Diciembre: diez líderes sociales asesinados en 7 días

A excepción del miércoles 2 de diciembre, todos los días de este mes han asesinado al menos a un líder social en Colombia. El último homicidio ocurrió hacia las 11 de la noche, en un taller de soldadura del municipio de Tauramena. La víctima del atentado, Julio Velásquez, se desempeñaba como presidente de la Junta de Acción Comunal del Paso Cusiana.

El muerte de Velásquez se dio horas después del asesinato de Joaquín Antonio Ramírez, miembro del Consejo Comunitario Pacífico Cimarrones. El líder social, quien tenía 69 años, se encontraba en su casa, en el corregimiento de Cisneros, cerca de Buenaventura, cuando hombres armados irrumpieron en su vivienda y lo acribillaron.

Desde que comenzó diciembre, se registran diez homicidios a líderes sociales diseminados en seis departamentos: Javier Francisco Parra, Miguel Tapi Rito, Guildon Solis Ambuila, Darwin René Bisbicus, Juan Carlos Petins, Hernán Eduardo Pino, Carlos Escué, Joaquín Antonio Ramírez y Julio Velásquez.

La situación para los líderes es muy preocupante, en especial en el Suroccidente del país, en los departamentos de Cauca y Nariño. Allí han ocurrido seis de los últimos asesinatos. La población indígena ha sido muy afectada por el recrudecimiento en esta zona del país. Más de 90 han sido asesinados este año.

La última masacre contra los pueblos indígenas ocurrió el pasado 5 de diciembre en un caserío de Santander de Quilichao, donde fueron asesinadas cuatro personas de la etnia nasa. Allí operan varios frentes del ELN y otras bandas que se disputan a sangre y fuego el negocio del narcotráfico.

Según cifras de Indepaz, en lo corrido del año han sido asesinados 286 líderes sociales. En 2019, el número fue de 279. Hasta el momento, durante el 2020 en Colombia se registran 79 masacres, en las que han muerto 340 personas.

MOE lanza alerta por aumento de violencia contra líderes sociales

La Misión de Observación Electoral (MOE) denunció que al menos 411 actos violentos se han registrado contra líderes políticos, sociales y comunales en el país durante los primeros 10 meses de este año.

La organización lanzó una alerta al registrar que en el último trimestre hubo un aumento de este tipo de agresiones, una vez las medidas contra el coronavirus entraron en una fase de laxitud.

En el periodo analizado, detalla el informe de la MOE, estos hechos violentos “mantienen la tendencia observada en años anteriores”, concentrándose en especial en los departamentos de Nariño, Cauca, Antioquia, Norte de Santander, La Guajira, Córdoba y Magdalena.

El departamento de Nariño, en el suroeste de Colombia, es la región que genera más preocupación, ha explicado el director de la MOE, Alejandro Barrios, ya que el territorio es escenario de las disputas entre los distintos grupos armados por las rutas del narcotráfico y los cultivos ilícitos, dejando a la población indígena, afro y campesina en medio de estas confrontaciones.