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Así es como Google busca a los grandes innovadores para que ayuden a salvar el planeta

SEMANA habló con Jacquelline Fuller, la presidenta a nivel mundial de Google.org sobre Colombia y la manera en que esta compañía invierte recursos en soluciones tecnológicas que ayudan a cambiarle la vida a personas que viven en los extramuros del mundo.

17 de noviembre de 2017

Nadie puede imaginarse la vida contemporánea sin Google. Si hay quienes saben para dónde va la tecnología son aquellos que están detrás de esa compañía que antes de comenzar a cotizar en bolsa, ya había creado una organización con propósitos filantrópicos.

Y si es ahí donde gravita el conocimiento más avanzado sobre el destino de la era digital, por qué no creer que ese conocimiento es el que puede ayudar a salvar el planeta.

Jacquelline Fuller, la presidenta de Google.org, habló con SEMANA a raíz del premio que la organización le otorgó a la Patrulla Aérea Civil Colombiana, esa que se dedica a llevar salud digna a los lugares más recónditos del país, a punta de voluntariado. En un concurso llamado Desafío Google.org ellos lograron llevarse una bolsa de USD 450.000 dólares con los que seguirán expandiendo su misión.

Recomendamos: La emocionante historia de los colombianos premiados por Google por llevar salud a los lugares más recónditos  

SEMANA: ¿En qué invierte Google las ganancias que tiene destinadas a acciones filantrópicas?

Jacquelline Fuller: Google.org es el brazo filantrópico de Google, que existe incluso antes de que la compañía cotizara en bolsa. Nuestros fundadores decidieron establecer la organización y donar cada año un 1% de nuestras ganancias netas. Lo que hacemos es buscar a los mejores innovadores en el mundo que están utilizando tecnología e innovación para abordar los grandes desafíos de la humanidad. Lo que hacemos es darles recursos pero también nuestros empleados trabajan con ellos para ayudarles a lograr su misión.

SEMANA: ¿Cuáles son los grandes retos del planeta y las prioridades para una organización como Google.org?

J.F.: En general cada año donamos 14 millones de dólares a Latinoamérica, lo hacemos en dos formas. Una es con el financiamiento directo, principalmente a las áreas de educación –empleos a la educación, por ejemplo- plataformas que ayuden a alumnos en zonas de difícil acceso, que estén en desventajas como indígenas o en zonas rurales, plataformas que sean de enseñanza para niños o para los maestros. Frente a oportunidades económicas y de empleo otra gran área es la de capacitación en habilidades digitales, sobre todo para mujeres y niñas.

SEMANA: Este año decidieron hacer un Desafío para premiar proyectos que están cambiando el mundo. Colombia ganó el tercer lugar…

J.F.: El Desafío Google.org es nuestro programa insignia a nivel mundial. Generalmente lo hacemos solo en un país, pero este año el equipo decidió llevarlo a cabo en cinco países, por lo cual es el más grande hasta ahora. Estuvo abierto a cualquier área de contenido. Los criterios que tuvimos en cuenta era que los participantes usaran la tecnología y la innovación para abordar alguno de estos retos que tiene el planeta por delante.

SEMANA: ¿Qué fue lo que más les impactó de los proyectos que se presentaron?

J.F.: Me impresiona el nivel de ambición que tienen esos proyectos. No son pequeños o que pretendan aumentar poco a poco, sino que son grandes ideas.  Y no se va a necesitar solamente la ayuda de Google, sino de muchas otras personas para lograr sacar adelante la visión que tienen. Por ejemplo, el finalista de Colombia, que usan aviones para llevar salud a zonas remotas es algo que se ha hecho en otras partes del mundo, pero en este caso lo interesante es que le están apuntando a los datos para llevarlos al sistema de salud pública y dar una mejor atención a los pacientes y anticipar las necesidades. Eso lo hace bastante ambicioso. El finalista de Argentina (el que ocupó el primer lugar) está abordando dos desafíos al mismo tiempo, por un lado le apuntan al tema del desecho plástico que es una necesidad para el planeta. Con ese material elaboran ladrillos ecológicos para suplir el déficit de viviendas. Esta solución une dos desafíos.

SEMANA: ¿Por qué la tecnología sí puede cambiar la forma de habitar el planeta de un modo sostenible? Sobre todo en tiempos en los que el ser humano lo destruye cada vez más…

J.F.: En áreas como los derechos humanos, la educación, o el medio ambiente y el cambio climático, siempre la ciencia es nuestra amiga. Siempre vamos a tomar mejores decisiones gracias a ella. Cuando los análisis están basados en evidencias, se pueden encontrar soluciones más efectivas. Google, como una compañía de tecnología, quiere ayudar a entender la evaluación de los problemas. Google.org, por ejemplo, está monitoreando la deforestación en el Amazonas y en otras regiones. Un ejemplo: Google creó una alianza con el Gobierno mexicano para realizar el mapeo de la deforestación en todo el país, y además estos datos se van a hacer visibles para todo el mundo. El monitoreo de los datos y compartirlos de manera transparente va a ayudar a que científicos, ambientalistas, ciudadanos y funcionarios del gobierno puedan llegar a una solución.

SEMANA: ¿Está Colombia en el radar de Google.org?

J.F.: Acabo de pasar dos semanas en Colombia, porque uno de mis primos se casó con una colombiana. Fuimos a la boda, pasé tiempo en Bogotá, en Cartagena, en las montañas, me di cuenta lo hermoso que es Colombia, estuve en los bosques. Me impresionó mucho el país, me encantó, quisiera definitivamente volver. Uno de nuestros otorgamientos mas recientes de Google.org fue a un proyecto que se llama Colnodo, que capacita en habilidades para el trabajo. La idea es ayudar a brindar oportunidades económicas a todos los sectores de la sociedad, porque creemos también que la sustentabilidad a largo plazo se basa en la educación. Y se requiere que la gente crea y tenga el convencimiento de que pueden aprender y además, tener esperanza en el futuro y brindarle lo mismo a sus hijos. Google.org también está participando en proyectos que buscan contener la deforestación en toda la Amazonía. Es un ejemplo de cómo Google usa el alcance que tiene para situaciones concretas.