo se firmaría el acuerdo definitivo, es probable que el costo político sea alto si no se consigue algún acuerdo. La más reciente encuesta de Gallup reveló que los colombianos han aumentado su escepticismo frente al proceso de paz, y sólo los resultados de la Mesa de La Habana devolverán esa confianza.