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Los teatros de la guerra

El Ejército tiene detectados los cuatro escenarios en los que, a corto y mediano plazo, la guerrilla tratará de fortalecer su dominio y voltear la guerra a su favor.

6 de noviembre de 2000

Hace tiempo está claro para el país que mientras no se acuerde un cese al fuego y de hostilidades entre el gobierno y los grupos guerrilleros las negociaciones de paz se desarrollarán en medio de las balas. Además es muy probable, como consecuencia de una de esas paradojas inherentes a cualquier conflicto armado, que el deseo de terminarla pueda conducir a su escalamiento y prolongación. En esta medida existen en el país por lo menos cinco escenarios clave en los que, a corto y mediano plazo, van a librarse duras confrontaciones entre la guerrilla y las autodefensas, y entre aquéllos y las Fuerzas Militares. La primera de estas batallas se llevó a cabo el mes pasado cuando tropas de la XIII Brigada realizaron la Operación Aniquilador II en la región del Sumapaz, uno de los territorios estratégicos para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y donde hace muchos años ejercían un fuerte predominio militar y político. Otro ‘teatro de guerra’ se lleva a cabo en este momento en el bajo Putumayo entre el Bloque Sur de las Farc y el de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) por el control de esta zona del departamento, fronteriza con el Ecuador. Los otros tres escenarios son Urabá, la bota caucana y el corredor del Pacífico, y el Tolima.

Las Farc llevan varios meses estudiando la manera como van a responder al componente militar del Plan Colombia. Dentro de la estrategia que están preparando, tal como lo manifestó ‘Raúl Reyes’ en el Ecuador, “utilizaremos con intensidad la guerra de guerrillas, que se tornará aún más diluida en todo Colombia”. Esto quiere decir, según un politólogo experto en estrategia militar, que las Farc sólo van a volver a concentrar grupos numerosos, como en Mitú, contra bases aisladas en las que tengan todas las de ganar. Por lo demás, en su opinión, se dedicarán, pese al costo político que ello implica, a lo que saben hacer: “Golpear en varios puntos a la vez, tratar de sacar a la Policía para tener control del área, extender sus círculos de influencia y mantener abiertas las líneas y los corredores”. Este planteamiento coincide con el del Instituto de Altos Estudios Estratégicos, con sede en Washington: “La dirección insurgente no da señas de que se sienta preparada para librar una guerra regular. Continúa consolidando la organización política y militar de sus bases rurales y populares y desgastando al enemigo, en una versión de ‘la guerra de la pulga’, a la que se presta la geografía física y humana del país”.



Dominar las montañas

En este momento las Farc cuentan, según las autoridades, con 12.480 miembros alzados en armas, es decir, tienen el mismo tamaño que en 1961 tuvo el Frente de Liberación Nacional del Vietnam. El objetivo de las Farc es tener 32.000 hombres-arma, 15.000 para hacer guerra de guerrillas en todo el país y 17.000 para copar la cordillera Oriental. Por eso el Sumapaz es tan importante dentro de sus planes. Los frentes de montaña, según el Instituto para la Seguridad Nacional, también con sede en Washington, tienen como función “atraer y fijar a las fuerzas móviles y estratégicas del enemigo, dispersar y desgastar a éstas y a sus fuerzas fijas, al mismo tiempo que acumular fuerzas militares y preparar el ejército popular regular”.

Antes de la operación realizada por el Ejército el Sumapaz era, como lo definió el general Arcesio Barrero, uno de sus más importantes corredores de movilidad. Un corredor es una ruta de movilización, una línea de aprovisionamiento político y militar como la que tuvo el Vietcong con el famoso camino Ho Chi-Minh. A través del Sumapaz, por ejemplo, un grupo de guerrilleros podía desplazarse con rapidez desde los Llanos hacia el occidente, hasta las goteras de la capital, o seguir si fuera el caso hasta la frontera con Venezuela con la seguridad de que en el trayecto iban a encontrar sitios seguros para descansar, ser aprovisionados por los milicianos con víveres o munición de sobra. Este corredor se conecta, además, con el que entra desde el sur del Putumayo y llega a la zona de distensión, convertida hoy en la retaguardia estratégica de las Farc. No en vano el propio Marulanda dijo en alguna ocasión: “En el área del Sumapaz las Farc darán grandes batallas”.

