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Mauricio Lizcano | Foto: Guillermo Torres

PERFIL

Este es el nuevo presidente del Senado

De uribista de primera fila, Mauricio Lizcano será el principal aliado del presidente Juan Manuel Santos en la implementación de los acuerdos de paz con las FARC, guerrilla que tuvo secuestrado a su padre ocho años.

20 de julio de 2016

Mauricio Lizcano (Medellín, 1976) se convirtió en el senador más joven de la historia en llegar a presidir el Congreso. A pocas semanas de cumplir 40 años (lo hará el próximo 12 de agosto), recibió por anticipado el regalo que más buscaba, en un momento crucial para la historia del país. Será quien presida los debates, pero también quien firme las leyes y reformas para implementar los acuerdos de paz con la guerrilla de las FARC. Lizcano saldrá en más de una foto histórica.

Pese a su edad, Lizcano es uno de los ‘veteranos’ del Congreso. Este 20 de julio, cuando fue elegido presidente del Senado, también cumplía 10 años en el Capitolio, desde el 2006, cuando se estrenó como representante a la Cámara por el departamento de Antioquia. Ahora, adelanta su segundo período como senador de la República.

Lleva 15 años haciendo política y su carrera ha estado llena de contrastes. Lizcano, hijo del exsenador caldense Óscar Tulio Lizcano, uno de los dirigentes políticos que padecieron el drama del secuestro, precisamente a manos de las FARC, dio sus primeros pasos en la política de la mano de Álvaro Uribe. Fue el coordinador nacional de las juventudes por el referendo y también hizo parte de la campaña por la reelección presidencial en el 2006. De hecho, el expresidente Uribe, quien en adelante tendrá que llamarlo “presidente”, fue su padrino de matrimonio.

Pero, como la mayoría de senadores del Partido de ‘la U’, Lizcano hoy es uno de los principales aliados del presidente Juan Manuel Santos y será determinante para la principal apuesta del mandatario colombiano, la paz. De uribista a santista en cuestión de cuatro años.

El nuevo presidente del Senado ostenta, además, una condición que por lo menos tendrá una carga simbólica, la de víctima del conflicto.

En el año 2000, las FARC secuestraron a su padre, Óscar Tulio, cuando ejercía como senador. A la vez que adelantaba sus estudios universitarios, en Bogotá, Mauricio se dio a conocer como ese joven que iba a la zona de distensión del Caguán a preguntar por la suerte de su padre y exigir su liberación. Durante cinco años lideró marchas, buscó contactos y de alguna manera transformaría su activismo en capital político.

Fue elegido representante a la Cámara en el 2006 y siendo congresista como su padre recibió la noticia de su liberación. El 26 de octubre del 2008, tras fugarse de las FARC en el departamento de Chocó con la ayuda de un guerrillero, alias ‘Isaza’, su padre recuperó la libertad tras ocho años de cautiverio.

Eran tiempos en los que el Congreso estaba siendo sacudido por uno de los mayores escándalos de su historia, la ‘parapolítica’. Senadores y representantes eran investigados y capturados casi a diario por sus nexos con las Autodefensas. La Corte Suprema de Justicia le abrió una investigación preliminar a Mauricio Lizcano por esa causa, pero se tuvo que archivar por falta de pruebas.  

En esta última legislatura Lizcano estuvo al frente de 12 proyectos de ley que se encuentran en etapa de estudio. Algunos de estos tienen que ver con prohibir las cirugías plásticas y el uso de cigarrillos electrónicos a menores de edad, reducir las semanas de cotización a pensión de las mujeres, reglamentar el ejercicio de la educación física en los colegios y regular la operación y cobro de foto multas en el país.

De uribista a santista, víctima del conflicto, Mauricio Lizcano tendrá el reto de presidir el periodo clave del que ha sido llamado el Congreso para la paz.

“Queremos trabajar de fondo el tema de acercamiento a la comunidad. Queremos que haya una relación más cercana entre ciudadanos y legisladores. Para esto vamos a trabajar el tema de trasparencia legislativa para que los colombianos puedan conocer a través de la página del Congreso todo lo que necesiten saber respecto a sus senadores y representantes; asistencia, votaciones, ponencias, etc. Más adelante también queremos hacerle una auditoría externa al Congreso”, le dijo a Semana.com.

“El mayor reto está, por supuesto, en la responsabilidad que tiene el Congreso con los acuerdos de paz que se firmarán en poco tiempo en La Habana. Tendremos en la agenda cinco actos legislativos y al menos 25 proyectos de ley para poder hacer efectiva la implementación de los acuerdos y las modificaciones institucionales pertinentes. También en el corto plazo tendremos la elección del procurador general y cinco magistrados de la Corte Constitucional”, advierte el nuevo presidente del Congreso.