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“Gente que lo acompañó dice que Santos hace política de forma desleal”: Vicky Dávila

La periodista de La W Radio presentó su nuevo libro en el que entrevistó a varios protagonistas de la política colombiana, quienes revelaron detalles de su relación con Juan Manuel Santos. Entrevista.

30 de abril de 2018

El Nobel, un presidente que se ha quedado solo. Es el título del tercer libro de la periodista Vicky Dávila, quien entrevistó a los actuales candidatos a la presidencia, a sus fórmulas vicepresidenciales, a quienes fueron sus rivales en 2010 y a los expresidentes de la república para tratar de explicar por qué Juan Manuel Santos, el presidente de Colombia que obtuvo el Premio Nobel de Paz, tiene tan poca popularidad en su país.

En entrevista con SEMANA, Vicky Dávila hizo algunas revelaciones que trae su libro y tras horas de entrevistas a protagonistas de la política colombiana afirmó que el presidente Santos “hace la política de forma desleal”.

Puede leer: Almendras amargas, Vicky Dávila y su salida de la FM (Por Daniel Coronell, 20 de febrero de 2016)

SEMANA: ¿Por qué se ha quedado solo Juan Manuel Santos?

Vicky Dávila: Se quedó solo porque aunque logró desarmar a las Farc no logró consensos sólidos alrededor del proceso de paz. Además,  poco a poco se ha ido quedando solo porque se ha quedado sin mermelada, porque se va, porque el tiempo se le agota, porque estamos en la campaña política y porque la política es muy ingrata. Porque tuvo muchos problemas de popularidad, no solo por el proceso de paz,  sino por el “tal paro no existe”, por los kilómetros de mar territorial que perdió Colombia en el litigio con Nicaragua, por Odebrecht, por los escándalos de corrupción. Todo eso, sumado a su personalidad, a su forma de hacer política, a su pelea con Uribe, a su deslealtad en la política, lo ha ido dejando solo. ¿Usted no vio una fotografía en la que aparece hablando con un perrito? (Risas)

SEMANA: ¿Por qué en el exterior la imagen del presidente Juan Manuel Santos es diferente?

V.D.: A Juan Manuel Santos lo miran diferente afuera porque no están el día a día, en la política interna que ha generado  tanta polarización en Colombia. Entonces desde fuera lo que ven es a un señor que ha hecho unos esfuerzos inmensos para desarmar a una de las organizaciones ilegales más poderosas en América Latina. En el libro se plantea que su esperanza es la historia, vamos a ver en qué termina la corrupción en el fondo de paz, la reparación a las víctimas, el tema de Jesús Santrich, y al final vamos a ver qué tanto se le puede reconocer a Santos. Indudablemente que haber desarmado a las Farc se lo tiene que reconocer todo el mundo. Lo que pasa es que Juan Manuel Santos se ha equivocado en el posconflicto, no le ha metido toda la fuerza como debería. Se ganó el Nobel, desarmó a las Farc y ya como que se bajaron las fuerzas para seguir adelante en el proceso y eso no podía ocurrir.

SEMANA: ¿Qué revelaciones trae su nuevo libro?

V.D.: Por un lado, el informe que le llega de una empresa de seguridad privada al vicepresidente de la república en ese momento, Germán Vargas. Le indica que supuestamente hay micrófonos y cámaras en su habitación y en su sala de juntas. Ese informe lo recibe Juan Manuel Santos, el presidente se compromete a investigar y lo que nos ha dicho el candidato Vargas es que nunca se comprobó, pero eso es una revelación: no lo conocíamos, sucedió en 2016 y nunca se filtró, nunca se supo. Pero sí hubo muchas angustias en la vicepresidencia, mandaron a hacer polígrafo a muchos funcionarios. Imagínese si se hubiera confirmado. Pero es que esta información sale en un momento político donde Germán Vargas es candidato y necesita el apoyo de La U, el partido del presidente Santos. Nunca se comprobó. Pero el libro no cierra este capítulo.

SEMANA: Usted entrevistó a candidatos presidenciales, fórmulas vicepresidenciales, expresidentes. ¿Algún testimonio que le haya sorprendido?

V.D.: Piedad Córdoba, por ejemplo, revela una llamada que le hace Santos a Chávez para pedirle que le ayudara en el proceso de paz, porque las Farc no querían seguir. Y Chávez, en su lecho de muerte, en La Habana, manda a llamar a Timochenko. ¿Qué pasó ahí? Tienen que leerse el libro.

SEMANA: ¿Qué dice Ernesto Samper?

V.D.: Ernesto Samper que lo acompañó todo el tiempo también es como garrote y zanahoria. Le reconoce sus esfuerzos en la paz pero también es crítico en la forma como Santos hace política. Fíjese que dice, por ejemplo… ¿Le puedo leer un trocito?  Dice: “Yo diría que Santos es una persona a la que lo mueven dos sentimientos: la ambición y la inteligencia. Es un ambicioso inteligente, lo cual lo puede hacer más peligroso”. Muy crítico, también recuerda que Santos lo quería tumbar.


