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El juicio, que se inició a finales del 2014, ya está llegando a su fin y continúa este lunes con los alegatos de conclusión de la Fiscalía, la Procuraduría y la defensa del exfuncionario.

JUDICIAL

Jorge Noguera vuelve al estrado

Lo hará para someterse a los alegatos de conclusión que enfrenta por los actuaciones ilegales que se adelantaron desde el DAS durante la presidencia del Álvaro Uribe Vélez.

10 de julio de 2016

Lo hará para someterse a los alegatos de conclusión que enfrenta por las actuaciones ilegales que se adelantaron desde el DAS durante la presidencia del Álvaro Uribe Vélez.

Este lunes el exdirector del DAS Jorge Noguera volverá a ver las caras de los magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Así, al menos lo espera la corporación, que convocó para los alegatos finales del juicio que enfrenta el exfuncionario por los excesos permitidos en la entidad durante su gestión y las de algunos de sus sucesores.

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A partir de esta audiencia se conocerán las conclusiones de la Fiscalía, la Procuraduría y la defensa de Noguera, que trata de demostrar que él no fue responsable de ninguno de los planes que se gestaron supuestamente para obstaculizar la tarea de los críticos del expresidente Álvaro Uribe durante su gobierno.

Desde cuando el exjefe de Informática del DAS Rafael García acusó a Jorge Noguera de haber permitido la infiltración de ese organismo de inteligencia y seguridad de Estado, se empezó a develar cómo la entidad se convirtió en una especie de policía política dedicada a enfrentar a los críticos del Gobierno por vías legales e ilegales.

Seis años después de las explosivas declaraciones y de las revelaciones de Semana, Noguera terminó condenado a 25 años de cárcel, entre otras cosas porque la Corte consideró que este favoreció a las Autodefensas.

Pero la colaboración de la entidad a las operaciones de los paras fue sólo la punta del iceberg de un escándalo de proporciones mayúsculas, pues era apenas el abrebocas de un plan para desprestigiar a líderes políticos opositores, defensores de derechos humanos, periodistas y magistrados de las altas cortes.

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Una vez descubierta esa estrategia urdida desde esa entidad, la Fiscalía, la Procuraduría y los jueces buscaron establecer desde cuándo empezó a operar esta estructura ilegal, con el fin de establecer qué funcionarios tuvieron parte en su planeación y desarrollo, entre otras cosas, para determinar cuál de los directores que tuvo la entidad en la era Uribe permitió semejante desvío de las funciones del DAS.

En cumplimiento de esa tarea, el organismo investigador estableció que a pesar de que la mayor parte de las gestiones ilegales se cumplieron durante la dirección de María del Pilar Hurtado, la de Jorge Noguera tampoco estuvo exenta de ese reprochable proceder.

Por eso, la Fiscalía lo vinculó formalmente al proceso y lo acusó por varios delitos relacionados con lo que en Colombia y fuera de ella se conoce desde hace años como el escándalo de las ‘chuzadas’. Sin embargo, lo hizo en una forma tan tardía, que permitió que dos de los ilícitos que supuestamente cometió Noguera, entre ellos interceptación ilegal de comunicaciones, prescribieran.

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A pesar de los equívocos, el organismo investigador logró acusar al exdirector del DAS por concierto para delinquir agravado. El juicio, que se inició a finales del 2014, ya está llegando a su fin y continúa este lunes con los alegatos de conclusión de la Fiscalía, la Procuraduría y la defensa del exfuncionario.

Una vez termine esta etapa, corresponde a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia juzgar si las pruebas aportadas al proceso son suficientes para que Noguera se convierta en el segundo exdirector de la desaparecida entidad de inteligencia que es condenado por los seguimientos ilegales que tanto le pesan a la imagen del expresidente Uribe.

Al margen del resultado final, Noguera seguirá estando detenido mientras cumple la condena de un cuarto de siglo que se le impuso por haber permitido la infiltración del paramilitarismo en el ente de seguridad, inteligencia y defensa que estuvo a su cargo, cuando su entonces jefe, el expresidente Álvaro Uribe, no dudaba en elogiarlo públicamente como “un buen muchacho”.