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El alcalde Ospina, que ha visitado la zona, no solo busca evitar nuevas construcciones en Pance, sino también la extracción de roca y material de construcción.

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La pelea por el río Pance

El alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, se fue lanza en ristre contra firmas constructoras y advierte que no dejará urbanizar más la ribera del afluente. Alista dos proyectos de acuerdo para cambiar el POT y declarar los predios de utilidad pública.

22 de febrero de 2020

En los pocos meses que lleva en la alcaldía de Cali, Jorge Iván Ospina ha demostrado un talante polémico: propuso comprar armas a la sociedad civil para evitar la violencia y aseguró que adquiriría algunos predios que fueron de la mafia para realizar proyectos públicos, con lo que se atravesó en las intenciones de la Sociedad de Activos Especiales (SAE). Ahora se enfrenta a las empresas que pretenden construir proyectos de vivienda en cercanías del río Pance, zona estrato seis con el valor más alto por metro cuadrado de la capital valluna: “Señores de la tierra, no los vamos a dejar urbanizar más”.

Ospina visitó el Pance acompañado de funcionarios, concejales y ambientalistas. Recorrió parte de los 25 kilómetros del río con una pancarta que decía: “Obra suspendida”. Otra cartelera sostenida por ambientalistas señalaba directamente a la constructora Jaramillo Mora, a la que acusan de querer acabar con el afluente. 

Según las denuncias, varias construcciones vulneran el río Pance, declarado sujeto de derechos en junio de 2019 por un juez de la ciudad. El alcalde dijo entonces que esas compañías han “colmatado la capacidad urbanística del sector”. Alegó que muchas de las plantas de tratamiento de aguas residuales no cumplen los estándares y vierten los desechos directamente en las aguas del afluente

Para evitar más construcciones en Pance, Ospina radicará en el Concejo un proyecto de acuerdo para modificar el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) y cancelar futuros proyectos urbanísticos en la ribera y sus cercanías. El alcalde plantea cambiar densidades y alturas de las edificaciones que entren en la zona de georreferencia del afluente, que nace en el parque natural Los Farallones y desemboca en el río Jamundí. Hoy, en esa zona hay edificios de más de diez pisos.

Muchos concejales apoyan la modificación del POT, pero otros cabildantes no ven con buenos ojos esta medida. Creen que la ciudad no tiene para dónde crecer más y Pance es una alternativa ideal. El Concejo contestaría en 2021, según el cronograma de debates.

Ospina quiere comprar un terreno de 7 kilómetros al sur de Cali para expandir el Parque de la Salud en Pance, donde cada fin de semana llegan más de 10.000 bañistas. Ya radicó el proyecto de acuerdo para declararlo de utilidad pública en el Concejo y este lo aprobó en su primer debate. Para adquirirlo, la Alcaldía debe consignar 160.000 millones de pesos. 

Si la declaratoria de utilidad pública tiene éxito, quedarían congeladas las licencias de construcción otorgadas y las compañías que habían comprado estos lotes para urbanizar deberían revenderlos a un único oferente —la administración municipal— por el precio que establezca la ley. Los constructores no han ocultado su molestia. Jaramillo Mora negó daños al medioambiente por cuenta de sus proyectos. “Nosotros en 50 años hemos buscado hacer las cosas muy bien”, dice su vocero. 

La pelea por el Pance también involucra a empresas dedicadas a extraer roca y material de construcción en las playas del río. Dos licencias otorgadas a las personas naturales Juan Raúl Navia Reyes y Alberto José Navia Rojas tenían una vigencia desde 1998 hasta 2032, que les permitía disponer de esos recursos para venderlos a las constructoras que adelantan proyectos en el sector. 

En su acto simbólico, Ospina instaló un nuevo candado en la entrada de la mina. Días después la Corporación Autónoma Regional del Valle (CVC) canceló esas licencias de título minero. No podrán sacar una roca más del río Pance. “La extracción reducía la oxigenación de este cuerpo de agua y aumentaba la velocidad del río y con ello la posibilidad de inundaciones aguas abajo. Era un error”, dijo el alcalde. 

La autoridad ambiental de Cali, Dagma, por orden del alcalde instalará controles permanentes para evitar invasiones y la extracción de roca o cualquier otro material del río. La apuesta de Ospina por el río es alta y parece no tener reversa. Como él dice, “si me toca ir a acampar a la zona, lo hago”.