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Luis Alfonso Hoyos, otrora asesor espiritual de la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga. | Foto: Archivo SEMANA

DECISIÓN

Revive el caso del hacker

El Tribunal Superior de Bogotá ratificó la acusación contra Luis Alfonso Hoyos, asesor espiritual de la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga, por su presunta participación en las ‘chuzadas’ al proceso de paz.

1 de septiembre de 2016

Este jueves en la tarde, cuando la atención de gran parte del país estaba centrada en el partido que la selección Colombia disputaba contra Venezuela, en la sala 9 del Tribunal Superior de Bogotá se conocía una trascendental decisión judicial contra Luis Alfonso Hoyos, otrora asesor espiritual de la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga. Hoyos es procesado por su presunta participación en las interceptaciones ilegales al proceso de paz que se adelantaba en La Habana, Cuba.

La sala penal del tribunal rechazó por unanimidad la solicitud de la defensa para anular el caso, con lo que dejó en firme la decisión tomada en primera instancia.

De esta manera, al resolver el recurso de apelación presentado por el abogado de Hoyos, el magistrado ponente manifestó que en este caso no se había presentado ninguna violación a sus derechos procesales y tampoco “exabruptos jurídicos”.

“No puede decir la defensa que la administración de justicia ha vulnerado los derechos fundamentales del ciudadano (…) No puede decir que los jueces no brindaron las garantías o que son parcializados, máxime cuando Luis Alfonso Hoyos no ha comparecido a ninguno de los llamados de la justicia”, señaló el funcionario.

Y agregó que la contumacia (declararlo persona ausente) en este caso era necesaria puesto que Hoyos se fue del país hacia Miami, Estados Unidos, desde cuando se inició el proceso judicial en su contra y “no hizo llegar la dirección donde se encontraba”.

Por estas razones, la Sala resolvió devolver el expediente al juez de primera instancia para que el proceso contra el exasesor espiritual de la campaña presidencial de Óscar Iván Zuluaga continúe su trámite. Esto significa que en los próximos días se iniciará su juicio.

Los pecados de Luis Alfonso Hoyos, según la Fiscalía

A Hoyos la Fiscalía le imputó cargos por los delitos de concierto para delinquir, violación de datos personales, acceso abusivo a sistema informático y uso de software malicioso.

Según el escrito de acusación del ente investigador, él contrató al ‘hacker’ Andrés Sepúlveda, condenado a diez años de prisión por estos hechos, para que infiltrara la base de datos del Grupo de Atención Humanitaria al Desmovilizado (GAHD), que tenía elementos de carácter secreto y militar.

“Cabe resaltar que la base de datos del GAHD tiene la información de todos los desmovilizados de la guerrilla desde el año 1993 hasta el año 2008, y además contiene dos elementos de carácter ultrasecreto que son conocidos como Omaves y Ominas, objetivos de alto valor estatal, donde quedan consignadas las declaraciones sobre la ubicación de cabecillas, que de ser conocida puede poner en riesgo la seguridad nacional”, dice el documento.

Así las cosas, mediante estas actividades Hoyos tuvo acceso al correo de alias ‘Boris’, jefe de comunicaciones de las FARC en la mesa de negociaciones en La Habana. Según la Fiscalía, esta cuenta fue obtenida para “lograr la terminación o el desprestigio del proceso de paz”.

Al mismo tiempo, el ente acusador asegura que para la comisión de estos ilícitos el hacker Sepúlveda tuvo que comprar funcionarios. Y en estos hechos, Hoyos estaría directamente relacionado: “Luis Alfonso Hoyos sabía que estaba ofreciendo y entregando dineros para comprar información secreta a funcionarios por intermedio de Andrés Fernando Sepúlveda”, se lee en el escrito de acusación.

En total, el ente investigador cuenta con 371 pruebas y 205 testigos, entre los que se encuentran: J. J. Rendón, estratega político; Rafael Revert, hacker español; Daniel Bajaña, hacker ecuatoriano, y Andrés Sepúlveda, el hacker colombiano. Con este material probatorio, la Fiscalía pretende que Hoyos, quien tiene una orden de captura en su contra, sea juzgado.