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ENTREVISTA

"No hay que dejar politizar la reforma a la educación superior": Cecilia María Vélez

Cecilia María Vélez White vuelve al mundo de la enseñanza. Tras su paso por Mineducación llega ahora a la rectoría de la universidad Jorge Tadeo Lozano. La economista habló con Semana.com sobre la reforma a la educación superior y su paso del gobierno a la academia.

María del Pilar Camargo, periodista de Semana.com
26 de abril de 2012

Cecilia María ofrece disculpas por la demora en atender la entrevista. Su día ha sido movido. Los medios de comunicación la buscan para escuchar su opinión sobre la discusión de la nueva reforma a la educación superior. Por supuesto, también quieren obtener sus primeras declaraciones como nueva rectora de la universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.

Cecilia María Vélez White, quien fuera ministra de Educación durante el mandato del expresidente Álvaro Uribe y secretaria de Educación de Bogotá en las administraciones de Enrique Peñalosa y Antanas Mockus, habló para Semana.com sobre sus nuevos desafíos al frente de la Tadeo y las lecciones aprendidas durante su docencia en la universidad de Harvard.

Por primera vez, Cecilia María, como la llama todo el mundo, habla desde la academia y no desde el gobierno. La funcionaria estrella de la era Uribe reconoce el crecimiento de Colombia en el orden educativo mundial y la evolución de los movimientos estudiantiles. También se refiere a los tres grandes temas de debate: la gratuidad de la educación, su financiación y la autonomía universitaria.

Semana.com: Es primera vez que habla en el país fuera de la oficialidad...

Cecilia María Vélez:
Me siento cómoda, no es muy distinto. En el Ministerio de Educación representaba los intereses de la sociedad colombiana. En la rectoría de la Tadeo representaré los intereses de una comunidad. Es un servicio público. Aunque las cosas cambien de ser ministro a ser rector de una universidad privada, es una responsabilidad colectiva similar.

Semana.com: ¿Cuáles lecciones le dejó su paso como docente en Harvard?

C.M.V.:
La experiencia fue maravillosa. Harvard me ayudó a organizar académicamente mi experiencia para contarla y compartirla. Encontré una forma de ser profesor con unas dinámicas y metodologías muy interesantes.

Semana.com: ¿Cuál es el modelo educativo de Harvard que hace falta fortalecer en las universidades colombianas?

C.M.V.:
Universidades como Harvard son maravillosas por el nivel de estudiantes que reciben. Son impresionantes los muchachos que se enfrentan en esas clases, su experiencia y su visión del mundo. Se logra ver cómo se pueden desarrollar métodos pedagógicos con muchachos absolutamente autónomos y que más bien jalan al profesor, porque preguntan e investigan.

Semana.com: ¿Cómo llegó a ser consultora internacional?

C.M.V.:
Después de pasar un año en Harvard me llamaban de varias partes. Me decían: "Usted que tiene experiencia, ¿por qué no viene y nos ayuda?". Así ocurrió en Chile y en Argentina. Durante seis meses, las consultorías me ayudaron a contar mi experiencia en el Ministerio de Educación para transformar realidades. Era interesante ayudar a países pero también muy disperso.

Semana.com: ¿En qué aspecto ha crecido el sistema educativo colombiano en comparación con otros países?

C.M.V.:
Quedé muy contenta cuando referencié junto a otros países lo que en Colombia habíamos hecho en política educativa. Estábamos planteando cosas en la avanzada de la educación. Se trata de la flexibilidad del sistema colombiano para emprender nuevos retos.

Implantar la cultura de la evaluación no ha sido fácil en muchos países. En este momento Colombia, en el ámbito latinoamericano, tiene desarrollos muy importantes en la evaluación. Evalúa la primaria, la secundaria y la educación superior. Está dando información periódicamente y se ha fortalecido el Instituto Colombiano para la Evaluación de la Educación (ICFES). Muchos países están apenas comenzando en este proceso de evaluación.

Otro punto a favor fue enfocarnos en el desarrollo de competencias, un factor que no ha sido fácil de implementar en otros países.

En las pruebas internacionales Colombia no está entre los mejores países. Aunque sí entre los más malos, es uno de los que más está mejorando. Se puede pensar que estamos lejos de las metas, pero vamos en el camino que es.

Semana.com: ¿Qué papel ocupan los docentes en el crecimiento de la educación en el país?

C.M.V.:
Los docentes están en primera fila para entender a los estudiantes e interpretar sus necesidades y realidades. Tenemos docentes que fueron formados en distintas metodologías y épocas y que están enfrentando cambios muy grandes como la evolución tecnológica.

Semana.com: ¿Qué opina sobre la reforma a la educación superior?
 
