Las cuentas pendientes del polémico alcalde de Barbosa capturado por el CTI

En la mañana de este jueves el CTI de la Fiscalía capturó al alcalde de Barbosa, Edison García, en su finca de Copacabana, donde vivía desde hacía más de tres meses. Cabe recordar que el funcionario fue sancionado por la Procuraduría en agosto por violentar a miembros de la policía en vía pública, hecho ocurrido el año pasado cuando amenazó a un uniformado con hacerlo echar de la institución. La defensa estaba esperando respuesta de la apelación, pues García había asegurado que se encontraba bajo los efectos del alcohol.

Sin embargo, parece que esta situación nada tiene que ver con la captura que realizó este jueves el CTI, pues García tiene seis procesos abiertos en la Fiscalía, algunos de ellos desde 2016: concusión, contrato sin cumplimiento de requisitos legales, enriquecimiento ilícito, peculado por apropiación y amenazas. En el operativo fueron capturados otros funcionarios como la exsecretaria de Hacienda del Municipio, Belén Rendón, quien había renunciado al cargo hacía 15 días.

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Pero estos operativos no parecen soprender a los habitantes de este municipio del norte del Valle de Aburrá. Hace unas cuantas semanas la Fiscalía había hecho un operativo en las instalaciones de la Alcaldía para buscar información sobre la contratación que se estaba realizando en el municipio, pues varias denuncias señalaban que se estaban entregando contratos a empresas sin experiencia o que no tenían oficinas físicas.

Como SEMANA lo había revelado el año pasado, García tenía unas conexiones más que extrañas con municipio del Bajo Cauca, por ejemplo Caucasia. En 2016 su Alcaldía contrató por medio de licitación, para mantener las redes de servicios públicos, a la empresa Unión Temporal Vallecitos (NIT 901070579) con sede en ese municipio, cuyo representante legal es Luis Daniel Lozano Bustillo. En su momento esta revista pudo constatar que la compañía tiene oficina en la Subasta Ganadera de Caucasia, propiedad del empresario José Byron Piedrahíta, capturado por narcotráfico. La Alcaldía le hizo un pago el 20 de junio de 2017 por 120 millones de pesos y luego le adicionó 421 millones de pesos para que continuara con la tarea de mantener las redes de servicios públicos.

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Lo que generaba suspicacias entre algunos funcionarios de planta de la Alcaldía de Barbosa era que el alcalde había comprado tierras en el Bajo Cauca con su sueldo de 4‘500.000 pesos mensuales, como la finca denominada Rancho Luna, de 66 hectáreas, ubicada en el corregimiento Cuturu de Caucasia. El alcalde la compró el 22 de agosto de 2016 a Ivonne Andrea Arabia Chaverra —hija del exalcalde de Caucasia José Nadín Arabia Abissad, investigado por la Fiscalía—, por 40 millones de pesos. Todo un regalo: a menos de un millón de pesos la hectárea, en una región donde puede llegar a costar 50 millones de pesos debido a su rica vocación ganadera.

Pero las gangas seguían persiguiendo la suerte de García, que como consta en los registros de tradición, ese mismo día le compró a María Andrea Chaverra Sajona —esposa del exalcade de Caucasia— otro predio de 80 hectáreas por 30 millones de pesos, también una ganga. Y finalmente cerró su gran día al englobar los dos predios en una sola finca de 146 hectáreas. Como en todo pueblo pequeño, el chisme se regó muy pronto, lo que generó todo tipo de versiones. Pero el alcalde le dijo a SEMANA en su momento que era muy casual que la compra de tierra y la empresa con la que contrataba tuvieran sede en el mismo municipio, esto sin contar que sobre los negocios gravitaran nombres como el del su amigo el exalcade José Arabia, tan cercano a la familia Piedrahita.

Pero la compra de predios, durante su mandato, no se limitó al Bajo Cauca. Desde que empezó su mandato y hasta el año pasado, como se comprueba en los certificados de tradición con número de matrícula 026-14674, 026-20682, 012-39447 y 01278044, ha comprado fincas de recreo en municipios como San Roque, por 1.100 millones de pesos; en Santo Domingo Vereda; y dos más en el propio Barbosa. A esto, que genera inquietudes, se suma que en la declaración de renta que presentó ante la Dian aparece un rubro de “honorarios”, por más de 49 millones de pesos, que no debería percibir por su cargo público. Así mismo, la sumatoria de sus propiedades llega a 308.298.485 pesos, cifra que, según expertos y críticos, está muy lejos de lo que valdrían comercialmente sus propiedades.

En Barbosa no sólo se preocupan por el aumento del capital de García, quien dice que ha sido un hombre juicioso y sin responsabilidades, por lo que ha podido invertir en negocios y ver los frutos, también se inquietan por sus actuaciones en beneficio propio, como fue organizar este año una exposición equina —en la que participó como expositor— en el coliseo del pueblo, sobre la maltrecha cancha de baloncesto y voleibol a la que no le ha echado ni una mano de pintura. Sobre este tema, el alcalde le dijo a SEMANA que se sentía perseguido, que en otros municipios hacían este tipo de eventos sin problema.

La captura del mandatario suma un capítulo más a la polémica que lo está rodeando desde que empezó a comprar predios y a amenazar policías en medio de borracheras.