Home

Nación

Artículo

NEIVA CONNECTION

Las nuevas pistas del caso Lara conducen a la tierra natal del Ministerio

17 de septiembre de 1984

Cien dias después del asesinato del ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla, durante los cuales la investigación transcurrió silenciosamente mientras la opinión pública y el propio sucesor de Lara, Enrique Parejo González, presionaban un desenlace, éste se produjo con una serie de capturas y emplazamientos que, si bien en algunos casos parecian previsibles, en otros resultaban francamente sorprendentes. Durante la segunda semana de agosto, el juez primero superior de Bogotá, Tulio Manuel Castro Gil, emplazó a 14 personas, entre ellas a Pablo Escobar Gaviria, Gonzalo Rodríguez Gacha, "El mejicano", y a tres de los hermanos Ochoa, cuyos nombres se habían barajado desde un principio en el abanico de sospechosos, por lo cual nadie pareció extrañarse ante su emplazamiento. Lo que sí logró dejar atónitos a todos fue el que se le hizo al piloto Gustavo Restrepo Acevedo, cuñado del Ministro asesinado y a quien se sindicaba de haber participado en una reunión realizada en una finca en cercanias de Neiva, en la cual se habría conformado el pool que, según muchos, contrató a los autores materiales del crimen.
El jueves 16, tres dias después de que se fijara el edicto emplazatorio, Restrepo Acevedo, de 34 años, hermano mayor de Nancy Restrepo viuda de Lara, se presentó ante el juez en compañia de su abogado Parmenio Alarcón, mientras desde Neiva su familia negaba cualquier posible vinculación suya con el asesinato de Lara. Si Colombia estaba sorprendida por el emplazamiento hecho a Restrepo, la sociedad de Neiva estaba profundamente conmocionada, aunque según pudo establecer SEMANA en la capital huilense, en algunos circulos corrían rumores sobre los nexos de aviador con sectores de la mafia de ese departamento. Aún mas, en los mentideros de Neiva como el bar "Taurino", escasos dias después de la muerte del Ministro, ya algunos comentaban la posibilidad de que las autoridades vincularan a Restrepo al caso.
Neiva connection
Si bien en el país era común hablar de las mafias de Medellín, Barranquilla, Santa Marta, Riohacha y hasta Cali, pocas personas pensaban que era necesario incluir a Neiva en esta lista. Gracias a los primeros resultados de la investigación por el asesinato de Lara se ha podido establecer que la tierra natal del Ministro tambien ha sido pieza clave del narcotráfico, no en calidad de capital "industrial", si no porque en los últimos años se había convertido en la capital de los "narcopilotos". En efecto, según el relato de muchos huilenses, esta ciudad había sido escenario, desde mediados de los años setenta, de un original boom. La profesión de aviador, que de por sí era muy atractiva en esta zona agrícola del pais que generaba un gran mercado de trabajo para los pilotos de fumigación, y que, por el alto costo de los estudios, se consideraba patrimonio exclusivo de los hijos de las familias acaudaladas, se fue popularizando inusitadamente.
Muchos jóvenes estudiantes universitarios abandonaron sus carreras para buscar un mejor futuro en la aviación, ya que ésta parecía, en el Huila, haberse convertido en una "mina de oro". En Neiva, cuentan la historia de un estudiante de veterinaria que abandonó la universidad y obligó a su madre a vender una pequeña parcela de tierra para financiarse su carrera de piloto. "El charrasco" o "Murmullo", como más adelante se le conoció, recompensó con creces a su madre pocos años después, cuando le regaló una finca diez veces más grande. Fueron muchos los que siguieron el mismo camino, aprovechando la posición geográfica de Neiva en la ruta de la coca: no sólo es escala obligada entre Perú y Colombia para el paso de la pasta de coca, sino el centro de operaciones de las avionetas que vuelan entre los Llanos Orientales y los aeropuertos de Cali y Medellín. En fín, fue toda una generación de pilotos conocidos más por sus apodos que por sus nombres: "Trapito", "El bizcocho" y "El caballo", hoy preso en México.
Gustavo Restrepo Acevedo, el cuñado de Rodrigo Lara, estaba trabajando como piloto con la Aerolínea TAES, una pequeña empresa de avionetas de fumigación, cuya sigla quiere decir Transportes Aéreos Especiales Surcolombianos. Esta empresa obtuvo la licencia de operación el 27 de mayo de 1983. El 15 de diciembre de ese mismo año, las tres avionetas de TAES, HK-2096, HK-2118 y HK-2154, debieron suspender sus operaciones y ser retenidas, por orden expresa del entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara, por intermedio del oficio 3302 en el cual se le recomendaba a Aerocivil "cancelar el permiso" a las tres naves "dentro de la politica de control de la droga".
