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| Foto: Pablo Andrés Monsalve Mesa

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Los cristianos que se cansaron de entregar sus votos a los políticos

El candidato al Senado por el movimiento Colombia Justa y Libre habló con SEMANA sobre la concepción que tienen del Estado y de los casi 12 millones de fieles que tienen y pueden apoyar su causa.

20 de febrero de 2018

Se calcula que en Colombia hay más o menos 12 millones de cristianos evangélicos, en cuya lista no entran ni la Iglesia Ministerial de Jesucristo y su partido Mira, ni Los Testigos de Jehová, ni los pentecostales unitarios. Por muchos años estos votos cristianos fueron explotados por políticos tradicionales, sobre todo de corte conservador, que veían en las iglesias una fuente de votos seguros con la recomendación, desde el púlpito, del pastor.

Un buen ejemplo es el caso del expresidente Álvaro Uribe Vélez, que para sus campañas de 2002 y 2006 se presentó en la Misión Carismática Internacional con el beneplácito del pastor César Castellanos —performance que repitió el presidente Juan Manuel Santos en 2010— y fue ungido por el mismo para ser Presidente. Por entonces, la MCI tenía más de 50.000 miembros, hoy son más de 200.000 y con la candidatura de la pastora Claudia Rodríguez al Senado por Cambio Radical, apoyan la campaña de Germán Vargas Lleras.

El voto cristiano tuvo su explosión en Colombia en el plebiscito por la paz, donde según cuentas de los analistas, aportaron más de 3 millones de votos a la campaña por el No, que finalmente ganó. Esto está ligado a otros movimientos políticos en el mundo: el triunfo de Donald Trump en Estados Unidos apoyado por las iglesias más tradicionales; la víctoria del actual alcalde de Río de Janeiro, el evangélico Marcelo Crivella. El ganador de la primera vuelta presidencial en Costa Rica fue el cantante cristiano Fabricio Alvarado; y en Venezuela el pastor evangélico Javier Bertucci se enfrentará a la maquinaria de Nicolás Maduro.

En Colombia, los líderes cristianos se cansaron de ser manoseados por los políticos de turno y decidieron crear su propio moviemiento, Colombia Justa y Libre, que para las elecciones legislativas tiene una lista cerrada con 50 candidatos liderada por el pastor caleño John Milton Rodríguez, quien tiene una congregación con más de 25.000 miembros. ¿Qué buscan? ¿Si llegan a la mayoría en el Congreso buscaran la libertad plena de derechos? SEMANA habló con Rodríguez al respecto.

SEMANA: Después del triunfo del ‘No’ usted visitó, junto con otros pastores, a la comisión de paz que la guerrilla tenía en La Habana, ¿qué pasó en esa reunión?

John Milton Rodríguez: Así es. En Cuba estuvimos el pastor Eduardo Cañas, el pastor Héctor Pardo y yo acompañado de mi esposa. Esa visita nos ayudó a ver que los acuerdos estaban marcados en un interés político por facilitarle a la guerrilla su acceso al poder más que a la defensa de las víctimas, de los niños violados, reclutados, más allá de la defensa de las mujeres violentadas. Eso nos dolió muchísimo. Nos dolió que fueran los intereses de la guerrilla y del Gobierno los que primaran. Dejaron expuestas a las víctimas. Para nosotros como pastores fue algo muy confrontador ver que no había una defensa directa para las víctimas. Lo segundo: ver que la tenencia de la tierra en Colombia no tenía una clara identificación del problema, Colombia tiene 114 millones de hectáreas, 47 millones  son sembrables, y solo se siembran 7 millones y sobre ese fundamento, donde el 87 por ciento del agro está abandonado, no vimos ningún cambio. También el tema de la salud, que es un derecho fundamental, pero el problema no es solo la ley 100, que lo que hizo fue privatizar un poco la salud. El problema es que es reconocido como un derecho fundamental y eso significa que con la cédula te atiendan obligatoriamente, pero no es así. Y ver que el Congreso de la República no lo ha reglamentado porque hay un negocio. El tema de la educación tampoco se resolvía: aquí terminan 500 mil muchachos el bachillerato y solamente 200 mil tienen acceso a la educación superior.

SEMANA: ¿Y al ver esos supuestos huecos en el acuerdo de paz ustedes deciden conformarse como movimiento político?

J.M.R.: Sí, vimos que no había solución a estos problemas. Así que los cristianos nos cansamos de ser un eco, porque los cristianos hemos acompañado campañas políticas con el fin de mejorar al país, pero no ha pasado nada.

SEMANA: ¿Entonces cree que los políticos han manoseado al pueblo cristiano?

