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'El Chapo' en el momento de su captura, | Foto: EFE.

NARCOTRÁFICO

Los tentáculos de ‘El Chapo’ en Colombia

El poderoso capo mexicano Joaquín Guzmán hacía ‘negocios’ en nuestro país.

26 de febrero de 2014

Joaquín Guzmán Loera, alias el 'Chapo’, no sólo era uno de los narcotraficantes más buscados en el mundo y uno de los mexicanos más ricos, al punto de que se dio el lujo de aparecer en la revista Forbes; el tristemente célebre capo se jactaba de ser un delincuente de gran olfato para los negocios y realmente lo era.

Esa habilidad fue precisamente lo que lo empujó a meterse de lleno en la filigrana del narcotráfico colombiano. De ser un simple intermediario que controlaba buena parte de la droga que ingresaba a los Estados Unidos, pasando por México (por su país pasa el 90 % de la droga), quiso llegar hasta lo más bajo de la cadena productiva para reducir costos y aumentar sus ganancias.

Irónicamente, el auge delictivo del 'Chapo’ era una consecuencia del éxito de las autoridades colombianas en su lucha contra los capos de la mafia. De ahí que la llegada de los tentáculos de Guzmán y su estructura criminal conocida como el cartel de Sinaloa, coincida con la captura y la entrega de reconocidos narcotraficantes locales.

Primero fue la entrega a la justicia de los Estados Unidos de los hermanos Luis Enrique y Javier Antonio Calle Serna, alias los 'Comba’, y luego la captura en Venezuela de Diego Pérez Henao, alias ‘Diego Rastrojo’. Todo ocurrió en el 2012.

Con la salida del negocio de esos temidos narcos, el 'Chapo’ vio la oportunidad de oro para incursionar de lleno en el eslabón de la cadena productiva que aún no controlaba: la producción y el tráfico desde Colombia. Su meta era eliminar a los intermediarios para aumentar sus ganancias y controlar todo el negocio.

En el pasado ya se conocían sus nexos con los narcotraficantes Cifuentes Villa, una familia de Antioquia recordada porque Dolly Cifuentes Villa, extraditada a los EE. UU., fue compañera de uno de los hermanos del expresidente Álvaro Uribe.

Fue sólo a partir del 2012 cuando el 'Chapo’ empezó a mover sus fichas para conectarse con Rastrojos y Urabeños, las dos organizaciones criminales que controlaban la producción y el envío de coca a través del Pacífico colombiano. Precisamente. El emporio criminal de Guzmán en México, lo componen estados que tienen costa sobre el Océano Pacífico.

Mochando cabezas

En Colombia sus nuevos enlaces fueron alias ‘Pollo bobo’, primo de ‘Diego Rastrojo’, y Héctor Mario Urdinola, alias ‘Chicho’; este último fue capturado a comienzos del 2013 y hacía parte de la organización de Diego Montoya, alias 'Don Diego', hoy preso en Estados Unidos.

Desde entonces, en el país se habla de la mexicanización del negocio del narcotráfico, no sólo por la presencia de ciudadanos de ese país en regiones mafiosas y con fuerte presencia de bandas criminales como Urabeños y Rastrojos, sino porque la guerra entre miembros de esas organizaciones se hizo más salvaje.

En las calles de varias ciudades del suroccidente colombiano comenzaron a aparecer hombres decapitados y cuerpos desmembrados que eran exhibidos con avisos intimidantes, muy al estilo del terror que siembran en México los carteles de la mafia.

Secreto a voces


El tema de la llegada de capos mexicanos se hizo tan evidente, que en febrero del 2013 el propio presidente Juan Manuel Santos hizo alusión al problema durante un consejo de seguridad en Tumaco, Nariño.

“(…) Sin embargo, se ha oído mucho rumor en torno a esa operación y en torno a otras circunstancias de la posible presencia de miembros de los carteles mexicanos aquí en el departamento de Nariño. No tenemos conocimiento, ninguna información concreta, pero me dicen varias personas que los rumores son crecientes de la presencia de los carteles, en particular el cartel de Sinaloa, en algunas zonas del departamento de Nariño”.

Lo curioso es que días antes la Policía había capturado en Bogotá a un hombre señalado de ser el enlace del 'Chapo’ en Colombia y cuya misión especial era comprar y enviar la coca hacia México. Se trata de Pedro Luis Zamora Caicedo, alias ‘Junior’, que meses después fue extraditado a los Estados Unidos.

Para esa misma época surgió la versión oficial en torno a que un primo de Guzmán estaba en nuestro país estableciendo contactos para la compra directa de pasta de coca. Incluso, se habló de una cumbre en Bogotá y se conoció de otra más que se realizó en el municipio de La Virginia, Risaralda, donde fueron capturadas varias personas, entre ellas ciudadanos mexicanos.

Meses después ocurrió otro hecho que disparó las alarmas de las autoridades, en torno a la presencia de tentáculos del 'Chapo’, en Colombia. En marzo, sicarios asesinaron al colombo-mexicano alias 'Lalo' mientras salía de la cárcel de Jamundí, Valle. Según fuentes oficiales, alias ‘Lalo’ era el hombre de confianza de otro presunto narcotraficante al que llaman alias el 'Mexicano’ y que aún es desconocido para las autoridades colombianas.

No se irán


Y si existían dudas de los tentáculos del 'Chapo’ en Colombia, hace menos de un mes un grupo especial de la Dijín que investiga las rutas para el tráfico de estupefacientes en el Pacífico incautó una avioneta con casi media tonelada de coca. Esta, al parecer, pertenecía al cartel de Sinaloa.

La revelación es del propio general Jorge Rodríguez Peralta, director de entidad policial, tras aclarar que la aeronave venía de México y aterrizó ilegalmente en el aeropuerto de Ipiales, Nariño, a eso de las 6:00 p. m.

Según el reporte oficial, en el lugar fueron incautados 403 kilos de base de coca y 52 granadas (tres de fabricación rusa).

Otra revelación que arrojó la investigación es que la mafia insiste en mantener a sus emisarios en ese departamento. Ellos optaron por comprar base de coca y no clorhidrato, para así controlar la pureza de la cocaína que distribuyen.

La Dijín estableció, además, que el cartel de Sinaloa mantiene contacto con el jefe guerrillero alias ‘Rambo’, miembro de la columna Daniel Aldana de las FARC, que opera en esa zona del país.

La pregunta que hoy muchos se hacen es si capturado el 'Chapo’, habrá un relevo pacífico por el control de esos envíos de coca, o, por el contrario, nuestro país quedará en medio de una nueva guerra mafiosa, pero esta vez entre capos mexicanos.