Horas cruciales para las coaliciones de izquierda y de derecha

Las elecciones del 2018 que parecían ser un asunto de coaliciones -ya fueran de derecha o de izquierda- podrían convertirse en las de candidaturas solitarias. Los intereses particulares predominan a la hora de hacer alianzas, y por eso es que las coaliciones no parecen congregar a todas las tendencias de determinada orilla. Aunque es un hecho que habrá candidatos de coalición, estas no serán como se advertían. 

Ya se sabe que Clara López (ASI), Gustavo Petro y Carlos Caicedo (ambos por firmas) se medirán en las urnas para elegir un candidato único que represente a un sector amplio de la izquierda. Sin embargo, quieren que esa puja electoral sea más amplia y tenga más nombres en el tarjetón.

Es por eso que, a pesar de las constantes negativas, han insistido en invitar a Sergio Fajardo (por firmas) y a Humberto de la Calle (Partido Liberal) a que acepten el reto, depongan sus diferencias y vayan con ellos tres a una gran consulta de centroizquierda, que permita hacerle un contrapeso fuerte a los candidatos de derecha que también pujarán por el poder en las presidenciales del 27 de mayo (primera vuelta).

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Fajardo, que se siente fortalecido por el buen registro que tiene actualmente en casi todas las encuestas, volvió a cerrar esa puerta en la mañana del viernes. Desde Medellín, ciudad que recorrió junto a Claudia López (Alianza Verde) y Jorge Robledo (Polo), fue enfático en que su Coalición Colombia -como llama a su campaña- no tiene espacio para más aspirantes y que, por lo mismo, irá solo hasta primera vuelta.

En contraste, y a pesar de que en una carta pública había dicho que no, De la Calle volvió a abrir la puerta a una posible alianza con el tridente López-Petro-Caicedo y confesó desde Buenaventura que nuevamente está pensando en la viabilidad de confrontarlos en una consulta.

Dijo que este fin de semana se reunirá con su jefe político y director del Partido Liberal, César Gaviria, y eventualmente con su antiguo rival y ahora aliado electoral, Juan Fernando Cristo, para dar una respuesta el lunes a la invitación de la izquierda. "Es algo que está en discusión", contó De la Calle, quien añadió que "no cierro la puerta a buscar unidad". Solo el lunes se sabrá si volverá a cambiar de opinión en cuestión electoral.

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Y en la otra orilla ideológica, en la derecha, la situación no es distinta. Mientras que Iván Duque (Centro Democrático) y Alejandro Ordóñez (por firmas) encontraron coincidencias para hacer su propia consulta y elegir un candidato único, todo bajo la batuta del expresidente Álvaro Uribe, la otra ficha de este sector, la aspirante por firmas Marta Lucía Ramírez, dijo que solo el domingo dirá si finalmente participa o se aparta definitivamente de este proceso.

Ramírez, junto a su mentor en esta alianza, el expresidente Andrés Pastrana, fueron derrotados en su intención de apartar a Ordóñez y quedaron solos esperando a tomar una decisión de si es conveniente o no medirse en una consulta. Ella quiere, y ya se abrió a esa posibilidad, pero siente que debe ser invitada de manera oficial y no por medios de comunicación o redes sociales.

Camilo Gómez, miembro de la campaña de la candidata por firmas, esbozó que "no hay más convencidos que nosotros de la coalición, que la hemos impulsado, lo que pasa es que hacerle gavilla a una mujer no se ve bonito y no es lógico". Eso se traduce en que hay algunas heridas, pero que seguramente aceptarán medirse en las urnas con Ordóñez y Duque.

Los únicos que se quedarán sin coaliciones, pero que aspiran a que ese escenario los beneficie, son Germán Vargas Lleras, Juan Carlos Pinzón, Rodrigo Londoño, Piedad Córdoba y Viviane Morales. Todos ellos van solos hasta la primera vuelta, aunque esperan abrirse el suficiente espacio para clasificar a la segunda.

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Lo cierto, por ahora, es que este fin de semana será clave en materia de coaliciones, no solo porque el lunes 22 de enero se vence el plazo para que se reporte ante los organismos electorales quiénes harán consultas, sino porque la decisión política que se tome en estas 48 horas impactarán de forma directa en el ajedrez electoral en el que se está jugando el futuro del poder colombiano.