Según pudo establecer SEMANA, Gustavo Restrepo intentó después de esto en varias oportunidades intervenir ante su cuñado, el Ministro, para que permitiera el regreso a los aires de los tres aparatos retenidos. Al parecer, esto disgusto profundamente a Lara, quien se negó siempre a acceder a la solicitud de Restrepo. Esta circunstancia, según fuentes consultadas en Neiva, los había distanciado.
El clan Suárez Sandino
Si bien está claro que las avionetas de TAES habían sido detenidas por supuestas actividades de narcotráfico, lo que no ha podido establecerse con certeza es hasta dónde había llegado Lara en su investigación sobre los propietarios de la pequeña empresa de aviación agrícola. TAES, según su registro comercial, es propiedad de Alberto Suárez Sandino y de una compañía denominada Inversiones Suárez, cuyos socios son Nelson Suárez, Nérida Parra y sus hijos Nelson Alberto Suárez y Alexander Suárez.
Los Suárez Sandino son ampliamente conocidos en Neiva porque de una pequeña herencia que su padre les dejó, forjaron una gran fortuna.
Su comportamiento en la capital huilense fue definido por fuentes consultadas allí como "estrafalario", porque "les gusta echar facha en sus camionetas Ranger": Cuentan en esa ciudad que uno de ellos, Gustavo Suárez Sandino, en la época de la telenovela "La mala hierba", se compró un sombrero similar al que usaba el protagonista de esta obra y se hacía llamar en chiste "El cacique Miranda". Este Gustavo Suárez Sandino es precisamente quien se en cuentra detenido en la Cárcel Modelo de Bogotá desde mediados de la segunda semana de agosto, cuando el juez determinó su retencion después de que se presentara voluntariamente a declarar, habiendo sido emplazado días antes. Según las versiones que han trascendido, Gustavo Suárez fue llamado por el juez ya que los investigadores del caso Lara establecieron que, en una noche de tragos, habría confesado a una mujer que se encontraba con él, su participación con 4 millones de pesos en el presunto pool que se habría formado para contratar a los asesinos del ministro de Justicia.
Gustavo Suárez, de 27 años, nacido en Neiva, fue gerente de TAES a principios del 83. El mismo cuenta que después se dedicó a administrar las 26 hectáreas de la finca Las Mercedes, propiedad de su familia, y que a diferencia de sus hermanos, no tiene dinero. Se defiende del cargo que se le imputa alegando que el juez no ha debido basarse en el testimonio de una muchacha "que estaba tan borracha como yo" para detenerlo.
Los otros detenidos
Además de Suárez Sandino, se en cuentran en la Modelo Byron de Jesús Velásquez Arenas, conductor de la moto asesina, Raúl de Jesús Cataño, un antioqueño de 38 años, comerciante de carros, resident~ en Pereira, detenido días después del crimen bajo la acusación de haber conducido un Renault 12 amarillo que interceptó el carro escolta delantero del Ministro la noche de su asesinato Julio César Vargas, de Armenia, 25 años, comisionista de ventas de cafe y plátano detenido casi al tiempo con Cataño y acusado de pertenecer al grupo de autores materiales de la muerte de Lara. Otro de los detenido en la Modelo es Luis Javier Ruiz Arango, de 36 años, profesor de idiomas al servicio del Estado, y quien fue vinculado a la investigación al parecer porque sus iniciales L, J, y R, coinciden con las de la persona que adquirió en Bogotá la moto utilizada por los sicarios la noche del crimen. Ruiz Arango se ha defendido alegando que desde hace 15 años no viene a Bogotá y que de esto pueden dar testimonio sus compañeros de trabajo, sus amigos y sus alumnos. Vive desde enero en una casa sin cuota inicial que compró en la capital antioqueña y que fue allanada por el DAS a mediados de la segunda semana de agosto, cuando fue detenido. También están retenidos en las dependencias del DAS, Hernando Guerrero y el comerciante de carros Fernando Cortés, sobre cuya vinculación al caso nada ha trascendido. El más espectacular de todos los detenidos es, sin duda alguna, el caballista antioqueño Fabio Ochoa Restrepo, quien al cierre de esta edición se en contraba en las dependencias del DAS, debido a que su abogado ha alegado que sufre problemas cardíacos y que por ello una estancia en la Modelo haría peligrar su salud.
Ochoa se presentó voluntariamente después de haber sido emplazado por el juez y rindió indagatoria en las de pendencias del DAS el jueves pasado al final de la cual dijo a los periodistas: "El que nada debe, nada paga".