C.M.V.:
Después de la Constitución del 91 el país armó un marco institucional para la educación superior que aunque necesita muchos ajustes, para mí sigue siendo válido. La autonomía de las universidades y los procesos de supervisión de los organismos que velan por la calidad son ideas que se fueron consolidando en estos 20 años y han dado buenos resultados. Por eso, son puntos a defender. Tienen que entrar en la discusión porque creo que hay consenso en la bondad de estos esquemas.

En la primera década de la Constitución se vio una explosión de universidades de todo tipo, de mala y buena calidad. En la década del 2000 empezamos a enfrentar los problemas de calidad y creo que hemos avanzado mucho.

Hay que discutir, pero no dejar politizar la discusión, como siento que ha ocurrido. La discusión de la reforma debe permitir una gran confrontación de ideas. Se trata de que nos pongamos de acuerdo en consensos básicos, pero no en todo, porque hay muchas posiciones.

Deberíamos seguir consolidando un proceso que comenzó en la Constitución. No hay necesidad de hacer grandes rupturas frente a ese modelo.

Semana.com: ¿Qué opina sobre la evolución de los movimientos estudiantiles?

C.M.V.:
Es muy importante la participación de los muchachos en la discusión de la política educativa. Que tengamos muchachos que sean capaces de pensar en una reforma educativa es un avance muy grande del sector educativo, es un terreno ganado para el país.

La evolución positiva del movimiento estudiantil es el resultado de una mejor educación superior. En algo ha servido el paso de estos muchachos a universidades distintas que los hacen participar y protestar de manera pacífica. Eso no se podía dar aquí en los setenta ni en los ochenta.

Semana.com: ¿Cree que la educación superior debe ser gratuita?

C.M.V.:
Siempre he defendido el principio constitucional de que el problema de los costos no debe ser una barrera de entrada, pero nunca he pensado que quienes pueden pagar no paguen. Quienes pueden pagar, deben pagar. Porque esos recursos van a mejorar la calidad educativa. Se trata de ser más redistributivos. La igualdad es tratarlos a todos de acuerdo a sus capacidades.

Semana.com: Las universidades exigen al Gobierno la solución de sus déficits...

C.M.V.:
No creo tanto en los déficits. Durante mis ocho años en el Ministerio de Educación siempre encontramos un desgreño administrativo inmenso en todos los problemas de déficits de las universidades. Hay muy pocas universidades, generalmente públicas, donde los déficits se generan por el aumento de cobertura. Pero en general, las crisis de la universidades públicas vienen de problemas administrativos. Si efectivamente una universidad está bien administrada, tiene buenos resultados y sigue teniendo un déficit, la debes apoyar.

Semana.com: También piden más autonomía universitaria...

C.M.V.:
Hay que defender la autonomía. En el caso de las universidades públicas la autonomía en términos académicos tiene que ser total, para no tener universidades que quieran transmitir una política de Estado. No obstante, hay que poner límites en el uso de los recursos porque estos son públicos. A las universidades se les debe dar más plata, pero a más recursos, se requiere más supervisión. No se trata de dar cuenta al Gobierno, sino a la sociedad. Es muy importante la transparencia.

Semana.com: ¿Cuál es su posición ante la vinculación del sector privado a la educación?

C.M.V.:
Las donaciones que ha tenido la Universidad Nacional han sido maravillosas y han servido para mejorar los niveles de calidad de la universidad y no han afectado la autonomía.

Los estudiantes no deberían estar nunca cerrados. Una señal de madurez e inteligencia es no estar cerrados. Tienen que ver distintas posibilidades. No se puede pensar que su posición prevalezca frente a todos los grupos sociales.

Esas afirmaciones dogmáticas como "la privatización de la educación" se superan con una discusión pluralista.

Semana.com: ¿Por qué decidió aceptar la rectoría de la universidad Universidad Jorge Tadeo Lozano?

C.M.V.:
Soy una convencida de que la calidad de la educación se mejora desde las instituciones educativas. Un profesor hace cosas, las políticas públicas orientan, pero la verdad, solo desde la institución educativa se puede lograr efectivamente que los muchachos aprendan más y desarrollen las competencias.

Cuando me plantearon ocupar la rectoría estaba haciendo consultorías generales, lo cual no me aburría. Hasta ese momento había tenido mucho que ver con la educación básica y la administración desde la secretaría de Educación, pero con la educación superior siempre había tenido una relación desde la política, y no desde la institución.

Por esas razones la propuesta me pareció una oportunidad maravillosa para pensar realmente en la calidad educativa desde el núcleo donde ésta efectivamente se puede hacer realidad. Centrarse en una institución educativa es un reto maravilloso.

Semana.com: ¿En qué condiciones encontró a la Tadeo?

C.M.V.:
Encuentro una universidad a buena marcha. Hay retos discutidos con el Consejo Superior, que quiere que se ponga mucho foco en la internacionalización, la acreditación y la investigación. Son tres líneas de acción que hay que acelerar.