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POR QUE SALIO CARLOS CURE

Las verdaderas razones detrás del retiro del presidente de Bavaria.

4 de marzo de 1985

De la noche a la mañana y prácticamente sin que nadie lo sospechara, Bavaria, la empresa más grande del país, la más rentable y productiva, cambió de presidente. Se retiró Carlos Cure, el dinámico costeño de 41 años, quien durante los últimos 6 se había convertido gradualmente en el número dos del Grupo Santodomingo, posición en la cual se consolidó a principios de septiembre de 1982, cuando salió Francisco Posada De la Peña, quien durante casi una década había ocupado ese puesto.
El retiro de Cure de la presidencia de Bavaria, anunciado sorpresivamente el jueves por Yamid Amat en 6 am-9 am, dio lugar a toda suerte de especulaciones y conjeturas que iban desde referencias a problemas de salud, ya que recientemente había sido intervenido quirúrgicamente, hasta que se retiraba para dedicarse a coordinar la campaña presidencial del candidato conservador Alvaro Gómez Hurtado o que sería nombrado en la presidencia de Ecopetrol.
SEMANA, indagando diversas fuentes, ha establecido que la verdadera razón fue un enfrentamiento de Cure con dos miembros de la Junta Directiva, confrontación que se agigantó hasta desembocar en la salida del presidente de la empresa.

CRUCE DE CARTAS
Todo había comenzado el 28 de noviembre, durante una agitada reunión de la Junta, cuando uno de los miembros principales, Francisco Ulloa Vela, con 20 años en la Directiva, sentó su protesta ante Cure porque, según alegaba el directivo, los integrantes de la Junta estarían recibiendo menos información sobre las inversiones de Bavaria "que las que se conocen en la calle". Ulloa se refería a las inversiones de los últimos años en Avianca (donde Bavaria consolidó su poder con un 52% de las acciones) y particularmente en Colseguros, siendo esta última, la negociación más controvertida dentro del Grupo en los últimos tiempos, debido a que resultó ser una mala inversión. Cure, en tono fuerte, manifestó que todas las transacciones se habían efectuado previa aprobación de la Junta, rechazando la insinuación de que la administración estaba actuando a espaldas de los directores.
Después de esta reunión, Cure cayó enfermo y fue hospitalizado. Ulloa le envió el 10 de diciembre una carta reiterándole sus inquietudes y acusándolo de haber desviado el debate sobre la falta de información de los negocios hacia el hecho de que éstos hubieran sido previamente autorizados por los directores. En esta carta, Ulloa recordaba cómo durante la asamblea de accionistas celebrada meses antes, un accionista había solicitado información sobre las inversiones en cuestión para que le explicaran los detalles sobre por qué éstas no permitían un aumento del dividendo. Ulloa, quien presidía la asamblea, señala en la carta que él, por no haber recibido información oportuna al respecto, no había podido responder al accionista y que al pasarle la palabra a Cure en la asamblea, éste tampoco había estado en capacidad de hacerlo. El incidente de la Junta culminó en un amago de zambra que sólo fue apaciguado cuando se decidió aumentar el dividendo en un centavo. En su carta, Ulloa daba a entender que la falta de información había sido en gran parte responsable de este episodio.
Con el enfrentamiento en la Junta del 28 de noviembre y el envío de esta carta, quedó casada una pelea entre Ulloa y Cure. Hernando Castilla Samper, miembro suplente de la Junta, dirigió a su turno una carta a Ernesto Soto, también directivo, señalando que las grabaciones de la asamblea a que hacía referencia Ulloa no indicaban que éste le hubiera ofrecido la palabra a Cure en momento alguno para que manejara la situación y anotando que él, Castilla, tampoco recordaba que este ofrecimiento al que se referia Ulloa en su carta hubiera sido hecho durante la asamblea. Castilla enumeraba además una serie de ocasiones en las cuales la Junta habia sido informada sobre el estado de las inversiones en Colseguros y que, en su opinión, no cabía acusación alguna de ausencia de información al respecto.