En los cinco espacios geográficos donde las Farc van a intentar mejorar su posición el objetivo es el mismo que en el Sumapaz: mejorar y hacer más seguros sus corredores estratégicos. La guerrilla sabe que una fuerza en movimiento es muy vulnerable. El Tolima es un punto fundamental para su estrategia porque es un cruce de caminos que permite el acceso al Pacífico, al río Magdalena y facilita, según el experto en estrategia militar consultado por SEMANA, “cortar la vía Bogotá-Ibagué. Si controlan Honda y la vía tienen ganado el 50 por ciento del acceso a la capital”. La capital del país siempre ha sido su principal objetivo. Uno secundario, pero no por eso menos importante, es el dominio de los 1.300 kilómetros de la costa Pacífica. “El ataque a Juradó en diciembre y después a Vigía del Fuerte por parte del frente 57 fue el comienzo de una ofensiva para abrir una ruta de desplazamiento desde el norte del país hacia el sur”, dice un analista de Inteligencia de la Armada. Los tres puntos vitales de esta ruta son Tumaco, Guapi y Buenaventura. Este corredor se cruzaría con el que atraviesan el Tolima y el Valle, el de la bota caucana y el del Putumayo. Nadie desea la guerra, pero mientras el proceso de paz no avance y comience a producir acuerdos humanitarios o resultados definitivos en estos escenarios van a medir fuerzas subversivos, autodefensas y militares. ¿Cuál va a ser el resultado? Nadie lo sabe porque, como dice Douglas Porch, profesor del Departamento de Asuntos de Seguridad Nacional en la Escuela Naval de Posgrado, “la guerra tiene una naturaleza impredecible, es el campo de la incertidumbre”.





Zona Urabá y Noroccidente

Desde esta zona se tiene control sobre todo el noroccidente del país. El golfo de Urabá es una de las regiones más importantes para el ingreso de armas. Su cercanía a Panamá permite el desplazamiento hacia ese país. Durante años la guerrilla dominó a su antojo la región. El ingreso de los paramilitares, a finales de los años 80, desencadenó un guerra entre los dos grupos caracterizada por las masacres. La ofensiva del Ejército en los últimos cuatro años consiguió replegar a la guerrilla hacia las zonas montañosas de Antioquia, especialmente hacia el cañón de la Llorona. Desde este año la guerrilla comenzó una contraofensiva para intentar volver a controlar esa parte de la cordillera Occidental.



Farc:



  • En Córdoba operan los frentes 5 y 8


  • En Antioquia operan los frentes 4, 59, 18, 24, 34, 36 y 58


  • En Caldas operan los frentes 9, y 47 y la compañía móvil Aureliano Rodríguez


  • En Risaralda operan el frente 50 y la compañía móvil Aureliano Rodríguez


  • En Chocó operan los frentes 30, 34 y 57




Autodefensas:



  • En Córdoba operan un parte del Bloque Occidental y del Bloque Norte


  • En Antioquia operan el Bloque Metro y la mayor parte del Bloque Noreste


  • En Caldas y Risaralda actúan dos grupos independientes alejados de la estructura de las AUC


  • En Chocó opera el Bloque Occidental






Zona Cordillera Oriental

Copar y dominar la cordillera Oriental ha sido una de las prioridades de las Farc. Al dominar el corredor del Sumapaz tenían garantizado su desplazamiento hacia el occidente y una salida a la frontera con Venezuela. Por eso ha desplazado al ELN de la sierra nevada del Cocuy y de Arauca. Además las Farc desearían poder bajar de la montaña e ingresar al Casanare. Con el golpe que les propinó el Ejército el mes pasado en el Sumapaz se frustraron sus planes de instalar allí el estado mayor del secretariado.