Los agentes del DAS que lo custodiaban trataron de impedir el interrogatorio de la prensa y Ochoa Restrepo les dijo: "déjenlos, que se diviertan. Colombia me debe mucho. Además, más pecados tiene el Papa que yo". Aunque esta última afirmación era debatible, lo cierto para todos los conocedores de la materia, es que Ochoa tiene menos pecados que sus hijos.
Las luminarias
Entre los 16 emplazados por el juez Castro Gil, que al cierre de esta edición no se habían presentado, se destacan las "luminarias del narcotráfico": Pablo Escobar Gaviria, Gonzalo Rodríguez Gacha y tres de los hermanos Ochoa, Fabio, Jorge Luis y Juan David. También fue emplazada la hermana de Escobar, Alba Marina de Gallego. Aunque se destaca la ausencia de Carlos Lehder Rivas en este "elenco", todo parece indicar que el emplazamiento a Escobar y compañía se debe más a su figuración como cabezas visibles del narcotráfico en el pais, que a evidencias secretas sobre su vinculación al asesinato de Lara. O al menos, estas evidencias no han trascendido a la opinión pública. Para algunos observadores, el juez Castro Gil está casi que "cumpliendo con un deber" al emplazar a estos capos, porque más allá de las pruebas que pueda tener en su contra, lo cierto es que ante la opinión pública, el que no los hubiera llamado no habria tenido presentación alguna.
Con respecto a los sindicados que se encuentran ya en la Modelo, la opinión pública espera que se conozcan nuevos detalles. Hasta ahora no es mucho lo que se sabe. En el caso de Gustavo Suárez Sandino y de la presunta participación en el crimen de la "Neiva connection", es probable qué llegue a comprobarse sus actividades como narcotraficantes. Pero esta condición de narcotraficantes y presunto resentimiento contra el Ministro Lara por haberles retenido las aeronaves no parece bastar para deducir su participación en el crimen.
Otro tanto puede decirse del cuñado de Lara, Gustavo Restrepo: el hecho de haber servido como piloto en avionetas retenidas luego por actividades de narcotráfico no necesariamente es evidencia de que haya intervenido en el complot. Si se tiene en cuenta que estos dos detenidos son precisamente quienes han aparecido como piezas claves dentro de la investigación, no es difícil pensar que, al contrario de lo que pueda parecer a los ojos de la gente, la culminación del proceso está aún muy lejos. Es evidente que las investigaciones han destapado la hasta ahora desconocida "Neiva connection". Ahora queda por establecer la vinculación de ésta con el asesinato de Rodrigo Lara. El único seguro
A pesar de los 16 emplazamientos y de la cantidad de vinculados al proceso del asesinato de Lara Bonilla, hasta el momento sólo existen pruebas de culpabilidad contra una persona.
Byron de Jesús Velásquez, el conductor de la moto en que viajaba como parrillero Iván Dario Guizado, el autor material del crimen.
Byron Velásquez, quien asegura que fue contratado para manejar la moto pero que nunca supo a quien iban a matar, parece no haber entendido aún en que lio se metió, ese dia le dio un beso a su madre diciéndole que se iba a "buscar camello en Barran quilla", para que ella "no se fregara más lavando ropas". Con 18 años cumplidos, no revela más de 14. Su cara muestra todavía los brotes típicos del acné en un adolescente y la timidez caracteristica de una mente joven.
A pesar de que su apariencia, al contrario de lo que se puede creer, no es la de un matón; si parece tener bien claro aquel concepto que se aprende en las películas de televisión, de que todo lo que hable puede ser utilizado en su contra. Se limita a responder con monosílabos o simplemente a callar cuando la pregunta es comprometedora. Aunque en algunos momentos se le nota bastante asustado en general mantiene una tranquilidad desconcertante que refleja más bien su incapacidad para medir consecuencias.
Encerrado en un pequeño cuarto de 2 metros por 1.50, ubicado en el pabellón de sanidad de la Cárcel Modelo, combina sus actividades entre hacer ejercicios y leer comics. Ha cubierto las paredes de su celda con papel periódico para derrotar al frío y la administración de la cárcel le improvisó una ducha en el mismo cuarto.
Aislado totalmente de los demás reclusos, debe tener un guardia permanentemente por petición expresa del juez.
Su tema favorito son las motos y al parecer su afición por ellas y la promesa que le hicieran quienes lo contrataron, de que le regalarían una Yamaha XT 500, fue la que lo llevó a mezclarse en el asesinato del Ministro. Lo que si parece quedar claro es que hasta ahora nadie ha podido sacarle quiénes fueron las personas que lo contrataron para asesinar a Rodrigo Lara Bonilla.