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LA PLATA DEL CARBON

Incertidumbre Por crédito a Carbocol y chaparrón de críticas ante el cierre de Cerrejón Central

17 de junio de 1985

Fue uno de esos viajes discreto a Nueva York que se han acostumbrado a hacer los miembros del equipo económico. Una vez más el pasado lunes comenzó otra ronda de negociaciones entre el gobierno colombiano y los banqueros privados internacionales, con el objeto de definir las condiciones de los créditos que necesita el país durante éste y el próximo año. La noticia, como es ya normal, apareció en las páginas interiores de los periódicos de manera rutinaria. Sin embargo, poca gente en Colombia se imaginó que, detrás del proceso de discusión de 106 prestamos, se encontraba en vilo la estabilidad del proyecto minero más ambicioso de Latinoamérica: El Cerrejón Zona Norte.
Al cabo de cerca de tres años de la puesta en marcha de la colosal explotación de carbon ubicada en la Guajira, se necesita un último "empujoncito" de 423 millones de dólares para asegurar que tanto la construcción como el programa de producción de la mina se ajusten al cronograma previsto. Tal como están las cosas ahora, Carbocol necesita esa suma para cumplir con las obligaciones contraídas con su socio extranjero, Intercor, durante los próximos dos años.
La preocupación sobre la rápida consecución del crédito externo venía desde hace tiempo, pero se ha agudizado debido al lento trámite de las conversaciones con la banca privada internacional. Si bien ahora existe una luz al final del túnel, pues se da como un hecho que sí habrá préstamos internacionales para Carbocol, todo depende de la velocidad con que se hagan los desembolsos. Los grandes gastos que ocasiona El Cerrejón Zona Norte en su etapa inicial hacen necesario un flujo impresionante de recursos. El dinero que tenía Carbocol se acabó en abril y mientras llegan los créditos externos, la Exxon prestó 55 millones de dólares (de los cuales se habían utilizado 16 la semana pasada) que deben ser devueltos la primera semana de julio. "El problema de verdad comienza ahí, si para ese entonces no se han definido los prestamos", expresó un ejecutivo de Carbocol.
Semejante eventualidad -poco factible, pero que cabe en el campo de las posibilidades- pondría en graves aprietos a la empresa colombiana, que en las semanas más recientes ha soportado un chaparrón de críticas debido a la suspensión del contrato de explotación del carbón del Cerrejón Zona Centro,firmado con el consorcio Domi-Prodeco-Auxini. La noticia, dada a conocer hace cerca de un mes, hizo que los críticos se lanzaran a atacar a la empresa colombiana por una supuesta imprevisión que le acarreará grandes costos. Después de la zona norte, se había planeado que la zona centro fuera la segunda gran explotación, con un tope de 1.5 millones de toneladas de carbon al año.
Sin embargo ese objetivo no se pudo alcanzar -por lo menos este año- debido a la suspensión temporal de las explotaciones. Según Carbocol la razón principal tiene que ver con los altos costos de transporte que tenía una tonelada de carbon de la mina al puerto. A diferencia del Cerrejón Zona Norte donde se ha construido un ferrocarril y se está terminando un puerto para superar esas dificultades, en la zona centro. era necesario llevar el mineral por camión hasta Santa Marta. Semejante operación costaba unos 17 dolares por tonelada, a lo cual se le sumaban otros cinco dólares provenientes de los gastos de embarque, suma que reunida constituía más de la mitad del precio de venta del carbon en puerto (40 dolares por tonelada).
Ante tales circunstancias se decidió que era más económico suspender el contrato con Domi y proceder a comprarle los equipos y las mejoras que hizo en la zona de la mina. La cuantía de la operación está todavía en discusión, pero observadores independientes la sitúan en un rango de 20 a 35 millones de dólares, suma que, según Carbocol, es infinitamente menor a lo que se hubiera perdido este año si se hubiera continuado con la operación del proyecto. "Hay que recordar que nosotros estamos adquiriendo equipo y cuando se presenten las condiciones para reiniciar la explotación, lo haremos a un costo muy bajo", sostuvo un directivo de Carbocol.
Según se pudo precisar la semana anterior, las negociaciones sobre el Cerrejón Centro seguirán hasta septiembre, fecha en la cual es posible que haya un nuevo socio y se hayan replanteado las condiciones que tenía el negocio. Aparentemente, la alternativa ideal para solucionar el problema del transporte, es la de construir un ferrocarril que empalme con el de la zona norte o bien transportar el carbón por carretera hasta allí. No obstante, tal decisión debe contar con el visto bueno de la Exxon la cual debe pronunciarse sobre la tarifa que cobraría por tonelada transportada y cargada. En opinión de los especialistas una de las mayores dificultades radica en que el puerto de Bahía Portete está diseñado para cargar 18 millones de toneladas al año y en 1989 la zona norte debe estar produciendo 15 millones, lo cual dejaría un margen muy reducido para que se pudiera embarcar el carbón del Cerrejón Centro.
Pese a las pérdidas incurridas en la operación, los técnicos de Carbocol insisten en que las ventas de carbón de la zona centro que se hicieron desde 1982, fueron definitivas para que el carbón del Cerrejón Norte tuviera éxito en los mercados internacionales "Sin ese recurso -sostuvo alguien de la empresa- habríamos sido unos recien llegados a un mercado que es muy competido y habríamos tenido grandes dificultades colocando nuestro carbón".
Tales dificultades, a primera vista, no se han presentado. En tres meses de operación El Cerrejón Norte ha exportado unas 600 mil toneladas del mineral y se asegura que el 60% de la producción de 1986 ya está vendida.
El carbón colombiano ya se ha utilizado en 12 países de Europa y América y hay conversaciones con un número similar de naciones.
Esas perspectivas les fueron transmitidas a los representantes de cuatro bancos internacionales que a finales de abril estuvieron visitando el proyecto de la zona norte y revisando las proyecciones de Carbocol e Intercor. Como se sabe, uno de los mayores problemas hacia el futuro tiene que ver con los precios internacionales del mineral, los cuales se sitúan en cerca de 40 dólares la tonelada en puerto de embarque, y que contrastan con las proyecciones de hace tres años que hablaban de un precio de 70 dólares la tonelada. Con todo, los especialistas insisten en que hay signos de recuperación en el precio y que tarde o temprano se llegará a niveles más rentables.
En el intermedio, Carbocol confía en que el desarrollo de los proyectos siga sin novedad. En el caso concreto del Cerrejón Norte, donde se han situado la gran mayoría de los esfuerzos, se espera que los banqueros,neoyorquinos se apresuren a dar el sí, para no entorpecer las relativamente buenas relaciones que existen entre Carbocol e Intercor. Las conversaciones de la semana pasada en Manhattan fueron reportadas como muy positivas, pero más allá de ese calificativo, Carbocol espera que se acelere la fecha de los desembolsos para atender sus millonarias obligaciones.