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El director del Departamento para la Prosperidad Social dice que el programa de transferencias va en la dirección correcta. | Foto: Daniel Reina

ENTREVISTA

“Estamos ganando la batalla”

Bruce Mac Master, director del Departamento para la Prosperidad Social, dice que Colombia ya no es uno de los países más desiguales.

20 de abril de 2013

El país rompió una tendencia de 20 años durante los cuales la desigualdad solo subía. Por segundo año consecutivo, bajó el índice Gini, que mide el grado de inequidad en una economía. Según el Dane, también hubo una reducción de la pobreza, que se situó en el 32,7 por ciento en 2012. 

Sin embargo, las cifras no son buenas en materia de indigencia y en el campo, en donde la pobreza extrema es el doble de la nacional. Bruce Mac Master, director del Departamento para la Prosperidad Social, explica las cifras entregadas por el Dane.

SEMANA: ¿A qué atribuye la reducción en el Gini –el indicador que mide la desigualdad– que según el Dane bajó a 0,539?

BRUCE MAC MASTER: Primero debo destacar que el Gini ha bajado 2,1 puntos en dos años. Las razones son varias. Una muy importante es que los ingresos del quintil más bajo de la población se incrementaron en un 13,5 por ciento y los del más alto –los ricos– aumentaron un 3 por ciento. Eso ayudó a bajar la desigualdad. El sistema está logrando ser redistributivo. Estamos ganando esta batalla aunque sabemos que todavía falta mucho camino.

SEMANA: Esto saca a Colombia de la cola de la región, donde ha estado en materia de desigualdad. ¿Qué tanto se escala en esta medición? 

B. M. M.: Sí. Ahora nos colocamos en el nivel de Panamá y Chile. Eso es una locura, pues estábamos lejísimos. Todavía estamos apartados de los primeros, pero hemos dado un gran salto dentro del grupo de los 14 de la región, con los que siempre nos medimos. Algo muy positivo es que en cuanto a mejoras en la equidad, Colombia es el segundo país con mayor éxito después de Ecuador y en nivel de reducción de pobreza somos el segundo, luego de Perú.

SEMANA: La pobreza también bajó. ¿Cuál es el factor que más ha incidido en ello?

B. M. M.: El crecimiento de la economía explica solo un 25 por ciento de la reducción del indicador de pobreza, que en dos años ha bajado 4,5 puntos. El 75 por ciento restante corresponde a otras políticas. El programa de transferencia –como por ejemplo jóvenes y familias en acción– explica una buena parte esta reducción. Eso quiere decir que estamos teniendo éxito con los instrumentos que venimos usando. Otro factor importante es que por primera vez en Colombia es mayor el incremento del empleo formal que el informal. Eso tiene un efecto muy grande en el acceso a la seguridad social, como la salud y las pensiones. 

SEMANA: ¿Cuántos han salido de la pobreza y cómo hacer para que no vuelvan a caer?

B. M. M.: Son 1’700.000 colombianos. Y los llamamos población vulnerable a la que hay que proteger porque, efectivamente, se pueden descolgar en dos minutos. Para ellos tenemos unos programas especiales.

SEMANA: La pobreza extrema –o lo que se conoce como indigencia– casi ni se movió en el último año. De 10, 6 pasó a 10,4 ¿Por qué es tan difícil de romper esta trampa?

B. M. M.: Sí, es cierto. Ahí tenemos un claro llamado de atención. Pero este año se verá el impacto con las políticas que están entrando en vigencia. El aumento en familias en acción, el programa de vivienda gratis, el de jóvenes en acción, los beneficios para el adulto mayor y hasta el plan Pipe que acaba de lanzarse. Necesitamos fortalecer las políticas para bajar la pobreza extrema. Aunque ya han salido 700.000 personas de esa situación.

SEMANA: No le preocupa que en el campo la pobreza extrema sea el doble del total nacional. Allí llegó al 22,8 por ciento. 

B. M. M.: Sí claro. Tenemos otro llamado de atención en el sector rural. Hay que hacer un esfuerzo mayor para atender a esa población. Los programas de restitución de tierras nos imponen nuevos retos, porque es gente volviendo al campo. Tenemos que estar listos para atender ese desafío.