Cicr sostiene que en Colombia hay cinco conflictos armados internos

Muchos colombianos creían que con la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno y las Farc se extinguirían titulares de noticias como conflicto armado, desapariciones, masacres o crisis humanitaria; al parece, estaban equivocados.

Eso es lo que parece demostrar un informe que presentó el Comité Internacional de la Cruz Roja, CICR en el que hace un crudo balance de la difícil realidad humanitaria por la que atravesó el país en 2018 y de paso proyecta los retos en materia de seguridad para este año.

“La situación humanitaria en Colombia se agravó en 2018”, así tituló el boletín del CICR, donde presenta el resumen anual de su informe “Retos Humanitarios 2019”. El documento es un detallado compendio de los problemas de orden público y que debilitaron las condiciones de seguridad en el país.

La radiografía hecha por el CICR va mucho más allá de analizar la realidad que se vive en extensas zonas del territorio colombiano, para llegar a una dolorosa conclusión: “la persistencia de al menos cinco conflictos armados internos”.

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"La situación es ahora más compleja que en el momento de la firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP. Varios departamentos del país han experimentado un claro deterioro de la situación humanitaria, a lo que se unen las dinámicas conflictivas en las fronteras y la extrema vulnerabilidad de los migrantes que llegan a Colombia", aseguró Christoph Harnisch, jefe de la Delegación del CICR en Colombia.

El informe explica que a todo ello se suma el deterioro de las condiciones de seguridad en las zonas más remotas, las desapariciones, los riesgos que enfrentan los migrantes en sitios afectados por el conflicto y la violencia armada. “(…) marcan el complejo contexto humanitario en el país”.

De acuerdo con el CICR, los cincos conflictos armados internos que enfrenta el Estado colombiano son en contra de los Grupos Armados Organizados (GAO); el Ejército de Liberación Nacional (ELN); el Ejército Popular de Liberación (EPL); las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y las antiguas estructuras del Bloque Oriental de las Farc.

“Además, a lo largo de 2018 se incluyó en esta clasificación el conflicto entre el ELN y el EPL, que en los últimos meses ha afectado significativamente a la región del Catatumbo”, dice el CICR en su balance.

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Agrega que en zonas como la costa Pacífica, el oriente y sur del país, “la ausencia de una respuesta estatal a las necesidades básicas de las comunidades, combinada con las persistentes violaciones al derecho internacional humanitario y otras normas humanitarias por parte de los actores armados, han afectado duramente las condiciones de vida y de seguridad de la población civil”.

El jefe de la Delegación del CICR hizo énfasis en la continuidad de la práctica de la desaparición como uno de los delitos más recurrentes "desde la firma del Acuerdo de Paz con las FARC-EP hemos documentado un caso de desaparición en el marco de la violencia armada cada 4 días”, dijo tras aclarar que probablemente la cifra real es mucho mayor, ya que, según el organismo internacional, "todos los actores armados del país sigan utilizando la desaparición para amedrentar y controlar territorios".

Sumado a ello, revelaron que durante 2018 el CICR apoyó y orientó a 2.500 familiares de desaparecidos para que continuaran con la búsqueda de sus seres queridos y obtuvo información de más de 160 casos.

“Además, los restos humanos de 45 personas fueron recuperados y entregados a las autoridades para su identificación y 10 personas que estaban en poder de grupos armados volvieron a ver a sus seres queridos con el apoyo de la institución”, dijo el comité al detallar cifras de su labor humanitaria en Colombia.

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El informe deja en evidencia y con cifras contundentes, que los migrantes también padecieron el problema del conflicto armado colombiano, “la institución apoyó a cerca de 124.000 migrantes, retornados y habitantes de comunidades receptoras”.

Al respecto, Harnisch precisó que las dinámicas conflictivas que se viven en las zonas fronterizas o a lo largo de la ruta migratoria, implica riesgos adicionales para personas que ya se encuentran en una situación extremadamente precaria. "La presencia de grupos armados los expone a posibles abusos, entre ellos extorsión, amenazas, reclutamiento y violencia física. Las mujeres y los menores no acompañados son particularmente vulnerables", aseguró.

El año pasado la acción humanitaria del CICR benefició a cerca de 186.000 personas, pero si lo que reveló el informe es cierto, con cinco conflictos armados internos, es posible anticipar que las misiones de esa ONG serán insuficientes.