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Los hombres del Presidente

La protección de Alvaro Uribe es una tarea enorme: lo cuidan sistemas satelitales, agentes gringos, 500 hombres altamente especializados y hasta le prueban la comida., 60754

22 de septiembre de 2003

Alvaro Uribe Velez ha vivido amenazado de muerte por lo menos en los últimos siete años, es decir, desde que ocupó la gobernación de Antioquia, hasta hoy. Cuando llegó a la Casa de Nariño a posesionarse como primer mandatario ya había sufrido 17 atentados y ese 7 de agosto de 2002 las Farc le dieron la bienvenida atacando la sede presidencial con dos morteros de fabricación artesanal. Hoy, quienes velan por su seguridad ya perdieron la cuenta del número de atentados de los que ha sobrevivido como Presidente y se dice que es una de las personas más amenazadas del mundo.

De ahí que su esquema de seguridad sea mucho más intenso que el de sus antecesores. La realidad es que Alvaro Uribe es el hombre más amenazado después del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y del primer ministro de Israel, Ariel Sharon. Aunque el Estado colombiano está lejos de ofrecer el sistema de protección con el que cuentan estos dos mandatarios el gobierno nacional destina 20.000 millones de pesos al año para evitar que maten al Presidente más popular de los últimos años en Colombia.

El esquema de protección de Uribe es de una gran complejidad y sofisticación. Para empezar, la Academia del Servicio Secreto de Estados Unidos entrenó a la mayoría de los 500 hombres que lo protegen a él y a su familia y parte de la vigilancia del primer mandatario está compuesta por miembros de este cuerpo élite norteamericano.

Varios países intervienen en la seguridad de Uribe. Estados Unidos instaló, además, un sofisticado sistema satelital que intercepta comunicaciones y detecta explosivos y donó cinco camionetas blindadas. Gran Bretaña colaboró con equipos y tecnología de punta. Francia donó un carro lleno de especificaciones secretas, del que sólo se dice que está diseñado para resistir armas antitanque, como lanzagranadas y morteros, y para soportar un ataque con carro bomba de mediano poder. Y España capacitó a los escoltas en protección y donó un dispositivo conocido como jammer o bloqueador de frecuencia de radio, que tiene la capacidad de desviar las señales de teléfonos celulares que suelen ser utilizados como detonadores para activar cargas explosivas. Para contrarrestar aún más la amenaza varios carros idénticos salen al tiempo con el Presidente para confundir a los atacantes.

Los superhombres

Proteger la vida del presidente Alvaro Uribe es el mayor honor al que puede aspirar un agente del orden en Colombia. "No sólo es el mayor orgullo sino que eleva el estatus de nuestro trabajo y la hoja de vida", le dijo a SEMANA uno de los hombres de su seguridad personal. Cada año unos 150 candidatos (la mayoría policías, detectives del DAS, miembros de las Fuerzas Militares en general y del Batallón Guardia Presidencial) presentan su solicitud para entrar a formar parte del grupo de escoltas.

Quien aspire a estar al lado del primer mandatario tiene que cumplir varios requisitos: llevar más de 10 años en la institución a la cual pertenece; manejar todo tipo de armas; pasar un riguroso análisis sicológico; tener un fuerte entrenamiento en las academias y escuelas oficiales de inteligencia nacionales y un curso de tres semanas en Alburquerque, Nuevo México, además de someterse a una completa revisión de su hoja de vida. Y cuando ya está listo para asumir el cargo debe jurar lealtad hacia su protegido y jamás faltar a su ética profesional, como revelar las intimidades de su personaje.

Estos hombres, capacitados con las mejores técnicas de protección VIP y que siguen los modelos de protección israelíes y estadounidenses, ganan un promedio de un millón de pesos al mes y se les reconoce una bonificación de 60 por ciento de su sueldo.

Los anillos

Quienes deben cumplir estos requisitos con mayor rigor son los 'superhombres' que siempre acompañan a Uribe en sus tres principales anillos de seguridad. El primero es el más importante y se denomina Box o cápsula. Prácticamente encierra al Presidente para impedir que alguien pueda atentar contra él. "En las giras presidenciales las personas que tienen contacto directo con él ya han sido requisadas previamente y no se les permite tener las manos entre los bolsillos o cruzadas", sostuvo una fuente del servicio de inteligencia y seguridad. En caso de una agresión esos agentes, que siempre están vestidos con trajes dotados de un refuerzo antibalas, deben cubrir el cuerpo del Presidente con sus cuerpos o cruzarse en la trayectoria de los proyectiles. "Si tengo que dar mi vida por él, la daría con todo el amor del mundo", le dijo a SEMANA uno de los escoltas, que asegura que ha aprendido a querer a Uribe desde que está a su lado y quien reconoce que en varias ocasiones le ha tocado el turno de probar hasta sus alimentos antes que él para garantizar su seguridad.

El estilo particular que tiene Alvaro Uribe para gobernar constituye todo un reto para que este esquema funcione a la perfección. Primero, el Presidente optó como parte de su estrategia contrainsurgente realizar constantes visitas de gobierno a regiones en las cuales las Farc tienen fuerte presencia. Segundo, se reúne con las autoridades locales todos los sábados en sus Consejos Comunales. Y tercero, le encanta el contacto directo con la gente. Todo este escenario presenta el más alto grado de dificultades para su seguridad personal y la responsabilidad recae sobre los hombros de un santandereano en el que el Presidente confía a carta cabal. Se trata del coronel de la Policía Mauricio Santoyo Velasco. Uribe comenzó a confiar en él desde cuando fue jefe del Gaula en Medellín y le traía resultados inmediatos de disminución de secuestros y aumento de personas liberadas. Por eso, cuando tuvo que pensar en un hombre para que fuera su escolta principal, no lo dudó.

'La cafetera'

El punto más débil del esquema de seguridad presidencial es el transporte aéreo por la vejez de los equipos. El helicóptero al servicio de la Casa de Nariño no se volvió a utilizar y permanece estacionado en la Base Aérea de Catam. Por otra parte, el avión FAC 001, un Fokker-28 de fabricación holandesa, fue comprado en 1971 y, pese al constante mantenimiento, ya se considera una aeronave obsoleta de alto riesgo. Varios incidentes se han reportado en los últimos años, como fallas en el tren de aterrizaje y pérdida de presión en la cabina. A ello hay que añadir que 'la cafetera', como coloquialmente se le dice al avión presidencial, no tiene ningún elemento defensivo contra armas antiaéreas, lo cual la convierte en el blanco ideal de un ataque aéreo de ser cierto que las Farc poseen misiles SAM-14 ó 16.

Vale la pena recordar que el pasado 15 de febrero explotó una potente bomba en un allanamiento en una casa de Neiva, en la que se descubrió un depósito de morteros de las Farc que estaban listos para derribar el avión presidencial a su llegada al aeropuerto de la capital huilense.

El cambio del avión presidencial le daría un poco más de tranquilidad a los hombres que cuidan al Presidente. Pero ese es apenas uno de los múltiples frentes que deben cubrir de manera constante. La protección de Uribe, un asunto de máxima importancia nacional, es una tarea enormemente difícil, pero sus responsables dicen que, en todo caso, su compromiso para que nada le pase no tiene límites.