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Políticos cuestionados vuelven en cuerpo ajeno

Las listas al Congreso revelan que retornarán o repetirán familiares de congresistas sub júdice.

7 de diciembre de 2013

Al Congreso, además de los delfines que son la prueba de la falta de renovación en la clase política, también aspirarán familiares de políticos cuestionados. Estos comodines de los clanes electorales regionales aspiran a recuperar o mantener el poder que algún día tuvieron algunos de sus familiares.

Las normas electorales señalan que los jefes de los partidos deben otorgar o negar los avales. Los criterios deben ser objetivos y en Colombia no hay delitos de sangre. Eso supone que legalmente no hay ninguna razón para que los apellidos de castas políticas no aparezcan en las listas.


Sin embargo, los partidos sí podrían negar los avales previamente, como ha sugerido Carlos Fernando Galán que lo hará en Cambio Radical. De lo contrario, con el escollo jurídico superado, no es de extrañar que este lunes, día en que se deben inscribir las listas de los partidos ante la Registraduría, el país se lleve una sorpresa y aparezcan muchos familiares de políticos investigados o condenados como candidatos.

El fenómeno no es nuevo. Desde 2006, con el destape de las investigaciones por vínculos entre la clase política local y los grupos ilegales, quedó al descubierto cómo esas estructuras políticas podrían relevar sin problema a los que fueron descabezados por la Justicia.

Según Alejandra Barrios de la Misión de Observación Electoral (MOE), el problema para las próximas elecciones podría ser peor. “Como nunca antes, se van a presentar tantos familiares hijos o sobrinos de personas que fueron investigadas”. En su criterio hay dos explicaciones para esa tendencia. En primer lugar, porque el número de investigaciones y sanciones aumentó desde 2006, cuando el fenómeno estaba en ciernes y, en segundo lugar, porque los familiares de los políticos enredados probaron que podían llegar al Congreso y que no pasaba nada.

Los partidos, por su parte, en voz baja defienden su derecho a otorgar esos avales porque estos candidatos no tienen ningún lio con la justicia. El problema es que sus estructuras electorales, en muchos casos, se fortalecieron con métodos non sanctos. Familiares de políticos enredados que aspiran a llegar al Congreso los hay de distintas categorías. Algunos repetirán su aspiración al Legislativo y otros intentarán llegar por primera vez. Estos son apenas unos cuantos de los nuevos aspirantes:

Alfredo Ramos Maya aspirará al Senado por el movimiento de firmas Uribe Centro Democrático. Es hijo del cacique electoral Luis Alfredo Ramos, quien se destacó por sacar amplias votaciones como senador, en 2002, y como gobernador, en 2007. Actualmente Ramos (padre) es investigado por la Corte Suprema de Justicia por una supuesta reunión que sostuvo con grupos ilegales. Ramos (hijo) ha salido en su defensa y ha aprovechado las noticias que se publican sobre su padre para responder con vehemencia que es inocente y que él tiene derecho a participar. La semana pasada, debido a un informe que publicó Caracol Radio, dijo que su papá sería presidente “pero en Colombia le dan más veracidad a los delincuentes”.

Uno de los departamentos con más candidatos con parentescos cuestionados es Bolívar. El Partido Conservador avaló allí las candidaturas de la exconcejal de Cartagena Nadia Blel Scaff y de la exdiputada de Bolívar Luz Estela Cáceres Morales. La primera es hija de Vicente Blel, un senador que fue condenado en 2010 a siete años de prisión por sus nexos con paramilitares. Él hizo parte de la deshonrosa lista de congresistas que aparecieron en el computador de Jorge 40. La segunda es la hija de Javier Cáceres Leal, quien fue condenado en 2012 por su relación con el Bloque Héroes de los Montes de María.