J.M.R.: Totalmente, y no solamente al pueblo cristiano. Nos cansamos de ser un eco intrascendente y decidimos ser una voz definitoria en las decisiones del país, porque es el colmo que nosotros, que ya somos casi 12 millones de colombianos, no tengamos una participación directa en las grandes decisiones de Colombia y por el contrario sí asumamos esas decisiones. Nos cansamos de eso. Los tres pastores invitamos a pastores de Colombia hicimos cuatro convocarías nacionales y más de setenta regionales para escuchar a la gente, para escuchar educadores, víctimas, militares, afrodescendientes, indígenas, en fin. Entonces decidimos hacer algo y aparece Colombia Justa y Libre.

SEMANA: Frente a esto que dice, le queda a uno la sensación de que los cristianos despertaron ahora con la negociación de las FARC y tomaron a las víctimas como bandera, pero antes con las masacres de los paramilitares y la negociación con las AUC, que se desarrollo en medio de actos atroces, no dijeron nada...

J.M.R.: Yo creo que la sociedad colombiana está muy fragmentada, ni siquiera polarizada, cada quien tirando para su lado, mirando cada cual cómo resuelve su problema. Nos cansamos de eso también. Decidimos honrar lo que somos como creyentes, el cristiano viene de la concepción  de Cristo, que nunca vino a establecer una iglesia privada. Por ejemplo, en el Padre Nuestro, Jesús dice ‘venga a nosotros tu reino, hágase tu voluntad en la tierra’, y no habla sólo de la iglesia. O sea: es un tema público. Luego en la edad media aparece Lutero, Calvino, donde vemos la fe como libertad cimentada en la libertad de conciencia, acceso a la propiedad privada; y Calvino habló del estado moderno: el ejercicio de la democracia y la división de poderes. Estamos volviendo a esas raíces, queremos un estado moderno con libertad de conciencia y donde la economía gire alrededor de la propiedad privada de forma responsable. La historia nos habla del pastor Jaime Ortiz Hurtado, uno de los cristianos que fue elegido por la iglesia para representar a los cristianos en la constituyente del 91, de ahí vino la libertad religiosa. La iglesia está haciendo uso de su derecho social, porque si hablamos de representación social, la iglesia tiene más representación que los mismos partidos políticos. La iglesia protestante empezó hace 185 años en Colombia. Hemos tenido presencia en el conflicto, pero atendiendo las víctimas. El cristiano quiere redimir la política sana, que después de servirle a la comunidad se hace elegir.

SEMANA: ¿Pero si hubo un error al callar ante esos hechos atroces no cometidos necesariamente por la guerrilla?

J.M.R.: Sí hubo manifestaciones públicas, pero no con la debida representatividad política. Yo sí recuerdo escuchar en épocas de paramilitares y del M19 manifestaciones públicas de los cristianos, pero no nos escuchaban. Nuestra principal bandera es la reconciliación nacional. Todos tenemos que desarmar los ánimos y sentarnos a la mesa y resolver. Aquí tenemos problemas muy graves que sólo podemos superar dialogando. Nosotros queremos construir sociedad donde el Estado sea garante, que administre la tenencia de la tierra. Queremos ser un puente de acercamiento, de conciliación.

SEMANA: ¿Por qué un cristiano aspira a un poder cuando Jesús dijo que su reino no era de este mundo, cuando él ni siquiera quiso participar en el gobierno de la sociedad que le tocó? 

J.M.R.: El mundo gira alrededor del engaño y la mentira. Jesús dijo que Satanás es el padre de mentira. Jesús se refirió a que nosotros no estamos para ser reyes, así que llegando al Congreso vamos a llegar a servir y no vamos a privilegiar esa mentira y ese engaño. Jesús quiere que seamos luz en las tinieblas, y le dijo a los discípulos que los mandaba como ovejas en medio de lobos. En el capítulo 15 de Deuteronomio dice que cuando se elija rey, no se elija un rey por fuera del pueblo, yo creo que tenemos la responsabilidad de no elegir gente corrupta o mundana, que privilegia la avaricia, sino que debemos elegir gente con principios, valores, ética y moral. Llegamos a servir.

SEMANA: ¿Pero eso quiere decir que impondrán la Biblia sobre los ciudadanos?

Yo pienso que la libertad religiosa es un fundamento en nuestras banderas. Lucharemos por la libertad religiosa y de expresión, así que por eso lado no hay imposición religiosa o de fe. En el tema de los colectivos LGBTI, yo considero que cada colectivo tiene que tener claro lo mismo que tenemos nosotros: que en democracia cada uno puede expresar sus opiniones y conceptos de derechos. Y en democracia nos entenderemos, por votos, por argumentos, por conceptos, por lo que fuera, pero en democracia, sin violencia y agresión.