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Iván Chacón, Antonio Molina y Jordan Ordóñez se acogieron a los programas de reinserción del Gobierno, recibieron capacitación y ahora crearon empresa. | Foto: León Darío Peláez

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Los reinsertados de las AUC que crearon una agencia de turismo para la paz

Con la empresa Tureco, tres desmovilizados de las autodefensas promueven viajes a regiones que fueron azotadas por el conflicto armado y que hoy reescriben su historia.

4 de julio de 2017

El sueño de Antonio Molina, de 52 años, es recorrer Colombia. Además de visitar los pueblos y los parques típicos, quiere conocer lugares poco explorados por los turistas. Regiones apartadas de las grandes ciudades. Ese deseo, que comparte con su familia, originó una idea: crear una agencia de viajes.

Pero entre los destinos pensados no están Cartagena, Santa Marta o San Andrés, los sitios que siempre ofrecen las demás empresas del sector. Con su agencia, Molina busca que los viajeros descubran el nuevo país que se está construyendo. Por eso nace Turismo Reconciliación Colombia (Tureco) en 2016.

Al comienzo, Tureco era un emprendimiento de Molina y su esposa. ¿Sus oficinas?, un pequeño patio detrás del pequeño supermercado que levantaron en Fontibón, en el occidente de Bogotá. Como el enfoque del proyecto son los territorios que estuvieron afectados por la guerra y aportar a la construcción de paz, decidieron incluir a exguerrilleros, desmovilizados de las autodefensas y miembros retirados del Ejército.



Iván Chacón y Jordan Ordóñez se unieron a esta iniciativa. Ambos pertenecieron a grupos paramilitares. El primero de ellos a los 24 años integró un bloque de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en el Casanare. Se desmovilizó en 2006 y hoy es colaborador de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR).

Por su parte, Ordóñez fue reclutado por el bloque Libertadores del sur de las AUC cuando aún era menor de edad. Este vallecaucano militó en estas filas ilegales hasta 2005, cuando decidió desertar y entrar al programa de reinserción del gobierno de ese entonces. Molina lo conoce a él y a Chacón por medio de la ACR, pues también es un reintegrado.

Entre 1993 y 1994 –rememora– ingresó a las autodefensas luego de un altercado con las Farc en San José del Guaviare, donde era comerciante. Fueron casi 13 años en los que combatió a la guerrilla en el oriente colombiano. En 2006 abandonó la guerra y llegó a Bogotá en busca de una nueva vida.

Pese a la muerte de la esposa de Molina en noviembre del año pasado, un golpe anímico para su familia, Tureco continuó. La iniciativa ganó una convocatoria de la ACR para recibir capacitaciones por parte de expertos en negocios y recientemente se constituyeron como empresa ante la Cámara de Comercio de Bogotá.

Un impulso a las regiones

Los territorios donde estos tres desmovilizados participaron del conflicto armado y que ahora reescriben su historia son las principales rutas turísticas que impulsan. “Queremos borrar el estigma de violencia que pesa sobre nosotros los reinsertados y las comunidades de estos pueblos”, señala Ordóñez.

Precisamente, los primeros viajes son hacia La Victoria, una región esmeraldera de Boyacá y que tuvo presencia de grupos armados; Yacopí, una zona de Cundinamarca con influencia paramilitar; y San José de Guaviare. En esta última población, Molina tiene preparado un recorrido ecológico y visitas a veredas. Otras rutas que están planeando son Buenaventura y los Llanos Orientales (Casanare y Meta, especialmente).

Tureco llevará turistas a regiones apartadas como Guaviare, Casanare y Buenaventura.


“La economía de los municipios afectados por el conflicto armado ha cambiado debido a nuestra desmovilización y a la salida de la guerrilla. Nuestra intención con Tureco es integrar a la gente para que reciban ingresos por mostrarles a los turistas nacionales y extranjeros su memoria, cultura y tradiciones”, asegura Chacón.

Precisamente para impulsar el turismo de estas regiones, la agencia solo contará con guías, conductores, hoteles, restaurantes y demás servicios operados por los habitantes de los territorios, víctimas, otros desmovilizados y exmilitares.

“También queremos mostrar la capacidad que tienen estas comunidades para salir adelante. Vemos que están pasando la página de la violencia y buscan maneras de mostrar sus negocios. Quienes más han sufrido por la guerra son los que más gallardía tienen”, resalta Molina.

El futuro de la agencia

Un emprendimiento como Tureco tiene una inversión inicial cercana a los 20 millones de pesos. Molina, Ordóñez y Chacón han sacado ese dinero del supermercado y de aportes individuales. Por ahora se meten la mano al bolsillo porque están seguros de la repercusión que tendrá su empresa en la construcción de paz.



La agencia está a punto de comenzar operaciones. Esperan que el primer viaje se lleve a cabo después del segundo semestre de este año. Y ya fijaron una meta ambiciosa: abrir sucursales en todos los departamentos en los próximos tres años.

“El turismo es la mejor forma de decirle a la gente de las regiones: vean, lo que hacen es importante”, dice Ordóñez.

Si usted quiere conocer en detalle los destinos que ofrece Tureco, puede comunicarse con Antonio Molina al teléfono 3103438322 o visitar esta página web.


Por: José Puentes

@josedapuentes

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