NUEVA REUNION
Con estos antecedentes y en ambiente caldeado, se convocó a la reunión de Junta del miércoles 30 de enero, o sea la semana pasada. Esta reunión se inició con una exigencia de Ulloa para que Cure diera respuesta a 30 interrogantes planteados en un documento sobre el negocio de Colseguros. En ese momento, dos miembros de la Junta habían tomado partido en contra del presidente: Ulloa y Edgar Lenis, empresario caleño que también ha sido directivo por muchos años. Los otros tres principales, Ernesto Soto, Marcos Saldarriaga y Efrain Ospina, apoyaban a Cure, quien ofreció que en la siguiente reunión de la Junta respondería a las 30 preguntas de Ulloa. Los anti-Cure parecían dispuestos a responsabilizar al presidente del negocio de Colseguros y a llevar este debate hasta sus últimas consecuencias.
Fue entonces cuando se produjo un receso a la hora del almuerzo, después del cual la línea dura pareció haberse llevado la tarde. Soto y Saldarriaga cambiaron de bando, quedando únicamente Ospina y los suplentes, especialmente Hernando Castilla y Carlos Urdaneta, del lado de Cure. Ante esta situación, Cure optó por ofrecer su renuncia.
Aun cuando la cabeza del Grupo, Julio Mario Santodomingo, se encontraba en esos momentos en Nueva York, se considera que tuvo que haber, de parte de él, una aceptación tácita puesto que mal que bien parece imposible que se pueda cambiar al presidente de una empresa como Bavaria, contra la voluntad de quien representa cerca del 50% de las acciones. Todo indica que Cure subestimó el respaldo que Santodomingo estaba dispuesto a darle a dos miembros de la Junta en un enfrentamiento con la administración.

EL NEGOCIO DE COLSEGUROS
La inversión del Grupo Santodomingo en Colseguros, que habría de originar la salida de Cure, había parecido en su momento un golpe maestro. En efecto, apoderarse de la primera aseguradora del país significaba además quedarse con el Banco Comercial Antioqueño, lo cual, sumado al control de Cervecería Unión, Cervunión, consolidaba el poder del Grupo en Antioquia. Cure había sido el cerebro de esta operación, que tuvo lugar mientras Santodomingo se desempeñaba como embajador en Pekin. En un enfrentamiento con el Sindicato Antioqueño, el Grupo ganó la partida comprando un paquete de 11 millones de acciones que, sumado a los 9 millones que ya poseía, le aseguraba el control de la empresa. Ulloa le endilgó a Cure a este respecto el haber tomado decisiones de tal envergadura sin haber realizado estudios previos. La acusación es válida, claro que sin tener encuenta que en los juegos de acciones de la bolsa no hay tiempo para este tipo de precauciones.
El hecho es que el negocio, que en el mejor de los casos era regular, se convirtió en malo como consecuencia de la crisis financiera que vivió el país inmediatamente después. A la larga, la inversión puede acabar siendo buena por cuanto el problema de Colseguros era principalmente la falta de liquidez, ya que la aseguradora ha contado siempre con cuatiosísimos activos.
De cualquier manera, el negocio de Colseguros se constituyó en el lunar de la hoja de vida de Cure en Bavaria y en el Grupo que habia sido, con esta excepción, la de un precoz genio de la administración y las finanzas. Habia aumentado las utilidades de Bavaria de 200 millones de pesos anuales a más de dos mil millones en sólo seis años. Habia llevado a cabo los ensanches de las plantas de Bogotá, Cali y Barranquilla y se le consideraba el creador del existoso concepto de la Clausen lata, que culminó con el montaje de la fábrica de envases de aluminio.
Sin embargo, su mayor golpe, que ha sido el mejor negocio de Bavaria en toda su historia, fue la adquisición para la compañía del control de la cerveza en el Ecuador, a través de una negociación de 45 millones de dólares, pactados para un pago de contado en sucres semanas antes de una devaluación de cerca del 50% de esa moneda. Esto significó que el valor real de compra para Bavaria acabó siendo una tercera parte más bajo en el momento del pago.
La presidencia de la empresa quedó a cargo de Ernesto Soto, un veterano de 40 años en el mundo de la cerveza y en el Grupo Santodomingo, donde desempeñó todas las posiciones, de abajo hacia arriba, hasta llegar a pulso a ocupar la presidencia de Bavaria, entre 1974 y 1978, cuando fue reemplazado por Cure y entró a formar parte de la Junta Directiva. Es considerado un hombre prudente, ecuánime, conocedor del negocio y dado más a la administración sólida y rutinaria que al crecimiento de la empresa por medio de la diversificación.
Cure, interrogado por SEMANA se negó a referirse al caso limitándose a responder: "Yo hablo del futuro y no del pasado. Creo que por ahora me voy a escampar unos meses a Inglaterra, estudiando, o a Sabanalarga con mi gente".