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| Foto: Fotomontaje Semana

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Video: A la cabra Lulú la mutilaron, pero pudo caminar de nuevo gracias a la ciencia

El caprino fue víctima de un campesino de Carmen de Bolívar, Antioquia, en noviembre de 2016. Después de un año de tratamientos en la Universidad CES, Lulú ya dio sus primeros pasos.

5 de febrero de 2018

Uno de los casos de violencia contra los animales que más conmocionó al país sucedió en noviembre de 2016 en Ciudad Bolívar, donde un campesino le amputó con un machete los miembros anteriores (patas delanteras) a una cabra porque se había metido en su predio a pastar. En ese momento se pensó en aplicar la eutanasia al caprino, sin embargo se encontró una esperanza en el Centro de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES.

Un año después, ha sorprendido a los paisas la imagen de la cabra Lulú caminando de nuevo gracias a unas prótesis diseñadas exclusivamente para su caso por la empresa Animal Fix y el CES.

“Cuando Lulú llegó al CES estaba en una condición clínica muy grave, tenía infecciones en las heridas y en los huesos; inmediatamente nosotros instalamos un plan terapéutico con antibióticos, analgésicos y manejo de las heridas. Luego se planearon dos cirugías para retirar las estructuras óseas que estaban infectadas, luego la cabrita siguió con el mismo manejo analgésico y desinflamatorio y cuando se vio la recuperación, la empresa Animal Fix quiso diseñar unas prótesis”, dijo Felipe Gómez Restrepo, veterinario coordinador del Área de Grandes de Especies del Centro de Veterinaria y Zootecnia de la Universidad CES.  

El diseño fue todo un proyecto, tuvieron que calzar varios modelos en las patas delanteras de Lulú, pues no todos se acomodaban, además, las aleaciones de metal no resultaban reconfortantes, pero los médicos y científicos tuvieron paciencia para dar con el modelo adecuado.  

“Hicieron unos moldes en 3D para simular el muñón de la cabra y desde ese molde fueron desarrollando diferentes tipos de prótesis a ver con cuáles se acomodaba más, estuvimos trabajando finalmente con cuatro prótesis y ella finalmente se acomodó con unas de un metal que se llama 730, que es resistente y liviano, con este metal mostró una gran evolución”, dijo Gómez Restrepo.

Durante más de un año todo un equipo de veterinarios, zootecnistas, médicos internistas, ortopedistas ingenieros biomédicos y anestesiólogos estuvieron a cargo del futuro de la que ahora es la mascota del CES. “Esto nos ayuda a reflexionar frente al maltrato animal y también nos enseñó que existen muchas otras opciones que brindan la medicina y la tecnología para no tener que aplicar la eutanasia a un animalito en estas condiciones”.