“Hay una conspiración contra la coalición uribista”

De vez en cuando un congresista tiene su cuarto de hora en la Casa de Nariño y parece que ahora es el turno del vallecaucano Roy Barreras. A pocos días de que comience la nueva legislatura, Barreras está convencido de dos cosas: de Uribe y de una conspiración contra Uribe.

GUSTAVO GÓMEZ: ¿Usted se reunió con el Presidente para advertirle de una conspiración?

 
ROY BARRERAS: Sí, estoy seguro de que hay una conspiración contra la Seguridad Democrática de Uribe.

G.G.: ¿Uribe también está convencido?

R.B.: Él es consciente de que hay una amenaza contra su gobernabilidad, contra la coalición uribista y de que, tristemente, en parte viene de ex miembros del uribismo coaligados con la oposición. Hay por lo menos tres elementos que prueban que ellos quieren destruir la obra de gobierno.

G.G.: ¿Cuáles?

R.B.: El hundimiento del referendo a punta de trampas, la conspiración contra la coalición de gobierno en las mesas directivas del Congreso y el ataque del presidente Correa a Juan Manuel Santos, posible sucesor de Uribe.

G.G.: ¿Sugiere vínculos entre la oposición y el presidente Correa?

R.B.: ¡Pero sin ninguna duda: con Correa, Chávez y Ortega! Los puentes entre ellos y la oposición son evidentes.

G.G.: ¿Qué miembros de la oposición estarían involucrados?

R.B.: Hay tres tipos de opositores legítimos: los viudos del poder, encabezados por los ex presidentes Gaviria, Pastrana y Samper; los ingenuos, que se vendieron electoralmente como uribistas y creen que montándose al carro de la oposición se van a volver opción de gobierno, como Vargas Lleras, y, finalmente, la oposición radical de la izquierda democrática, con Gaviria, Navas, Borja… No olvide que Piedad Córdoba milita en el Partido Liberal y ha tenido grandes vínculos con Chávez y las Farc.

G.G.: ¿A Santos lo atacan porque ya tiene la bendición de Uribe?

R.B.: No es coincidencial que después de ponerle zancadilla al referendo, ahora cuando Santos puntea en encuestas, el gobierno de Ecuador la emprenda contra él. Tampoco que una semana después de ese ataque se atente contra la gobernabilidad de Uribe al romper los acuerdos para las mesas directivas del Congreso. Eso, además, desdibuja la posibilidad de un acto legislativo para que Uribe sea presidente en 2014.

G.G.: ¿Prosperará el intento del senador Javier Cáceres y de otros de romper los pactos para mesas directivas?

R.B.: Van a fracasar, porque el Congreso no es tan tonto como cree la oposición y no va a ir en contra de las mayorías. Aquí de lo que se trata es de hacer que fracase Uribe.

G.G.: ¿Usted tiene la tarea de generar cismas en otras colectividades?

R.B.: No tengo ese poder telúrico. Pero los que posaron en el afiche como uribistas y abandonan al Presidente sí tienen, como en la serie Misión imposible, el poder de autodestruirse.

G.G.: Está hoy muy cerca del corazón de Uribe, y en muy poco tiempo. ¿Eso no confirma que estaba infiltrado en Cambio Radical?

R.B.: Hace 11 años fundé Cambio Radical. Diría mejor que Vargas Lleras lleva cinco años infiltrado en Cambio Radical.

G.G.: Si se hunde el referendo, ¿ustedes no están cogidos de la noche para tener candidato sólido?

R.B.: Tenemos candidatos muy firmes.

G.G.: ¿Santos, Sanín, Rivera y Arias?

R.B.: Creo que serán esos cuatro nombres.

G.G.: ¿En ese orden?

R.B.: En orden de posibilidades creo que son Santos, Sanín, Arias y Rivera. Colombia necesita experiencia. Arias terminará siendo un buen vicepresidente.

G.G.: ¿Cómo se plantea el Presidente la escogencia de candidato único?

R.B.: Cree que no deberían ir todos a la primera vuelta y que hay que surtir dos pasos previos: consulta interna del conservatismo y La U y consulta interpartidista, probablemente en febrero o marzo, antes de mayo.

G.G.: ¿Usted es el papá de la idea de invitar a Sanín y Rivera a esa consulta?

R.B.: Me parece sano que participen Rodrigo y Noemí, pero serán ellos los que deciden en qué partido, y serán las bancadas de esos partidos las que definan si los reciben o no.
G.G.: ¿Cuál reemplazó a Fabio Echeverri en el corazón de Uribe?

R.B.: Es irreemplazable y no ha salido del corazón del Presidente. A él le gusta que el Presidente descanse y vuelva.

G.G.: ¿Como a la Iglesia Católica?

R.B.: Como a mí. Y me gustaría más oír a los obispos hablando de planificación, aborto, eutanasia, celibato y abuso de menores.

G.G.: ¿Sigue en guerra con Navas Talero?

R.B.: No. Incluso le ofrecí quitarle dolores con acupuntura, pero le dio miedo de que le
pusiera las agujas muy duro.

G.G.: ¡Olvidaba que usted es médico! Como Dilian Francisca, con quien va a tener, ahora cuando están los dos en La U, que pelearse los votos del Valle…

R.B.: Ella es vecina, amiga y, óigame, la jefe natural del partido en el Valle.

G.G.: ¿La obedece?
R.B.: En asuntos del Valle no tengo problema en que coordine la actividad política.

G.G.: ¡Qué generoso!

R.B.: Es que estoy ocupado con los temas nacionales.

G.G.: ¿No le parece curioso que mientras Uribe abre una ventana para Piedad Córdoba en temas de secuestrados, esté fresco el recuerdo de la denuncia que usted le hizo por traición a la patria?

R.B.: Curioso es que la oposición lleva meses exigiéndole al Presidente que la nombre y el día en que lo hace, dice que esa es una cortina de humo. Dios quiera que le vaya bien en esa tarea y logre la liberación de los secuestrados.

G.G.: ¿Cómo? Sólo le permiten recibir gente en el aeropuerto y, además, Uribe puso la condición de que las Farc devuelvan a todos.

R.B.: ¿Le parece rarísimo exigir la liberación de todos los secuestrados?

G.G.: No. Lo raro es que el Presidente piense que la guerrilla le va a hacer caso. ¿De cuándo aquí?

R.B.: Las Farc tienen la obligación de devolverlos. No vamos a morder la carnada de la oposición: la culpa de los secuestros no es de Uribe, sino de la guerrilla.

G.G.: ¿No es claro que Piedad preferiría un rol más activo?

R.B.: ¿Como por ejemplo entregar la zona del Caguán a las Farc? Ella quiere que los jóvenes sigan el camino de ‘Tirofijo’, pero no le van a hacer caso.

G.G.: Última: ¿por quién quisiera votar para Presidente?

R.B.: Por Uribe, pero hoy no lo permite la Constitución.