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LOS PLATOS ROTOS

Agitado debate en la Cámara sobre posible responsabilidad del Ejército en la violencia que vive el país

10 de octubre de 1983

Se llegó la hora de ver quien pagaba los platos rotos de la amnistía, y en un acalorado debate la semana pasada en la Cámara, representantes y ministros empezaron a cobrárselos los unos a los otros, como en la canción en que Tongo le dió a Borondongo y Borondongo le dio a Bernabé...
Detrás de acusaciones y defensas, golpes al hígado y upper-cuts, estaban las cifras, que hablaban por sí solas y que no tranquilizaban a nadie: fuera de quien fuera la culpa, los índices de violencia habían crecido en el país a un ritmo alarmante, y, paradójicamente, el primer año de este gobierno considerado de "paz" arrojaba algunos índices que se comparaban desfavorablemente con los del anterior. Por ejemplo, ya hay 159 personas muertas por acción de las Fuerzas Armadas en esta administración, contra 182 en el último año de la administración pasada; 14 personas desaparecidas tras ser detenidas por las autoridades bajo este gobierno, contra 20 en un lapso equivalente en el anterior. Aunque no hay cómputo del número de víctimas de los grupos paramilitares antes de la elección del presidente Betancur, el de las que se han registrado después, 456, es sorprendentemente alto. Otro tanto se observa en relación a la actividad guerrillera, que no ha aminorado en nada su intensidad después de la amnistía. Exactamente los mismos grupos guerrilleros que existían antes, están activos ahora: M-19, FARC, EPL, EPL-PLA, ELN y ADO. Cuentan, de conjunto, con un número prácticamente igual de integrantes, han realizado un total de 259 muertes, 99 secuestros y han recogido $ 263 millones en robos y secuestros.
De los 500 guerrilleros presos puestos en libertad con la amnistía, más de la mitad están muertos, desaparecidos o nuevamente presos.
El crudo debate en la Cámara, donde todos estos datos se ventilaron, ayudó a descorrer la cortina de humo tendida por la expectativa y la esperanza iniciales y a poner al país frente a una nueva realidad.
FIN DE LA UTOPIA
El debate en la Cámara tuvo un hecho sobresaliente. Por primera vez en este gobierno se planteaba, en el escenario del Congreso, la posible responsabilidad del Ejército en el proceso de violencia que vive el país. Quien le echó la capa al toro lanzando el tema sobre el tapete fue el representante liberal santandereano Horacio Serpa uribe, quien habló a nombre de la Comisión Política Central de su partido, y documentó su ponencia con testimonios y datos del Magdalena Medio.
Respondiendo a acusaciones hechas contra el Ejército, el ministro de Defensa, general Landazábal, pronuncio, en tres fechas seguidas, tres discursos taxativos donde fijaba su posición: 1) El Ejército estaba libre de culpa mientras que la fuente de todo el problema era la subversión alentada por una "conjura internacional", 2) esto justificaba en alguna medida la "subversión contra la subversión", entendida como respuesta violenta de las gentes a la violencia guerrillera, y 3) no habría, por tanto, tregua, ni cese al fuego, ni irían "las Fuerzas A rmadas a la guardia de los facinerosos a rendirseles".
SEMANA tuvo acceso a un mensaje dirigido por el jefe máximo de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, al presidente de la República y al noticiero TV Mundo, en el cual este grupo guerrillero--el más fuerte actualmente en el país--fijaba en términos definitivos sus prerrequisitos inmediatos paralapaz: 1)alto al fuego, 2) retiro de las tropas de las áreas de guerra, 3) creación de un organismo conjunto del gobierno, las Fuerzas Armadas y las FARC para el diálogo y la vigilancia del cumplimiento de los pasos hacia la paz.
Al cruzar el mensaje del ministro de Defensa con el del dirigente guerrillero, una clara conclusión salta a la vista: no hay ningún entendimiento, no habrá diálogo, la paz no figura en la agenda de ninguno de los dos.
El pronunciamiento de Landazábal, que dejó satisfechos a algunos sectores que consideraron que su decisión de mano firme era la clave de la solución, sembró al mismo tiempo profundas dudas en otros sectores sobre el verdadero alcance de sus palabras, en particular las referentes al "binomio Fuerzas Armadas-partidos tradicionales" ("Qué se hicieron las banderas azules y las banderas rojas de los partidos que llenaban las plazas de nuestros pueblos, cuando se festejaba heróicamente el sistema democrático colombiano?" y su advertencia de que también el partido liberal y el conservado "podrían llegar a armarse". La inquietud entre los sectores democráticos provenía de una duda: según esta fórmula, ¿cuál sería la situación de los millones de personas en el país que no están alineados con ninguno de los dos partidos tradicionales, o que pertenecen a organizaciones sindicales o políticas independientes de ellos, o inclusive que militan en los partidos de la izquierda legal? En este enfrentamiento trazado por el ministro entre Fuerzas Armadas-partidos tradicionales contra la subversión, indefectiblemente quedaban señalados como enemigos de la paz y el orden. De aquí que el esquema del general Landazábal, de ser interpretado textualmente, significaba para muchos observadores un sensible estrechamiento de los márgenes democráticos en el país.
