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Edificio Santa María: Los otros afectados con la tragedia del Nogal

Augusto Lemaitre Cepeda
16 de febrero de 2003

En Colombia, el viernes 7 de febrero de 2003 es un día que será recordado en la infamia, tal como los norteamericanos recuerdan el ataque japonés a Pearl Harbor ocurrido el 7 de diciembre de 1941.

Más de 30 muertos y 170 heridos fue el saldo trágico de este nuevo atentado terrorista perpetrado hacia las ocho de la noche en el Club El Nogal, cuando en éste se encontraban numerosas personas disfrutando de los distintos eventos que allí tenían lugar.

Además de los destrozos materiales ocurridos en el club, varias viviendas a la redonda quedaron afectadas significativamente debido a la potencia de la onda explosiva. El edificio Santa María, localizado en la carrera Séptima con calle 79, fue quizás el que peor salió librado de este insuceso debido que colinda con el club por su costado norte, donde estaba parqueado el carro bomba.

En este inmueble multifamiliar construido hace aproximadamente 35 años y que hace parte del patrimonio monumental de Bogotá dado su gran diseño arquitectónico, fueron a parar gran cantidad de escombros, hierros retorcidos, vidrios e incluso fragmentos de varios vehículos.

Semana el testimonio de Mauricio Torres Escovar, arquitecto bogotano propietario del apartamento 401, quien por cosas del destino se salvó de la tragedia pero cuya vivienda quedó destruida tras la explosión.

Semana¿Dónde se encontraba usted en el momento que estalló el carro bomba?

M.T.: Afortunadamente estaba con unos amigos celebrando mi cumpleaños número 35 en un restaurante del Parque de la 93.

Semana¿Cómo se enteró de la explosión del carro bomba y cual fue su reacción?

M.T.: Escuché el estruendo desde en lugar donde estaba sin imaginar que había sucedido al lado de mi edificio. A los cinco minutos me llamó mi hermano y me contó que había sido en El Nogal, y que por lo tanto existía la posibilidad que mi apartamento se hubiese afectado. Inmediatamente me dirigí hacia mi casa para ver qué había sucedido.

Semana¿Cómo era el ambiente cuando llegó a la escena de la explosión?

M.T.:Caótico. Había un cordón policial severo para impedir la entrada de familiares de las víctimas, socios del club y curiosos que se agolparon en el perímetro. Vi el club envuelto en llamas y el ambiente estaba impregnado con un olor indescriptible verdaderamente repugnante, además del ruido ensordecedor de las alarmas de los carros y la gente gritando pidiendo ayuda. Había una movilización impresionante de personas evacuando y atendiendo los heridos. Después de una difícil conversación con los policías, logré pasar el cerco de seguridad y entrar al edificio.

Semana¿Con qué se encontró al interior del Edificio Santa María?

M.T.:El edificio por dentro eran puros escombros, cosa que no se alcanzaba a percibir desde afuera en sus dimensiones reales. Empecé a subir las escaleras abriendo paso entre la cantidad de heridos que estaban siendo evacuados. Vi cómo desfilaban niños, hombres y mujeres de todas las edades cubiertos en sangre y tiznados de polvo y hollín. Fue un verdadero shock encontrarme con este panorama.

Semana¿Qué hizo al entrar a su apartamento?

M.T.: Inspeccionar rápidamente los daños, cerrar los registros del gas y el agua y bajar los tacos de la luz. De inmediato sugerí a los vecinos hicieran lo mismo en sus casas. Posteriormente, por solicitud de los socorristas procedimos a recopilar colchones para que amortiguaran el golpe de los personas que se lanzaban desde el club a nuestro edificio ante la angustia de ser alcanzados por el fuego reinante. Igualmente improvisamos camillas con las tablas de las camas para evacuar a los más heridos. Curiosamente, en la terraza de mi apartamento apareció un borrachito ileso pero aturdido, preguntándose qué era lo que estaba pasando. En este ajetreo duramos varias horas asistiendo a los heridos y tratando de localizar a los familiares que preguntaban por ellos. A eso de las 3 de la mañana, cuando ya había una relativa calma, entré en compañía de mi novia y un amigo al apartamento y rescaté toda mi ropa, el computador, algunos efectos personales y saqué el carro del garaje.

Semana¿Qué daños sufrió el edificio y su apartamento en particular?

M.T.:Después del club, el edificio donde resido es el más afectado debido a que está separado de El Nogal por una distancia menor a los 10 metros. El edificio fue construido respetando la pendiente natural del terreno, por lo tanto los apartamentos están dispuestos a manera de terrazas. Por lo anterior, la estructura del edificio está conformada por los muros de las viviendas que, al ser derrumbados por la explosión, ocasionaron el desplome de techos y terrazas. Como mi apartamento se encuentra al mismo nivel en el cual los terroristas parquearon el carro bomba, los destrozos fueron considerables. El área social, comedor y cocina quedaron completamente destruidos al igual que las terrazas y jardines. En la zona de alcobas y mi oficina únicamente hubo rotura de vidrios. Además, en mi casa el CTI, la Policía y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas de Fuego (ATF) encontraron piezas de algún vehículo que son importantes para la investigación, tales como una placa incinerada, un cigüeñal, un rin partido, un pedazo de llanta y un artefacto que aparentemente hace parte del detonador de la bomba.

Semana¿Si tuviera la oportunidad de hacerlo personalmente, qué les diría a los terroristas que cometieron este atentado?

M.T.:Les preguntaría que qué buscan con esto. Que si ver morir esa cantidad de gente, ver sufrir a tantas familias, dejar sin trabajo a numerosas personas, matar al pueblo que se supone "están defendiendo" y truncar los sueños de tanta gente de bien es la manera de protestar contra las políticas del gobierno. Definitivamente, ese no es el camino.

Semana¿Qué le espera de aquí en adelante?

M.T.:Finalmente, paso a engrosar las estadísticas de desplazados en este país, ya que me tocó empacar lo poco que pude salvar y buscar un sitio donde vivir. Sigo creyendo en Colombia, en el Presidente y las instituciones, y no creo que exista otro camino distinto a reconstruir mi casa y rehacer mi vida, procurando un futuro mejor para las generaciones venideras.

Semana¿Cumpleaños inolvidable?

M.T.:Definitivamente. No cumplí 35 años, sino que volví a nacer.