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Primer Encuentro Nacional de Víctimas de las FARC. Familiares de secuestrados se reúnen en la Plaza de Bolívar en octubre del 2012. | Foto: Guillermo Torres

INFORME

Colombia: 39.000 secuestros en 40 años

Este jueves se hizo pública la base de datos más completa sobre secuestro en el país. Las revelaciones son escalofriantes.

Álvaro Sierra Restrepo, editor jefe de SEMANA
20 de junio de 2013

El Centro de Memoria Histórica y la empresa especializada Cifras & Conceptos hicieron pública este jueves la base de datos más completa que se ha compilado sobre secuestro en Colombia.  ‘La verdad secuestrada’, como se llama el resumen del estudio, expone el fenómeno en todas sus aristas y los datos que tiene son estremecedores.

En el país han sido secuestradas 39.058 personas, al menos una vez, entre 1970 y el 2010, el período que cubre el estudio. Más de 3.000 menores se cuentan entre las víctimas de este crimen que ha padecido la sociedad colombiana como una epidemia. Cerca de 1.100 secuestrados han sido extranjeros.

Si se multiplica el número de secuestrados por el tiempo que pasaron en manos de sus captores, esto daría 9.678 años, un mes y 14 días. “Esto es como si los 430.000 habitantes de Valledupar hubieran estado secuestrados durante ocho días”, dice César Caballero, director de Cifras & Conceptos, la empresa que hizo el estudio para el Centro de Memoria Histórica.

Pese a la escala colosal de este delito, en los últimos 40 años se han proferido apenas 3.144 sentencias, es decir, en uno de cada diez casos. Los procesos judiciales se demoran, en promedio, seis años, y sólo en 40 casos se han condenado autores intelectuales.

El trato inhumano de los secuestrados es notorio. En el 17% de los casos, el estudio registra violaciones y golpes a los cautivos y asesinatos de secuestrados frente a sus compañeros en el 4% de los casos.

Casi todos los municipios colombianos registran secuestros, pero el 40% de los mismos se concentra en 38 municipios y cuatro departamentos.

El período más dramático tuvo lugar entre 1996 y el 2005, cuando se cometió la aplastante mayoría de los secuestros en estos 40 años.

Sólo algo más de 9.000 casos tienen un autor confirmado. Sobre ese universo, la guerrilla es responsable del 67% de los secuestros.

Las FARC, con el 37% –es decir, con cerca de 3.400 secuestros–, son las principales perpetradores (si se toman los autores presuntos, que abarcan un universo de casos tres veces mayor, las FARC deberían responder por la autoría de casi de 10.000 secuestros). Un dato que probablemente se convertirá en uno de los argumentos en la discusión sobre reparación a las víctimas del conflicto armado en La Habana. La delincuencia común es la principal secuestradora de niños, seguida del ELN y las FARC.

Ambas guerrillas son autoras del 80% de los secuestros de miembros de la administración pública y el sector defensa. Los paramilitares registran el 4% de la autoría de todos los secuestros, aunque su participación sube al 12% en el campo. Redes criminales son responsables del 20% del total de secuestros.

La ‘empresa’

El secuestro fue en su mayor parte una vasta empresa criminal a la que la guerrilla le añadió un componente de chantaje político. Sobre 19.000 casos en los que se puede establecer la motivación, el 84% son extorsivos y el 12%, políticos. Es decir, casi 16.000 secuestros fueron para pedir un rescate y 2.200 por razones políticas.

Sobre el monto exigido como rescate por los secuestradores hay datos para más de 16.000 casos. En casi una tercera parte de ellos los secuestradores exigieron un rescate de más de 1.000 millones.

Pero en casi otro tanto pidieron menos de 100 millones. Y, si bien entre 1970 y 1995 la gran mayoría de los rescates exigidos por los perpetradores eran de más de 1.000 millones, en las décadas siguientes aumentaron mucho los rescates de menos de 100 millones. Indicadores que muestran que el secuestro en Colombia no sólo afectó a los ricos, sino a las clases medias e, incluso, a estratos medios-bajos.

El Estado ha gastado sumas multimillonarias en enfrentar el secuestro: en pesos constantes del 2012, se ha pasado de 25.000 millones al año, en 1996, a 130.000 millones en el 2010.

Impunidad

Si la industria del secuestro floreció a la escala en que lo hizo en Colombia fue debido, en parte, a la colosal impunidad que la rodea. En promedio, en el 60% de los casos, los secuestrados fueron liberados tras pagar. En el caso de la guerrilla esta proporción ronda el 70%. Sólo el 20% de los secuestrados fueron rescatados por las autoridades.

Del total de 39.058 secuestros, sólo hay 3.144 sentencias condenatorias, es decir, en uno de cada diez casos. Y los capturados son invariablemente autores directos o sus cómplices: sólo en 40 casos se han condenado autores intelectuales.

El estudio establece, además, que un proceso judicial por secuestro toma seis años en promedio. Y que, pese a que hubo más de 28.000 denuncias, sólo se abrió indagación en la mitad de los casos.

Los datos de esta investigación evidencian cómo el secuestro se generalizó en Colombia al punto de que cobró la magnitud de una epidemia y se convirtió en uno de los crímenes que han marcado a fuego el imaginario nacional y han afectado prácticamente todas las capas sociales.

El esfuerzo del Centro de Memoria Histórica y Cifras & Conceptos ha llevado, por primera vez, a la unificación de las diversas bases de datos existentes en el país sobre secuestro. Al poner en blanco y negro la magnitud y las características de este crimen, ambas instituciones dan un paso adelante en dirección a contar con cifras sólidas y completas sobre la multiplicidad de crímenes que se han cometido con ocasión del conflicto armado.

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Metodología


El estudio opta por una definición amplia de secuestro, que va más allá de la distinción tradicional de secuestro simple y secuestro extorsivo, y define el crimen así: “Situación ocurrida en territorio colombiano en la cual una persona es privada ilegalmente de su libertad en contra de su voluntad para obtener algún provecho de ella o de un tercero a cambio de su liberación”.

Así definido, la base de datos incluye el secuestro extorsivo, el secuestro simple, el de policías y militares y, también, las llamadas 'pescas milagrosas' y la trata de personas en territorio colombiano. No incluye la custodia arbitraria de menores de edad, el paseo millonario (considerado secuestro extorsivo en el Código Penal desde el 2008), la desaparición o el reclutamiento forzado, ni la trata internacional de personas, entre otros.

El estudio unificó, después de una valoración, siete bases de datos, que son las que han provisto la información más sistemática sobre secuestro en el país: Fondelibertad, Fiscalía, Policía, DAS, registros de prensa, sentencias judiciales, entrevistas con las víctimas y publicaciones sobre secuestro.

Aunque el total de secuestros está respaldado por una base de datos con nombres y apellidos, para otros datos se usan universos distintos, dependiendo de la información disponible. Así, por ejemplo, para definir la autoría, hay 29.085 casos en los que se tiene un autor presunto y 9.082 en los que existe un autor confirmado. En cada gráfica se especifica el universo que abarca.