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Operación Dinastía

Por primera vez las autoridades colombianas y estadounidenses 'se les metieron al rancho' a los hermanos Rodríguez Orejuela.

16 de febrero de 2003

"Estamos dispuestosa no dejar tranquilos a los Rodríguez Orejuela que siguen manejando sus negocios como en los viejos tiempos", le dijo a SEMANA uno de los oficiales que participó en lo que llaman el golpe al cerebro financiero de los hermanos del cartel de Cali y sus familias.

La Operación Dinastía venía siendo planeada desde hacía seis meses por la Dijin, la DEA y el Departamento del Tesoro de Estados Unidos.

La primera señal de que algo iba a ocurrir, la dio la misma Oficina Federal para el Control de Activos Extranjeros (Ofac). Anunció la semana pasada que 59 empresas y 78 personas vinculadas con el cartel de Cali habían sido incluidas en la lista de traficantes señalados del gobierno estadounidense, (Sdnt). Quien quede en esa lista no sólo es sujeto de sanciones económicas sino que les queda prohibido a firmas y ciudadanos norteamericanos hacer negocios con ellos.

Según la Ofac, todas las empresas añadidas a la lista son de propiedad o están controladas por Miguel, Gilberto Rodríguez Orejuela y su familia.

Para efectuar el operativo se escogieron a 15 de los mejores fiscales de la Unidad de Lavado de Activos, 15 procuradores y 500 hombres de la Policía, quienes allanaron 27 propiedades, entre apartamentos y casas en donde las esposas, ex esposas, hijos y sobrinos de Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, estaban acompañados por 15 de sus abogados que presenciaron la diligencia.

La propia residencia de Rodríguez Abadía en el edificio Torre Ladera, al oeste de Cali, fue allanada, al igual que la de su hermana, su madre y su suegra.

Los propósitos de 'Dinastía', eran dos. Primero, encontrar a William, hijo de Miguel Rodríguez, quien está pedido en extradición por una Corte Federal de Nueva York por lavado de dinero y narcotráfico.

Y segundo, desmantelar la estructura de los confesos jefes del cartel de Cali.

Negocios internacionales

El último balance de la operación indica que fueron allanadas en Cali las empresas, Distribuidora Sanar de Colombia, Credirrebaja, Asesorías Económicas Muñoz Santacoloma, Comercializadora Intertel, la firma industrial de negocios (Ingeseng), Asesorías Profesionales especializadas en negocios (Aspen), Media Marketing y Sistemas Integrales del Valle, Asprecol Ltda. una empresa de vigilancia privada con servicio de 200 hombres armados y 10 oficinas más, en el edificio Alcázar, Centro Empresarial Santa Mónica, Centro Comercial Ciudad Jardín y Edificio Vía Veneto en donde funcionan negocios relacionados con William Rodríguez Abadía.

Los hombres de la Unidad Especial de Policía Judicial, Dijin, les entregaron a los 15 fiscales los libros contables, disquetes, discos compactos,100 millones de pesos en efectivo, 25.000 dólares y una gran cantidad de documentos que están siendo analizados con lupa por las autoridades colombianas y por analistas del Departamento del Tesoro estadounidense.

Simultáneamente se realizaron operativos en Estados Unidos y en España en donde se cree que los Rodríguez han hecho grandes inversiones en los últimos años. En Madrid fueron allanadas cinco empresas que las autoridades aseguran que son de su propiedad: 2000-Dodge S.L., Café Andino S.L., Inversiones Claupi S.L., Inversiones Inmobiliarias Valeria S.L. y Valores Corporativos Españoles.

Con la documentación encontrada, las autoridades iniciarán los trámites de expropiación de aquellos bienes ilegales y aspiran a que en menos de dos meses la Fiscalía termine de analizar lo que la DEA llama el "gran emporio de la Dinastía".