SEMANA: ¿Qué le dijo Gustavo Petro?

V.D.: Gustavo Petro, por ejemplo, dice que a él lo traicionó. Que lo traicionó por el metro y lo traicionó con la decisión de firmar su destitución. Y también se atribuye la reelección de Juan Manuel Santos, dice que fue reelegido gracias a él.

SEMANA: También entrevistó a uno de los pupilos de Santos, el exministro Juan Carlos Pinzón, hoy fórmula vicepresidencial de Vargas Lleras. ¿Qué dice de su antiguo jefe?  

V.D.: El relato de Juan Carlos Pinzón es realmente sobrecogedor porque fue un hombre muy cercano a Juan Manuel Santos y cuenta desde que empieza a sentirse incómodo en el gobierno, cuando según él empieza a advertirle al presidente Santos que no podía acabar con los bombardeos por tal cosa, que no podía acabar con el glifosato por tal cosa; y así se le llenó la taza que finalmente pues lo llevó a desligarse completamente del gobierno.

SEMANA: Otro entrevistado es el ex jefe negociador Humberto de la Calle. ¿Qué piensa de Santos ahora que es candidato presidencial?  

V.D.: De la Calle defiende el proceso de paz, piensa  que la historia tendrá que reconocer esa labor de Santos, pero me llamó la atención que en un momento le pregunto por el defecto de Juan Manuel Santos y dice:  “Le gusta jugar en varios tableros”, aunque él mismo reconoce que de pronto ese defecto era necesario para firmar el acuerdo con las Farc.

SEMANA:  Si pudiera sacar una conclusión de las entrevistas, ¿cuál sería?  

V.D.: Yo me sorprendí de que tanto contendores políticos como gente a su favor, gente que lo acompañó, todos, de alguna forma, coinciden en que Juan Manuel Santos hace la política de forma desleal, entonces, de pronto es que sí es desleal.

SEMANA: ¿El caso de Juan Manuel Santos es habitual en la política o es un caso particular?

V.D.: Todos los gobiernos en su ocaso, cuando el presidente tiene el sol a la espalda, es natural que mucha gente empiece a retirarse. Pero creo que el caso de Juan Manuel Santos es crítico, porque ¿quién le queda a Juan Manuel Santos? ¿Usted ve algún ministro que salga y lo defienda locamente? ¿Tiene alfiles? No. Pero lo más triste, lo más revelador, es que uno habla de uribismo, de pastranismo, incluso de samperismo, pero no de santismo. Santos no logró sembrar ideológicamente su legado. Y mucha gente se hizo de lado por interés. Mucha gente lo utilizó y él los utilizó.

SEMANA:  ¿Qué cree que pasará con Juan Manuel Santos el 8 de agosto?

V.D.: Yo creo que el futuro de Santos tendrá dos caminos. Uno, que se vaya a disfrutar de su posición de nobel, que vaya a contar la experiencia de Colombia por todo el mundo sin importar lo que ocurra. “Aquí les desarmé a las Farc ustedes verán cómo manejan eso”. El otro camino es que decida defender su legado, y de ser así lo tendríamos que ver envuelto en la política interna, y yo creo que ese camino es bastante difícil. No sé por qué pienso que no tiene ese talante. No creo que lo vayamos a ver como Uribe en el Congreso, haciendo política, sacando candidatos. Pero usted sabe que en política cualquier cosa puede pasar, y depende de quién vaya a ser el presidente a partir del 7 de agosto.

SEMANA: Vicky Dávila fue protagonista en el gobierno de Juan Manuel Santos por aquel episodio que el país conoció como el de las Almendras Amargas. ¿Eso la motivó para escribir de Santos y sus ocho años de gobierno?  

V.D.:  No queda ningún resentimiento. No escribí este libro para desahogarme con Juan Manuel Santos. Eso fue un episodio en mi carrera profesional. En este libro, más que hablar yo, hablan unos terceros. Hablan los candidatos, los expresidentes, sus contendores políticos en algún momento que estuvieron en competencia con él para ser presidentes de la República. Entonces eso es lo primero, yo no tengo ningún resentimiento con Juan Manuel Santos. Mi tarea era denunciar. Yo cumplí, denunciamos la Comunidad del Anillo y ahí están avanzando las investigaciones. Me dijeron que era una mentirosa, el presidente me desmintió, pero los hechos, poco a poco, nos van dando la razón. Pero ese es un episodio que tenemos que pasar la página. Imagínese si yo me quedara toda la vida en esos hechos. Estoy feliz en lo que estoy haciendo y sigo cumpliendo mi tarea como periodista.  

SEMANA: ¿Volvió a hablar con el presidente Santos?  

V.D.: Lo busqué para este libro. Lo busqué formalmente, a través de su oficina de prensa, a través de sus asesores, pero él  no quiso. No sé. Yo lo busqué, él no quiso.