Farc:



  • En Cundinamarca operan los frentes 22, 31, 42, 51, 52, 53, 54, 55 y las compañías móviles Abelardo Romero, Che Guevara, Joaquín Ballén, Manuela Beltrán y Policarpa Salavarrieta


  • En Santander operan los frentes 11, 12, 20, 23, 24 y 46


  • En Norte de Santander operan los frentes 20, 33 y 45


  • En Boyacá operan los frentes 11, 23, 28, 38, 45, 46, 52 y 56


  • En Casanare operan los frentes 28, 38, 39, 45 y 56


  • En Arauca operan los frentes 10 y 45




Autodefensas:



  • En Cundinamarca opera un grupo independiente alejado de la estructura de las AUC


  • En Santander operan parte del Bloque Norte y un grupo independiente alejado de la estructura de las AUC


  • En Norte de Santander operan el Bloque Norte y un grupo independiente alejado de la estructura de las AUC


  • En Boyacá operan tres grupos independientes alejados de la estructura de las AUC


  • En Casanare opera un grupo independiente alejado de la estructura de las AUC






Zona del Pacífico y bota caucana

Los 1.300 kilómetros de costa Pacífica se han convertido en un preciado botín para las Farc. El puerto de Buenaventura moviliza 51 por ciento de las importaciones y exportaciones del país. Esa es la única ciudad que tiene carretera hacia el interior del país, la vía al mar. Utilizando los Farallones de Cali como epicentro de guerra las Farc buscan dominar esta zona, con lo cual afectarían todo el país. Repetidas acciones militares del Ejército han logrado mantener el control. La zona de la bota caucana ha cobrado gran importancia económica para los grupos al margen de la ley ya que en esta región, que comprende el sur del Cauca, parte de Nariño y el Putumayo, están localizados más del 50 por ciento de los cultivos de coca del país.

Farc:



  • En Chocó operan los frentes 57, 30 y 34


  • En el Valle del Cauca operan los frentes 6 y 30 y la compañía móvil Alonso Cortés


  • En Norte de Santander operan los frentes 20, 33 y 45


  • En el Cauca operan los frentes 6, 8, 30 y 60


  • En Nariño operan los frentes 8, 29 y 48 y la columna móvil Arturo Medina




Autodefensas:



  • En el Valle del Cauca operan, el Bloque Pacífico de las AUC y un grupo independiente


  • En Nariño y Putumayo opera el Bloque Sur de las AUC






Zona del sur del Tolima, Huila y Meta

El Tolima es un cruce de caminos. Quien controla este departamento tiene acceso hacia el Pacífico y el río Magdalena. ‘Alfonso Cano’ en persona intentó consolidar este corredor pero la arremetida del Ejército frustró sus planes. Este año el bloque móvil del Sumapaz atacó varias poblaciones y forzó la salida de la Policía en procura de aumentar el área sin presencia de Fuerza Pública cerca de la zona de despeje y permitir un mayor contacto entre el Bloque Oriental y el comando conjunto central.



Farc:



  • En Tolima operan los frentes 9, 17, 21, 25,42, 50, 55 y 66 y las compañías móviles Héroes de Marquetalia, Jacobo Arenas y Tulio Barón


  • En Huila operan los frentes 2, 3, 13, 14, 17, 61 y 66 y la compañía móvil Teófilo Forero


  • En Meta operan los frentes 17, 26, 27,31, 39, 40, 43, 44 y 53, las columnas Ciro Trujillo, Simón Bolívar y Mariscal Sucre, las compañías móviles Miguel Suárez, Esteban Ramírez, Jacobo Arenas, Juan José Rendón, Reinel Méndez y la compañía Fuerzas Especiales




Autodefensas:



  • En el Meta opera un grupo independiente alejado de la estructura de las AUC