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| Foto: Cortesía LOHAS BEANS

Entrevista

El café de la paz: la experiencia de desmovilizados sembrando café

Lohas Beans es una compañía exportadora especializada en cafés certificados que acaba de comprarles 22 toneladas de café a excombatientes de las Farc. SEMANA habló con su gerente, Juan Pablo Campos, sobre esta historia de paz.

11 de junio de 2019

SEMANA: ¿Qué es Lohas Beans?

J.P.C.: Somos una empresa B y la primera empresa BIC (Beneficio e Interés Colectivo) en Colombia. Trabajamos con asociaciones de pequeños productores en todo el país, comercializando su café a grandes compradores internacionales, trasladando los sobreprecios o primas correspondientes a cada certificación que les ayudamos a obtener. 

Contexto: El café de la empresa nacional LohasBeans conquista Tokio

SEMANA: En la producción de 22 toneladas de café que ustedes acaban de comprar hay diez asociaciones cafeteras del sur del Tolima, una de las regiones más afectadas por el conflicto armado. Hay una compuesta por exintegrantes de las Farc, ¿cómo llegaron a este proceso?

J.P.C.: Nos propusimos ser parte activa en esta etapa del posconflicto. Creemos que la empresa privada tiene un rol fundamental en la construcción de la sociedad que queremos. Por eso tomamos la decisión de liderar el proceso de certificación orgánica de cuatro asociaciones en la región de Dolores, Tolima. Una de ellas, Acopaz, está conformada por 45 excombatientes de las Farc.  Asumimos el compromiso de comercializar la totalidad del café que produzcan durante la cosecha y reconocer $ 150.000 / carga de prima orgánica sobre el precio base del día.  Eso equivale a un 20 por ciento de sobreprecio.  

SEMANA: ¿Qué papel tuvo la Agencia para la Reincorporación y la Normalización en este proceso?

J.P.C.: La ARN nos contactó para invitarnos a ser el aliado comercial de esta iniciativa productiva de la agencia. Al estar absolutamente alineada con nuestra actividad principal y nuestra filosofía empresarial, aceptamos asumir el liderazgo del proceso de certificación y de comercialización.  Nos complace ser parte de un esquema colaborativo con el Gobierno nacional, con resultados en el corto plazo.

SEMANA: ¿Qué dificultades han encontrado en la puesta en marcha del proyecto?

J.P.C.: En Colombia una de los principales retos es el logístico. El costo del transporte desde zonas tan distantes como Dolores  es excesivamente elevado. Con la ANI, el Consorcio Ibines, Fenoco, Asoexport y el Puerto de Santa Marta, estamos trabajando para reactivar el corredor férreo para movilizar café desde La Dorada hasta Santa Marta, donde tenemos nuestra planta trilladora.  Recientemente movilizamos 61.000 kilos de café pergamino en el tren, reduciendo los costos de transporte y las emisiones de CO2.  La reactivación del tren es una necesidad para el desarrollo del comercio exterior colombiano. 

SEMANA: ¿ Qué podría venir a futuro con esta alianza en torno a lo que ustedes mismos llaman el café de la paz?

J.P.C.:  Es el primer año de trabajo con las asociaciones de Dolores. Sabemos que es un camino largo, en el que debemos construir confianza y trabajar conjuntamente para mejorar año a año la calidad del café, las condiciones de procesamiento, la inversión social y la consolidación de las relaciones con los compradores internacionales. Creemos que este proyecto tendrá gran acogida por tostadores internacionales que quieren apoyar a Colombia en esta transición y esperamos contar con el apoyo de entidades que quieren hacer parte de esta transformación social.