Aumenta número de empresas víctimas de delitos cibernéticos en Colombia

El jueves 23 de febrero Ana recibió un correo electrónico de parte de Juan Ochoa, el tesorero de la compañía Cultivos flores en la que trabaja. En el cuerpo del correo, Ochoa le pedía comunicarse con el doctor Claudio a la brevedad, acerca de un pago inmediato que debía realizarse a una empresa de importación y le recomendaba guardar la mayor discreción sobre el tema hasta que concluyera el giro. Como los dos correos eran oficiales, Ana se contactó con Claudio por teléfono y siguiendo sus instrucciones, realizó el pago de 150 mil dólares requerido. Así, en cuestión de segundo, se volvió otra víctima del Business Email Compromise Attacks (BEC), conocido en español como ataque al correo corporativo.

Aunque la firma contactó pronto al Centro Cibernético Policial de la Dijín, la complejidad de las operaciones criminales virtuales vuelve difusa la posibilidad de recuperar el dinero algún día. Aunque los nombres de los empleados y de la empresa han sido modificados para no interrumpir a la operación en curso, los hechos son reales y atestiguan un cambio en las modalidades de las redes cibercriminales, que ahora prefieren atacar a las empresas que a las personas, según se desprende del informe Amenazas del Cibercrimen en Colombia 2016-2017 presentado este jueves por el coronel Fredy Bautista.