Las 10 películas del año

1. Los infiltrados, de Martin Scorsese.
En los márgenes del Boston de hoy, un lugar que más bien parece un infierno literario, un par de policías irlandeses se pierden en una serie de destinos trágicos que sólo el genial director habría podido entrelazar de forma tan brillante.

2.Munich, de Steven Spielberg.
No suele importarnos, en los thrillers, la terrible suerte de las víctimas: el realizador nos trasforma, nos hace menos seguros de lo que pensamos, al devolverles la humanidad a todos los involucrados en esa venganza que comenzó en las Olimpíadas de 1982.

3Match Point, de Woody Allen.
Otra parodia estupenda (esta vez una violenta historia de amor hecha en Londres) del cineasta que se ha pasado toda una vida advirtiéndonos que lo único a lo que podemos aspirar es a tener buena suerte.

4Las tortugas también vuelan, de Bahman Ghobadi.
Verla es una experiencia traumática, es cierto, pero es lo mínimo que podemos hacer en este punto: no se vuelve a la misma vida después de ver el drama de aquellos niños kurdos.

5Capote, de Bennett Millar.
Nos lleva a sentir compasión por ese hombre quebradizo, el escritor Truman Capote, que se dejó llevar por su propia caricatura y se alimentó de las desgracias ajenas para alcanzar las memorables páginas de A sangre fría.

6El niño, de Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne.
En este pequeño drama, por poco un clásico del cine mudo, un ladrón de segunda recobra de la peor manera una humanidad que ni siquiera sabía que tuviera perdida.

7Secreto en la montaña, de Ang Lee.
Más allá de las suspicacias, de que sus dos protagonistas sean un par de hombres marginales que se enamoran el uno del otro sin quererlo, Ang Lee ha dirigido un nuevo clásico norteamericano que prueba lo frágiles que somos.

8Hotel Rwanda, de Terry George.
Nadie olvidará, gracias a este documento estremecedor, que el administrador hotelero Paul Rusesabagina salvó a más de 1.000 refugiados tutsis del genocidio sucedido en Rwanda en 1994.

9Verdades ocultas, de Susanne Bier.
La cineasta danesa, autora de la estupenda A corazón abierto, prueba una vez más, en este absorbente relato de familia, su misterioso conocimiento de las relaciones humanas.

10El espíritu de la pasión, de Kim Ki-Duk.
Como Ricitos de Oro, como un fantasma, el desconcertante Tae-suk entra a los apartamentos de las personas que se han ido de vacaciones: el director de Las estaciones de la vida lo hará visible cuando se enamore.