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Este miércoles el gobierno de Venezuela deportó a 32 colombianos desde Caracas a través de la frontera con Arauca. | Foto: Carlos Julio Martínez

RELACIONES BILATERALES

Ahora los deportados vienen de Caracas

El Gobierno mostró preocupación por lo que parece ser un nuevo capítulo de las expulsiones de colombianos del vecino país.

2 de septiembre de 2015

La crisis fronteriza se agudiza y parece ir para largo. Este miércoles, durante el consejo extraordinario de ministros en Cúcuta, la canciller María Ángela Holguín dio una preocupante noticia: 32 colombianos fueron deportados desde Caracas a través de la frontera con Arauca.

“Tengo una noticia un poco desalentadora (…) Dicen que el tema en Caracas ya empezó, así que están entrando los primeros deportados que van desde la capital de Venezuela”, informó.

La noticia es alarmante. Desde cuando el presidente Nicolás Maduro dio la orden de cerrar la frontera y declaró el estado de excepción el pasado 21 de agosto, aseguró que su objetivo era expulsar a los indocumentados en San Antonio del Táchira y acabar con el ‘paramilitarismo colombiano’ que, según él, tiene azotado a la frontera con el contrabando.

Sin embargo, ese argumento se pone en duda con el anuncio de la ministra. Al ser expulsados 32 connacionales que vivían en Caracas queda en evidencia que para el gobierno venezolano el problema no está en la frontera.

Para Laura Gil, experta en relaciones internacionales, esta decisión de Venezuela muestra que las deportaciones están asociadas a problemas internos del vecino país y que la crisis, tal vez, se pueda profundizar.

“Era inevitable que esto siguiera escalando. La crisis con Venezuela está asociada al derrumbe de un proyecto político en ese país. Por eso Maduro está respondiendo a las necesidades internas y no a una lógica internacional”, explicó.

Pero eso no es lo único. La politóloga también considera que estas expulsiones pueden ser una respuesta de Maduro a la ofensiva diplomática que anunció este martes el presidente Juan Manuel Santos cuando aseguró que expondrá la situación ante organismos internacionales como la ONU, la Corte Penal Internacional (CPI)  y la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

La crisis va para largo

Aunque el mandatario del país vecino cree tener argumentos para cada decisión que toma, no son pocos los que relacionan las deportaciones con la xenofobia, como el procurador general Alejandro Ordóñez, que interpuso una solicitud ante la CIDH para que proteja los derechos de los miles de colombianos que han salido de Venezuela como resultado de “una campaña de estigmatización” y una “política de xenofobia”.

Un juicio que no es descabellado. “Creo que Maduro está jugando con la xenofobia, una carta que es muy peligrosa. Cuando se prende esa mecha es muy difícil que se apague. Es por eso que Colombia debe actuar con grandeza y no responder de la misma forma”, manifestó Laura.

Las soluciones no están a la vista. Los diálogos entre María Ángela Holguín y su homóloga venezolana, Delcy Rodríguez, no han arrojado resultados contundentes. Colombia no logró conseguir que en la OEA se hiciera una cumbre de cancilleres para debatir la situación y los ánimos en Unasur no están en la mejor disposición.

Y aunque la crisis se lleve a otros organismos internacionales, como lo anunció Santos, la decisión de parar las deportaciones depende del gobierno de Venezuela. Por eso ahora sólo queda una carta: que los dos mandatarios se reúnan e intenten llegar a un acuerdo.

“Esto va a terminar en un diálogo directo. Sin embargo, considero que esa reunión entre presidentes no sería conveniente en este momento. Maduro aún no tiene suficientes presiones como para ceder y llegar a algo”, explicó la experta.

Para la analista, Colombia debe ir creando un escenario y seguir mostrando la situación al mundo. Así como también debe volcar todos sus esfuerzos para atender la situación humanitaria, pues no hay duda de que la cifra de deportados (1.097) y connacionales que retornan voluntariamente del país vecino seguirá aumentando. “Creo que así será. Ojalá me equivoque en lo que estoy diciendo”, puntualizó.