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Y LA CAPILLA QUEDO VACIA...

12 de julio de 1982

Finalmente, el levantamiento del Estado de Sitio no afectó el Consejo Verbal de Guerra de La Picota. Se adelantó la lectura de la sentencia.
Algunos defensores especularon con la idea de que la lectura adelantada y resumida de la sentencia, afectara la validez del proceso.
Así los dos años y siete meses de acusaciones y alegatos de inocencia finalizaron abruptamente el lunes 7 de junio. En menos de dos horas fueron condenados un centenar de presos a penas que van desde los dos años, para la rebelión, hasta los 30 años, para delitos reunidos como secuestro, extorsión, rebelión y robo de armas. Las penas suman, en conjunto, más de mil años, pero los defensores confían en que múltiples irregularidades judiciales, características de estos procesos excepcionales, conduzcan a la nulidad del juicio y a la celebración de otro por parte de los jueces civiles.
La primera apelación ya no se hará, como se esperaba, ante el tribunal superior militar, sino ante el Tribunal de Bogotá, porque se espera que para entonces ya no rija el Estado de Sitio.
Si este Tribunal niega la apelación se puede acudir a la Corte Suprema y plantear la nulidad del proceso, por vicios de forma. Pero se trata de un largo combate jurídico, que apenas empieza.
Las decenas de apelaciones que preparan en estos momentos cincuenta abogados, llegarán en agosto a manos del Tribunal de Bogotá. Entre tanto, los vocales, fiscales y presidente del Consejo de Guerra, se dispersaron menos de 24 horas después de concluído el juicio. Se desmontaron sus oficinas, y al día siguiente, en la capilla vacía y silenciosa, nadie hubiera creído que allí fueron condenados cien miembros del M-19.

M-19: LA COMISION DE PAZ NO FRACASO.
SEMANA obtuvo una entrevista exclusiva con Rafael Arteaga y
Jaime Bermeo, miembros de la dirigencia del M-19 recluídos
hoy en la Picota.

SEMANA: ¿En qué circunstancias se realizaron los diálogos con la Comisión de Paz?
R.: Se llevaron a cabo acá en la cárcel, tal vez porque desde nuestra detención, y especialmente a partir de la Operación "Libertad y Democracia", la cárcel ha sido una especie de "oficina pública" de nuestro Movimiento. Quienes han querido dialogar con el M-19, han podido hacerlo acá, cuando el Estado Mayor del Ejército lo ha permitido. Porque usted sabe que desde la pasada operación nacional del ejército antes de las elecciones del 14 de marzo de este año, hemos estado más aislados que nunca, hasta el punto de que hoy solo se les permite visitarnos a nuestros familiares más cercanos (madres y hermanos) y eso que a través de unas mallas que se han instalado acá en el patio de nuestro pabellón. Una especie de jaula. Pero el Dr. Lleras logró conseguir un permiso especial, autorizado por el propio Ministro de Justicia, que le permitió a un amigo suyo y nuestro, entrar al pabellón todas las veces que fuera necesario. Así que podemos decir que hoy ese diálogo nuestro con la Comisión de Paz fue serio y sin acosos.
S.: ¿Llegaron ustedes a algún acuerdo con la Comisión?
R.: Encontramos puntos de coincidencia. Puntos comunes. Esto es algo que a nosotros nos ha alegrado, porque hemos comprobado que no nos equivocamos cuando creemos que en las distintas fuerzas del país, hay una vocación de diálogo, una posibilidad real de transitar caminos pacíficos. Y vea usted. Esto lo decimos aún hoy que se ha desintegrado la Comisión de Paz. Porque eso es lo saludable para el pueblo colombiano, de toda esta experiencia: el confirmar que la Iglesia, los gremios, sectores de los partidos tradicionales, y que inclusive un sector de la oligarquía (ese sector del que es vocero el Dr. Lleras) sí quieren establecer un diálogo con las organizaciones armadas.
S.: Pero... los mandos militares plantean que ustedes acaban de romper con las FARC. Y que eso los hizo pensar que no serían representativos los acuerdos a que se pudiera llegar. ¿Eso es cierto?
R.: Este es un cuento que se inventó Alvaro Gómez para justificar la negativa de los sectores militaristas. Y le decimos que es un cuento, porque el propio Alvaro Gómez tenía una carta de Rosemberg Pabón al abogado Criales De la Rosa desde hacía seis meses. Si usted lee esa carta, verá que no hay allí alusiones a ninguna ruptura. Es una carta polémica, sí, que anuncia planteamientos y decisiones nuestras ante la situación preelectoral que se vivía. Inclusive compañeros nuestros han dialogado con jefes de las FARC sobre la tregua que se quiso hacer en un principio (hace seis meses). Lo que ocurre es que nosotros no podemos hablar a nombre de todas las organizaciones armadas.

FRACASO RELATIVO
S.:Concretamente entonces: ¿Se sienten ustedes frustrados? ¿O creen que se ha avanzado algo en el camino hacia la Paz?
R.: Nosotros somos optimistas. Creemos que con la experiencia de la Comisión de Paz, podemos dar un parte de ganancia al pueblo en la medida en que el número de colombianos que creen en la necesidad de dialogar y de llegar a acuerdos, crece. Fijese qué tan cierto es ésto: desde el año 79, a partir de los foros por los Derechos Humanos, el núcleo de demócratas y de voces que claman por el cese de la guerra ha venido en ascenso, y ha tenido continuidad.
S.: Algunos sectores de izquierda han comenzado a plantear que desde un comienzo se sabía que la Comisión de Paz fracasaría ¿Es válido ese planteamiento?
R.: Antes que válido o no válido, ese planteamiento nos parece impolítico. Porque parte de la inacción. Es un viejo vicio de la izquierda colombiana, que afortunadamente no ha contaminado a las fuerzas populares. Precisamente la razón de que la izquierda permanezca aislada, es que no quiere meterse en la realidad nacional, en aras de una supuesta defensa de principios estáticos y de dogmas. Nosotros no podemos quedarnos opinando, como hacen algunos izquierdistas.
La Comisión de Paz no fracasó, sirvió para identificar a los amigos y enemigos de la paz.
Parece que es cierta la idea del asesinado Obispo de San Salvador, Oscar Arnulfo Pomero, cuando definía la nueva izquierda en América Latina. El decía: "si ser de izquierda es estar del lado del pueblo oprimido, entonces los cristianos somos de izquierda. Por eso lo mataron. Como puede ver, parece ser que la izquierda no son sólo los comunistas.