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SALUD

Crece desocupación y riesgo económico en clínicas por la covid-19

Daniel Adolfo Parra, director de la Clínica Santa Sofía en Buenaventura, dice que hoy están trabajando a pérdidas.

29 de abril de 2020

Las clínicas y hospitales libran hoy una angustiosa carrera contra el tiempo. Muchos países ya han visto que estas instituciones colapsan cuando la curva del coronavirus sube: las camas no alcanzan, el personal no da abasto y los elementos esenciales comienzan a escasear.

Daniel Adolfo Parra Lizcano, director administrativo de la Clínica Santa Sofía en Buenaventura, único centro médico de media y alta complejidad en el Litoral Pacífico, dice que hoy están trabajando a pérdidas.

SEMANA: Los hospitales han dejado de realizar muchos procedimientos por cuenta de la pandemia. ¿En cuánto ha bajado la prestación de servicios en su institución?

DANIEL ADOLFO PARRA: La productividad nuestra se ha reducido en un 40 por ciento, de lo que habitualmente veníamos realizando.

SEMANA: ¿Ese bajonazo, en que se traduce en la facturación?

D.A.P.: Aquí hay que pronunciar varios puntos. El primero es que, por orden nacional, nos han pedido en este marco de la pandemia desocupar prácticamente la clínica, asignar una capacidad para atender a pacientes con covid-19, en nuestro caso asignamos 25 camas para cuidado intermedio; con esa disposición, hay unos gastos administrativos que son fijos para nosotros, ya que somos la única clínica de media y alta complejidad en el Litoral Pacífico, esos gastos han permanecido igual. 

Tenemos dos especialistas por cada necesidad básica y eso genera un costo de nómina bastante poderoso. Sumado a estos gastos, que se han mantenido iguales a pesar de la baja productiva, hay unos costos de insumos que el Gobierno no ha protegido o no ha dejado claro los precios, y todos esos insumos -que son para proteger al personal- subieron descaradamente.

Y por otro lado, en la medida que desocupemos la clínica para atender pacientes con covid-19, no hay quien nos responda por los recursos perdidos. 

SEMANA: Los ingresos de los hospitales han bajado mucho y a su vez los gastos han aumentado porque los costos de proteger el personal son muy altos. ¿Cómo son esos costos en su institución?

D.A.P.: Nosotros como IPS estamos en desventaja, porque sí debemos cumplir las normas y asumir la atención de todos los pacientes paguen o no nos paguen, pero a la hora de reconocer los pagos por esos servicios, no aparecen los órganos de control para que obliguen a esas EPS a que nos reconozcan esos recursos. 

SEMANA: ¿Les ha tocado despedir a parte del personal? 

D.A.P.: Hasta el momento no hemos realizado despidos y no queremos llegar a tomar esa clase de medidas, pero sí es normal que nosotros como empresa privada pensemos en el futuro financiero de nuestra compañía, y de no verse las ayudas que el Gobierno ha prometido para poder recuperar cartera, pues nos veremos en la penosa necesidad de despedir a parte del personal que tiene contrato fijo mensual.

SEMANA: ¿Cuántos profesionales de la salud trabajan en la Santa Sofía? 

D.A.P.: La clínica en total tiene 610 colaboradores. 

SEMANA: ¿Cómo es la situación de los médicos? ¿Qué tanto han dejado de ganar? 

D.A.P.: Hasta ahora todo sigue normal con los de contrato fijo, pero esperamos las ayudas que prometió el Gobierno. Recordemos que Buenaventura está en estado de emergencia sanitaria. Claro que en la clínica hemos dejado de hacer cirugías y otros procedimientos que representaban un ingreso extra para nuestros colaboradores. Hoy, por cuenta de la pandemia, muchos de esos servicios están suspendidos y eso representa pérdidas para ellos y nosotros.