Interrogado por SEMANA sobre los pronunciamientos de Landazábal, el representante Serpa Uribe instigador del debate, respondió: "no se puede afirmar que las Fuerzas Armadas estén propiciando una guerra o que hagan parte de grupos como el MAS, pero existe la certidumbre que algunas veces se hacen los de la vista gorda. Los grupos de hacendados que organizan bandas paramilitares dicen que lo hacen para defenderse de la extorsión y del secuestro. Estos grupos se han convertido en bandas de asesinos de campesinos inocentes, quienes están reaccionando ante esta situación y no van a permitir que les sigan quitando la vida impúnemente. No sería raro por tanto, que se presentara una reacción armada contra los patrocinadores del MAS".
SE ENREDAN LAS SOTANAS
El revuelo causado por el debate en la Cámara suscitó otro paralelo, que involucrada a la Iglesia. Uno de los testimonios utilizados por los fiscales para señalar la responsabilidad del Ejército en la alteración del orden público, fue el de un sacerdote, Luis Carlos Arbeláez, párroco de Cimitarra. El ministro de Defensa negó la validez de las denuncias del párroco aduciendo que éste hacía parte de los clérigos que "reciben cuotas de los secuestros en las sacristías", lo cual motivó la respuesta inmediata de 22 sacerdotes de la diócesis, tachando de infundadas las acusaciones del general Landazábal y solidarizándose con el padre Arbeláez. "La violencia no la inventaron los curas. Unicamente estamos sirviendo para mitigaren algo los problemas de quienes han sido obligados a abandonar sus parcelas", decía uno de los apartes del comunicado.
El incidente puso de presente la complejidad de la situación: evidentemente no eran sólo el Ejército y la guerrilla los involucrados en el enfrentamiento, sino amplios sectores de la población, incluyendo, de alguna manera, a la propia Iglesia. Las denuncias de campesinos presentadas ante la Cámara apuntaban en el mismo sentido: más allá de la subversión señalada por Landazábal, se delineaba la existencia de complejos problemas sociales, empezando por una dura lucha por la tierra, ante los cuales parecía insuficiente la "mano dura" ofrecida por Landazábal.
Tras el debate de la semana pasada, las conclusiones sobre los resultados de la amnistía y las soluciones para aplicar de ahora en adelante, seguían siendo contradictorias. En cambio, sobre un punto reinaba la unanimidad, desde Gilberto Vieira hasta el propio ministro de Defensa: Independientemente de cual hubiera sido la suerte corrida por la amnistía, la consolidación de la paz en el país parecía cada vez más remota. -
LA AMNISTIA EN ClFRAS (Período: Nov.182--Sept.82)
Numero de guerrilleros
activos en el país 10.000(aprox.) FUENTEDEINFORMACION
Número de guerrilleros
amnistiados 900 Comité de Amnistiados
Número de guerrilleros
presos puestos en libert. 500 Comité de Amnistiados
Número de amnistiados
asesinados 32 CPC
Número de amnistiados
desaparecidos 12 CPC
Número de asesinatos
atribuidos a la guerrilla 259 Min Defensa
Número de secuestrados
por la guerrilla 99 Min. Defensa
Número de dirigentes
políticos y guerrilleros
muertos por el Ejército 159 Comité Derechos Humanos
231(-)Min.Defensa
Número de dirigentes
políticos y guerrilleros
muertos por grupos
paramilitares 456 Comité Derechos Humanos
Número de personas que han
desaparecido tras ser
detenidas por las
autoridades 14 Comité Derechos Humanos
Número de desaparecidos
por grupos paramilitares 54 Comité Derechos Humanos
Número de familias
desalojadas o que huyeron
por la situación de orden
público de su asentamiento
habitual 1296 Comité Derechos Humanos
Número de miembros
de las Fuerzas Armadas
muertos por la guerrilla 76 Min. Defensa
Número de personas acusadas
de pertenecer al MAS y otros
grupos paramilitares 200 Procuraduría
Número de personas llamadas a
indagatoria por pertenecer a
grupos paramilitares 15(aprox.)Procuraduría
Número de personas condenadas
por pertenecer al MAS y otros
grupos paramilitares 0 Procuraduría
Número de guerrilleros
detenidos 266 Min. Defensa
Dinero obtenido por los
guerrilleros en secuestros o
robos $263 mill Min. Defensa
Bombas y otros atentados
terroristas cometidos por la
guerrilla 54 Min. Defensa
Asaltos a entidades crediticias 23 Min. Defensa
Grupos guerrilleros activos
antes de la amnistia 6 Min. Defensa
Grupos guerrilleros activos
después de la aministia 6 Min. Defensa
Cifra total del dinero ofrecido
por el gobierno para
rehabilitación de amnistiados
y zonas afectadas por la
violencia $68.152 mill Min. Gobierno
Dinero efectivamente asignado
para la rehabilitación de
amnistiados y zonas
guerrilleras. $ 3.000 millones. -