Home

Nación

Artículo

URBANISMO

Petro y las casas gratis: La Hoja en blanco

La decisión de Petro de destinar uno de los lotes más valiosos de la ciudad para hacer 415 casas gratis, en vez de un nuevo centro administrativo, abrió una polémica que va más allá de su idea de llevar a los pobres a vivir con los ricos.

17 de noviembre de 2012

Un valioso predio, localizado entre la avenida 30 (NQS) y carrera 32, entre la avenida calle 19 y calle 22, al frente del nuevo centro comercial Calima Plaza, está en el centro de una nueva polémica capitalina. Ese lugar, llamado La Hoja, había sido destinado por el Distrito para construir un nuevo centro administrativo en la ciudad en el que se concentrarían todas las secretarías y entidades distritales que no tienen sede. Pero con la decisión del alcalde de darles el mejor suelo a los pobres, el proyecto cambió y ahora se harán 415 apartamentos para los más pobres y desplazados, además de una nueva sede del Instituto de Desarrollo urbano (IDU).

El espacio se empezó a consolidar en la primera fase de TransMilenio, cuando la ciudad lo adquirió para construir un gigantesco parqueadero subterráneo para buses articulados. En la superficie del complejo se alzó la plaza de la Hoja, un sitio que hoy frecuentan los amantes del skateboard y algunos habitantes de esta zona, que está en medio de comercio, industria y residencias, algunas de ellas de invasión.

Además de los parqueaderos y la plaza, existe actualmente un espacio libre de más de media manzana, que con el paso de los años hoy podría costar, según varios constructores, más de 60.000 millones de pesos. Por su ubicación y espacio, la Alcaldía de Luis Eduardo Garzón empezó a trabajar en la posibilidad de integrar en un solo complejo la mayoría de las dependencias distritales que funcionan en alquiler por miles de millones de pesos al año. Cálculos oficiales demuestran que la administración tiene un faltante de 110.000 metros cuadrados.

Solo en 2010 la Empresa de Renovación Urbana (ERU), poseedora del predio, decidió contratar a un grupo de arquitectos para que concibieran un proyecto para centralizar la atención de los ciudadanos, que en muchas entidades es lamentable, con el menor impacto para las arcas públicas. Fue así como las firmas 4H y Lehoucq Arquitectos concibieron La plaza de la Hoja, un complejo de dos torres, 16 y 45 pisos, con áreas de comercio, hotel y centro de convenciones. “El proyecto, de unos 260.000 metros cuadrados, integró la plaza y el parqueadero subutilizado a un nuevo complejo que busca obtener el mayor beneficio a un lote privilegiado por su ubicación y por las vías de acceso, e ideal para un gran sitio de atención ciudadana”, dijo el arquitecto Daniel Lehoucq.

Todo esto cambió hace unas semanas, cuando el alcalde decidió destinar el predio para construir viviendas gratis. “Esto es altamente simbólico porque este es un lote del Distrito, ubicado en pleno centro, en una zona altamente privilegiada, en la intersección de dos rutas de TransMilenio, adyacente a lo que será el futuro metro ligero, y es la muestra de lo que el gobierno nacional, y la Alcaldía de Bogotá, pueden hacer en beneficio de los más pobres”, dijo el burgomaestre al anunciar el proyecto.

Si bien la idea de traer al centro ampliado a las personas menos privilegiadas es interesante, la decisión de cambiar el proyecto de La Hoja dejó en el aire la posibilidad de centralizar la administración de la ciudad y abrió la discusión si en este predio, como otro que se hará en San Victorino, no es mejor sacarle el mejor provecho económico a un bien público que permita generar recursos para financiar más viviendas.

Nicolás Corso, gerente de Metrovivienda, dijo que la nueva lógica de la ciudad, amparada por la ley, es la de usar el suelo rico para los más pobres. “Con esto no estamos ni generando detrimento patrimonial, pues estamos dándoles vivienda a los más pobres, reduciendo la segregación y trayéndolos de las zonas marginadas y de los extramuros a los que han estado confinados”, dijo. Sin embargo, un constructor que pidió no ser citado dijo que era absurdo usar un lote tan valioso para hacer vivienda de interés social, pues si se le suma el valor de la tierra, cada casa va a terminar costando más de 200 millones de pesos. “Con 60.000 millones de pesos en un lote en Bosa, Usme o Soacha, se pueden construir cuatro o cinco veces el número de casas de La Hoja”.

Tal y como advirtió el concejal Juan Carlos Flórez, está bien usar los bienes públicos en generar este tipo de proyectos mientras se habilita más suelo, pero el reto tanto de la Alcaldía como del gobierno nacional es construir allí un proyecto modelo para los más pobres y no “cajas de bocadillo indignas en una de las zonas más importantes de la ciudad. Eso acabaría la renovación de esta zona”. La discusión sigue abierta.