“No soy ni el candidato de Uribe, ni el de Petro, ni el de Fajardo”: Daniel Quintero

SEMANA: ¿Qué lo hizo dispararse en las encuesta de Invamer entre abril y en septiembre, al pasar de 8 a 21 puntos en la competencia de la Alcaldía de Medellín?

Daniel Quintero: Este es el resultado de una campaña independiente sin partidos, sin jefes políticos, ni de izquierda ni de derecha.  Una campaña hecha en la calle, en los barrios y en las universidades con austeridad.

Ver: Encuesta se aclara el panorama de las elecciones locales

SEMANA: Algunos sectores señalan que usted es de izquierda.

D.Q.: Sabíamos que eso iba a pasar. Que la política sucia iba a aparecer haciéndonos montajes, asociándonos a ideologías. Pero nuestra causa es trabajar por la honestidad,  contra la politiquería y la corrupción.

SEMANA: ¿Es usted un candidato .sin ideologías?

D.Q.: Me considero un ingeniero. Los ingenieros cuando vamos a resolver un problema no pensamos si hay que resolver una tuerca de derecha o de izquierda, sino cuál es la tuerca que sirve. En lo que nos tenemos que poner de acuerdo es en cuáles son los problemas de la ciudad y cuáles son los mejores mecanismos para resolver.

Ver: El análisis de la encuesta Invamer a un mes y medio de las elecciones regionales

SEMANA: ¿Cuál es el principal problema de Medellín?

D.Q.: Hoy Medellín está a punto de alcanzar su máximo de desempleo en la última década (12,6 por ciento en agosto y 13,5 en el primer trimestre). Barranquilla nos acaba de superar en inversión pública per cápita. Hacer empresa en Medellín es cada vez más difícil. Todos estos problemas están asociados a la necesidad de hacer una gran transformación curricular que permita reactivar la capacidad de la ciudad para generar riqueza, empleo. Hablamos de una estrategia de desarrollo económico a la que hemos denominado ‘Valle de Software’ que apunta a crear 50.000 empleos en los próximos cuatro años y recuperar el dinamismo económico de la ciudad.

SEMANA: Otro de los ejes diferenciadores de su campaña ha sido su posición sobre Hidroituango, ¿cuál es?

D.Q.: A Huidroituango lo vamos a sacar adelante, pero no vamos a dejar que los costos y las irregularidades la paguen ni EPM, ni los ciudadanos. Que respondan los que cometieron esas irregularidades.

SEMANA: Algunos dicen que usted ataca a EPM.

D.Q.: Amor no quita conocimiento. Yo amo a EPM pero también es cierto que la forma como se viene administrando hizo que perdiéramos a UNE, que pagáramos un billón más en la empresa Antofagasta, que se perdiera otro billón en Bonyic, otro en Cururos. Si seguimos a este paso nos van a acabar con EPM.

SEMANA: ¿Y en seguridad?

D.Q.: Hay quienes dicen que hay que acabar la política de seguridad de Federico Gutiérrez.  Yo lo que creo es que hay que completarla:le falta corazón e inteligencia.  Arrebatarle los niños y jóvenes a los ‘combos’ con educación, empleo y oportunidades. Hay que utilizar tecnología de punta para crear zonas blindadas, corredores seguros para que la gente se sienta tranquila en la ciudad.

SEMANA: Usted fue viceministro de Santos,  ¿eso lo convierte en antiuribista?

D.Q.: Tuve el honor de servirle al país como viceministro de economía digital, gerenciando la política de innovación nacional a través de Innpulsa. Ahí pude sembrar o poner mi granito de arena para el desarrollo del país. Ahora debemos concentrarnos en los retos y oportunidades de Medellín, dejando atrás la polarización. Me interesa ser el alcalde de todos los medellinenses.

SEMANA: Álvaro Uribe le respondió a su esposa, vía tuiter, diciendo que usted es ‘agente’ de Petro. ¿Cuál es su relación con Petro?

D.Q.: Lo respeto, pero esta no es la campaña ni de Uribe, ni de Fajardo, ni de Petro, ni de Duque. Hay que poner a Medellín en el centro. Siento que hay desespero de parte del Centro Democrático que lo lleva a hacer ese tipo de ataques agresivos y polarizantes. Nosotros vamos a seguir tranquilos y sin jefes políticos.

SEMANA: ¿Es posible ganarle al uribismo en Medellín?

D.Q.: Medellín es una ciudad moderna, orgullosa de sí misma, que tiene talento humano increíble, un potencial gigante. Uribe es igual al pasado.