SEMANA conoció que Cambio Radical, el partido de Cáceres, le negó el aval a Luz Estela. Y a pesar de que varios partidos habían hecho un pacto para no acreditar a quienes en otros partidos fueron rechazados, el Conservador incumplió el acuerdo y la incluyó en sus filas. Por eso, no se extraña que varios de los familiares de parapolíticos terminen, en las próximas elecciones, en partidos distintos a los de sus mentores.

En el mismo departamento los nombres de Andrés Felipe y Juan José García Zuccardi fueron contemplados para conquistar la curul de la casa García Zuccardi. Ellos son hijos de los exsenadores Piedad Zuccardi —la mayor electora del Partido de La U en Bolívar—, quien fue llamada a juicio por parapolítica, y Juan José García, condenado por peculado por apropiación. Al final su familia se inclinó por Andrés.

Por el departamento de Córdoba, Yamina Pestana, también avalada por el Partido Conservador, se prepara para llegar al Senado. Ella es la hermana de Pedro Pestana, un médico condenado por sus relaciones con grupos paramilitares. Pestana (Pedro) hizo parte de la estructura política diseñada por Don Antonio, bajo las órdenes de Jorge 40, para crear un Frente Social y Político en Sucre y Córdoba.

Hoy está preso insólitamente en una cárcel que él mismo adecuó en un resguardo indígena zenú, desde donde maneja los hilos de la política. Según lo denunció La Silla Vacía la semana pasada, desde allí orquesta la candidatura de su hermana y ya ha logrado elegir a “tres alcaldes (el de Tuchín, quien es su hermano, el de San Andrés de Sotavento y el de Chimá) y una diputada en Sucre (su hermana Sandra Pestana, de La U)”.

Entre los candidatos a la Cámara por Boyacá está Alejandro Ramírez, hijo del senador boyacense Ciro Ramírez condenado por parapolítica. Y entre los posibles aspirantes nuevos al Congreso también se cuentan los nombres de Óscar Villamizar, hijo del exsenador santandereano Alirio Villamizar, quien fue condenado por haber hecho parte del carrusel de las notarías; José Luis Pinedo hijo del senador Miguel Pinedo, condenado por nexos con los paramilitares, entre otros, que hasta el cierre de esta edición aún no estaban confirmados en las listas.

Los repitentes

Entre los repitentes estarán por Córdoba, Arleth Casado, esposa del excongresista Juan Manuel López. Casado fue avalada al Senado, en 2010, por el Partido Liberal cuando obtuvo la cuarta votación más importante de la Cámara alta: 111.752 votos. En Sucre buscará repetir Teresita García Romero al Senado, hermana de Álvaro García, condenado por su responsabilidad en la masacre de Macayepo ejecutada por los paramilitares. Por Chocó, Astrid Sánchez, avalada por La U es la heredera de la casa Sánchez Montes de Oca, cuyo principal representante es Odín, condenado por parapolítica con una de las más altas penas.

Pero si por las costas llueve, en la zona andina no escampa. En Antioquia busca ser reelegida Olga Suárez Mira, hermana del excongresista Óscar Suárez Mira, barón electoral del municipio de Bello condenado a nueve años de prisión por parapolítica y por sus vínculos con la Oficina de Envigado. En su debut electoral hace cuatro años, Suárez Mira (Olga) obtuvo la mayor votación del Partido Conservador con 122.000 votos.

En Santander, Doris Vega, esposa de Luis Alberto Gil, condenado por parapolítica, aspira al Senado por el PIN. Ella fue diputada de Santander en dos ocasiones y siempre ha hecho política al lado de su esposo, con los mismos aliados y los mismos vínculos. En la lista de ese departamento, Nerthink Mauricio Aguilar, hijo del exgobernador de Santander Hugo Aguilar, también quiere repetir curul.

En Risaralda Samy Merheg, empresario reconocido en la región, repetirá su aspiración por segunda vez, después de que su hermano, el senador Habib Merheg, se fue del país huyéndole a una orden de captura.

La lista de los familiares de políticos cuestionados, que buscarán llegar al Congreso no como un reconocimiento a su trayectoria pública sino por no perder la clientela, puede ser más larga.