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La Superintendencia de Salud intervino el hospital desde noviembre pasado. | Foto: Google Maps

INVESTIGACIÓN

Las confusas versiones sobre los túneles en hospital del Valle

La gobernadora Dilian Francisca Toro denunció la existencia de tres pasajes por donde supuestamente se robaban equipos médicos del hospital de Cartago, pero varios elementos ponen en entredicho esa versión.

14 de septiembre de 2016

Este martes el país amaneció con otra dolorosa noticia que daba cuenta de la manera como los corruptos se apropiaban de los dineros de la salud. La gobernadora del Valle, Dilian Francisca Toro, reveló el hecho y no dudó en calificarlo como algo “triste y penoso”.

Por todos los medios de comunicación y por sus redes sociales, la mandataria de los vallunos relató cómo Iván González, gerente del hospital San Juan de Dios de Cartago, Valle, denunció ante la Fiscalía la existencia de tres túneles en las instalaciones de esa casa de salud.

Lo más grave del asunto es que la gobernadora aseguró que a través de esas cavidades, que conectaban con propiedades vecinas al hospital, se estaban robando equipos médicos y medicamentos. “Mientras nos esforzamos porque a los vallecaucanos se les brinde una atención médica con calidad, hay gente deshonesta que está atentando contra los recursos de la salud”, escribió la mandataria en su página de Facebook.

Y en varios medios insistió en el escabroso hallazgo y aseguró en rueda de prensa que en la bodega donde estaban los polémicos túneles había “equipamento médico, ayudas técnicas, computadores”.

Incluso, un medio escrito regional alcanzó a mencionar que en los túneles se halló dinero en efectivo, y otro medio televisivo nacional mostró con planos digitalizados una maqueta en la que se observaba la presunta ruta de los túneles, cuyas salidas conectaban con una iglesia, una vía pública y la sede de la IPS Municipal.

Pero a medida que pasaron las horas y cuando las autoridades y los medios lograron ingresar a los famosos túneles, la noticia se fue desinflando. Los primeros en realizar una inspección fueron las autoridades locales, quienes acompañadas por la personera, una veedora en salud, la Policía e investigadores del CTI, no ocultaron su asombro, pero por la magnitud que se le dio al tema.

“Creo que la gobernadora metió la pata y se dejó comer cuento”, expresó Emma Vélez, veedora en salud a quien no le tiembla la mano para denunciar a los corruptos que se apropian de los dineros del sistema.

Similar apreciación hicieron funcionarios de la Fiscalía que conocieron del caso, para quienes lo hallado no son más que tres huecos en un sótano que no tienen las medidas de un túnel y no conducen a ningún sitio.

Uno de esos investigadores de la Fiscalía y que pidió omitir su nombre porque no está autorizado para hablar ante los medios, fue enfático en explicar que esos huecos no reúnen el calificativo de túneles, “primero porque tienen entrada, pero no van a ningún lado, y segundo porque si acaso alcanzan un metro de diámetro y no más de tres de profundidad”.

Otro hecho que llama la atención es que la existencia de los famosos túneles no era tan desconocida como se pensó en un primer momento. Fuentes de la Superintendencia de Salud, entidad que intervino el hospital desde noviembre pasado, aseguraron que incluso existen fotos de esos huecos y que se tomaron durante el inventario para recibir el hospital en enero de este año.

De hecho, varios líderes cívicos de Cartago se atreven a asegurar que esas caletas o túneles fueron hechas hace décadas, cuando en la ciudad mandaba Ariel Rodríguez, alias el ‘Diablo‘, un temido jefe de sicarios del cartel del norte del Valle.

La conexión entre alias el ‘Diablo‘ y el hospital se habría dado porque este fue conductor de ambulancia y su padre laboró como vigilante de esa casa de salud. No obstante, investigadores del CTI que inspeccionaron los polémicos túneles aseguraron que no se hallaron restos humanos o rastros de caletas con dinero.

En lo que sí acierta la denuncia es en cuestionar por qué en la bodega donde se hallaron los túneles había elementos propios para la prestación del servicio de salud, como máquinas de anestesia, ventilador, horno microondas y otros que no figuran en el inventario.

Hasta ahí se podría decir que hubo irregularidades en el manejo, la conservación y el uso de esos equipos, y se entiende tanta sensibilidad ya que ese hospital, al igual que muchos otros en el país, ha estado envuelto en polémicas denuncias de supuesta corrupción y politiquería que lo llevaron a su quiebra.

Pero lo que nadie entiende hasta el momento es de dónde salió la versión del millonario robo de equipos y medicamentos del hospital, ya que hasta la fecha no existe un inventario que detalle esos faltantes y mucho menos que indiquen que se extrajeron por los tres túneles sin salida.

Mientras el tema se aclara y las autoridades avanzan en la investigación, el hospital de Cartago, con o sin túneles, seguirá su proceso de liquidación.