Nueva petición para que el general (r) Yuber Aranguren sea condenado por acosar sexualmente a una oficial del Ejército

En medio del proceso que le adelanta la Corte Suprema de Justicia al brigadir general (r) del Ejército Yuber Aranguren, por los delitos de acosos sexual e injuria, la Procuraduría pidió que sea condenado por todas las pruebas que hay detrás del acoso que habría realizado contra una oficial cuando era comandante de la Brigada 27 en Mocoa, Putumayo.

El procurador segundo delegado para la Investigación y el Juzgamiento Penal argumentó ante los magistrados de la Sala de Primera Instancia que “en el proceso quedó plenamente acreditado que el entonces brigadier general se valió de su cargo para acosar a la oficial de manera habitual y permanente, mediante expresiones soeces y comentarios tanto públicos como privados de flagrante connotación sexual que no eran consentidos por ella”.

La Procuraduría consideró que el general (r) Arangueron obró dolosamente, pues conocía las directivas y protocolos que manejaba la Oficina de Género del Ejército y tenía presente los actos que terminaban denigrando a las mujeres que hacen parte de la institución.

Sin embargo, el ente de control detalló que las acciones del alto oficial “perpetúan la discriminación y la violencia contra las mujeres, razón por la cual resulta crucial abordar estos temas desde los cimientos de nuestra sociedad”, y agregó que “dirigió su voluntad al asedio con fines sexuales contra la oficial sin tener en cuenta la incomodidad y no consentimiento por parte de esta”.

La Fiscalía estableció que los hechos por los que el general en retiro hoy está contra las cuerdas de la justicia habrían ocurrido en julio y se prolongaron hasta septiembre de 2018. En ese tiempo, el alto oficial, al parecer, tuvo varias acciones y agravios contra la honra, la integridad sexual y la condición de la subteniente.

“No solo estaba consciente del carácter deshonroso de sus declaraciones y gestos hacia la víctima, sino que además actuó deliberadamente para menoscabar su honor e integridad moral”, puntualizó el procurador delegado al concluir su intervención.

Lo más grave es que después de que la víctima reportó su caso ante la Oficina de Género del Ejército, el entonces comandante de la Brigada en Mocoa, Putumayo, la removió de su cargo, la trasladó a otra dependencia e incrementó los ataques verbales contra otros uniformados.

“Me dice que me va a llevar a un cerro donde queda un repetidor para que le baje el nivel de testosterona a los soldados”, señaló la subteniente en su momento, y aseguró que “en una formación de la brigada, delante de todo el personal me dijo: las mujeres no van solo por el pipí, sino detrás del pipí va la billetera. Toda la brigada me miraba y se rieron de mí. En una ocasión me trató con palabras soeces y le pedí respeto a lo que me dijo: ‘Hagamos algo, por cada grosería que le diga, usted me da un beso’”.

El general (r) Aranguren también ha sido llamado por la Jurisdicción Especial de Paz (JEP) por falsos positivos, teniendo en cuenta que hizo parte de la Décima Sexta Brigada del Ejército en Yopal, Casanare, la cual estuvo relacionada con crímenes de Estado.