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El 'Louvre' de la mafia

Mas de 700 cuadros, muchos de artistas como Obregón y Caballero, cayeron en la ofensiva contra los bienes del narcotráfico.

10 de noviembre de 2002

El 3 de noviembre el hotel Chinauta Resort fue escenario de una reunión poco común. A las 10 de la mañana de ese domingo, mientras la mayoría de colombianos disfrutaban del puente festivo, en el lobby del hotel se encontraron la directora del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MamBo), Gloria Zea; el director de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), coronel (r) Alfonso Plazas, y el subdirector de Bienes de esa entidad, Alejandro Olaya.

Se trataba del encuentro de dos mundos diferentes, representados por una de las mujeres más emblemáticas del arte en Colombia y los hombres encargados de liderar una de las entidades más importantes en la batalla contra el narcotráfico. Los unía justamente el descubrimiento de un punto en común entre el narcotráfico y el arte. La posesión por parte de la mafia de muchas obras, tanto de artistas reconocidos como de embaucadores de incautos.

El lugar del encuentro también era significativo: se trataba del hotel que fue del narcotraficante Pastor Perafán y que ahora está bajo la administración de la DNE. Y el objetivo era adelantar una cruzada que emprendió la Dirección de Estupefacientes: recobrar las obras de arte que compraron los capos de la droga para dejarlas en custodia a disposición del MamBo. "Es algo de gran trascendencia. Se trata de recuperar el patrimonio cultural, de dejar a disposición del público importantes obras que durante años estuvieron vedadas para los colombianos", dijo Gloria Zea a SEMANA.

Por varias horas recorrieron los tres personajes todos los rincones del Chinauta Resort para verificar la autenticidad de los 174 cuadros que Perafán compró a precios astronómicos para adornar la que fue una de sus propiedades más estimadas. Después de inspeccionar todo el lugar, incluido el penthouse dúplex del capo, el veredicto fue que ninguno tenía algún valor. Aunque esa visita no arrojó los hallazgos que esperaban se trató del último episodio de una labor que comenzó hace un mes y que ya ha arrojado valiosos resultados. Y, sobre todo, dejó al descubierto el tema, casi inédito en el país, de la relación del arte y el narcotráfico.

El arte de los narcos

Durante décadas en Colombia se habló de la gran influencia del dinero de los narcotraficantes en actividades que iban desde la construcción hasta la compra indiscriminada de tierras, ganado y vehículos, entre otros. Lo que muchos desconocían es que el arte y la cultura no escaparon a los tentáculos del negocio ilícito.

Desde que se inició la guerra contra los capos del narcotráfico, a finales de los años 80, el decomiso de las obras de arte quedó en un segundo plano y fue visto simplemente como parte de la decoración de más de 5.000 casas, edificios y haciendas que fueron expropiadas y quedaron en manos del Estado. Durante esa efervescencia de allanamientos nadie se ocupó de verificar si las obras tenían algún valor artístico, estético y económico.

Por años esos cuadros, como ocurrió con muchos de los bienes decomisados a los narcos, fueron olvidados por el Estado. Decenas quedaron colgados en las casas abandonadas. Otros terminaron arbitrariamente en despachos de dependencias oficiales o en las bóvedas de la Fiscalía y el Banco de la República. En los registros de la Dirección Nacional de Estupefacientes, entidad encargada de administrar los 38.000 bienes incautados al narcotráfico, el tema de los cuadros, al igual que otros bienes, no pasó de ser una estadística más. Con el cambio de gobierno y el nombramiento del coronel (r) Alfonso Plazas como director de la DNE la situación dio un giro radical.

Al mirar el estado y la ubicación física de los bienes incautados, incluidas las obras de arte, los nuevos funcionarios se encontraron con una gran sorpresa. En las estadísticas de esa entidad aparecen registrados 757 decomisados a los narcotraficantes. El gran inconveniente es que el registro no especificaba de qué tipo de obras se trataba. Simplemente se limitaba a un vago registro cuantitativo. Entre otros aparecen 43 cuadros de José Gonzalo Rodríguez Gacha, 'El Mexicano'; 130 de Pastor Perafán, 31 de Elizabeth Montoya de Sarria, la tristemente célebre 'Monita retrechera', y cinco de Juan Carlos Rodríguez Abadía, alias 'Chupeta' (ver recuadro). "Nunca se habían preocupado por saber qué era lo que realmente tenían en su poder", afirma el subdirector de Bienes de la DNE, Alejandro Olaya.

Consciente de la importancia que representa conocer exactamente qué bienes del narcotráfico están en poder del Estado el coronel Plazas se dedicó a la tarea de buscar y determinar qué clase de obras de arte tenía en custodia la DNE. Listado en mano, el propio oficial y Olaya comenzaron a buscar por todo el país las obras. El caso de los cuadros sin ningún valor de Perafán encontrados en Chinauta Resort fue el tercero de esos grandes operativos que se emprendieron hace un mes. Sin embargo, a diferencia de ese episodio, los anteriores hallazgos arrojaron grandes resultados.

Hace tres semanas Olaya encontró en las bóvedas del búnker de la Fiscalía 11 cuadros de la 'Monita retrechera', De ese grupo cuatro resultaron ser verdaderas joyas de la pintura colombiana. Se halló un Pedro Nel Gómez, dos Manzur y un Caballero que hasta ahora había permanecido totalmente desconocido, dijo a SEMANA Gloria Zea. En ese grupo también se encontró un dibujo de Salvador Dalí, el cual está en estudio para determinar su autenticidad. Cinco días más tarde el mismo Olaya recuperó de las bóvedas del Banco de la República dos obras originales de Alejandro Obregón. El balance no pudo ser mejor. En tres semanas fueron encontradas seis obras de arte originales que se creían desaparecidas (ver recuadro).

El objetivo de Plazas con estos procesos de recuperación de obras de arte, al igual que lo está haciendo con otros bienes de los narcotraficantes, es que cumplan un servicio a la sociedad. Pero más allá de esto la iniciativa también hace parte de la ofensiva que comenzó hace tres meses contra todos los bienes de los narcos, la cual ha arrojado en un tiempo récord resultados tan contundentes como la expropiación del edificio Mónaco de Pablo Escobar o las acciones de Millonarios en poder de los familiares de 'El Mexicano'.

Basado en los alentadores hallazgos de los cuadros de los narcos, por iniciativa de Gloria Zea y el mismo coronel Plazas, se planea realizar para el segundo semestre de 2003 una exposición sin antecedentes internacionales que aborde el tema del arte y el narcotráfico. En ella se expondrán las obras originales que se encuentren y habrá lugar también para todas aquellas falsificaciones y cuadros de menor calidad que fueron adquiridos por los capos. "Una exposición centrada sobre las obras de arte o seudoarte tiene un interés específico que permitirá acercar al público a la realidad cultural del narcotráfico desde una perspectiva interdisciplinaria", afirma Gloria Zea.

La misión de la recuperación de las obras hasta ahora comienza. Según los funcionarios de la DNE, esperan haber localizado la totalidad de los cuadros en los próximos cuatro meses. Sólo entonces se sabrá cuántos de esos 757 son reales y podrán ser expuestos en el futuro en el MamBo.