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Colecciones de autos, zoológico personal y hasta un submarino: Las excentricidades más grandes de Pablo Escobar

A treinta años de la muerte del infame líder del narcotráfico, estas fueron algunas de las locuras que tuvo el capo del Cartel de Medellín.

Redacción Semana
4 de diciembre de 2023

Pablo Escobar, el infame líder del Cartel de Medellín, no solo fue conocido por su brutalidad y el vasto imperio del narcotráfico que construyó, sino también por sus excentricidades deslumbrantes. A medida que su fortuna creció a proporciones astronómicas durante la década de 1980, Escobar se entregó a un estilo de vida opulento que dejó perplejo al mundo. Aquí, exploramos algunas de las excentricidades más grandes de este personaje único en la historia criminal.

Hacienda Nápoles: Un Reino de Excesos

Una de las excentricidades más notables de Escobar fue la Hacienda Nápoles, una vasta propiedad que abarcaba 7.7 kilómetros cuadrados. Este rancho, ubicado en Puerto Triunfo, Colombia, no solo servía como residencia para Escobar, sino que también albergaba un zoológico privado con animales exóticos importados ilegalmente. Elefantes, jirafas, hipopótamos y más de 200 especies de aves conformaban una colección que reflejaba la megalomanía y la extravagancia de su dueño.

Flota de aviones y helicópteros

Escobar poseía una flota privada de aviones y helicópteros que rivalizaba con la de algunas pequeñas aerolíneas comerciales. Sus aeronaves no solo servían para el transporte de drogas, sino que también eran utilizadas para sus viajes personales. Un avión de lujo, con comodidades que incluían un jacuzzi a bordo, ejemplificaba la exuberancia con la que Escobar abordaba incluso sus desplazamientos.

Hacienda Nápoles Hipopótamos
La entrada de la Hacienda Nápoles. | Foto: Getty Images

Colección de autos

El “Patrón” era conocido por su pasión por los autos de lujo. Su colección incluía una amplia variedad de vehículos, desde clásicos hasta automóviles de alta gama. Entre los modelos más destacados se encontraban Porsches, Ferraris, y un Lamborghini Countach. Estos vehículos no solo eran símbolos de estatus, sino también herramientas para transportar dinero y drogas de manera discreta.

Joyas y accesorios

La obsesión de Escobar por la ostentación se manifestaba también en sus gustos por las joyas. Collares, anillos y relojes de marcas exclusivas eran parte de su vestimenta diaria. Además, se le atribuye la famosa “Piedra Lunar”, un diamante de 44 quilates que, según la leyenda, llegó a perder durante una fiesta, solo para recuperarlo más tarde.

Pablo Escobar  1983
Pablo Escobar y su esposa María Victoria. | Foto: Gamma-Rapho via Getty Images

Respaldo de la gente

A pesar de su imagen como un criminal despiadado, Escobar también buscaba ganarse el favor de la comunidad a través de actos de generosidad. Construyó casas para personas necesitadas, financió proyectos de infraestructura y organizó eventos masivos. Esta paradoja entre la violencia desmedida y los ríos de dinero regalados al pueblo añadía una capa adicional de complejidad a su figura.

Submarino del narcotráfico

Como muestra de su ingenio criminal, Escobar invirtió en un submarino personalizado para el transporte de drogas. Este vehículo sumergible, equipado con tecnología avanzada, le permitía evadir la vigilancia de las autoridades y transportar grandes cargamentos de cocaína. Esta excentricidad evidencia la creatividad y los recursos ilimitados que Escobar estaba dispuesto a emplear en sus operaciones.

Objetos de Pablo Escobar, en museo de la Policía
Objetos de Pablo Escobar, en museo de la Policía | Foto: ESTEBAN VEGA LA ROTTA

Una cárcel propia

En 1991, Pablo Escobar se entregó a las autoridades colombianas, por lo que luego de largas negociaciones, el capo del narcotráfico aceptó ir a la cárcel La Catedral, ubicada en el municipio de Envigado. En dicha instalación, el líder del Cartel de Medellín tuvo una estancia muy poco particular, donde hizo del recinto un centro criminal donde seguía liderando las operaciones criminales y cometía crímenes, además de seguir viviendo con lujos.

Una vida en la política

En su afán por obtener influencia directa en la política, Escobar fundó el “Movimiento Renovador Liberal” en 1984. Este partido fue diseñado para promover sus intereses y garantizar aliados políticos que pudieran proteger sus operaciones ilícitas. A través de este movimiento, Escobar logró asegurar escaños en el Congreso para él y algunos de sus asociados, llegando a estar en la Cámara de Representantes de la República.